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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

Las sintomatologías del trastorno esquizoafectivo son disímiles en cada sujeto. Generalmente, las personas que sufren este disturbio inquieren atención para sus molestias del estado de ánimo, cometido diario o pensamientos inverosímiles.

La sicopatía y las variaciones en el estado anímico alcanzan acaecer al mismo tiempo o solos. El curso de este trastorno asume involucrar períodos de síntomas severos continuados de mejoramiento.

Los síntomas del trastorno esquizoafectivo suelen incluir:

  • Cambios en el apetencia y la voluntad
  • Arenga desordenada e incoherente
  • Imaginarias opiniones o delirios, como pensar que alguna persona está conviniendo de hacerle daño, en este caso estamos hablando de una paranoia, o especular que mensajes especiales sobre una misión extraordinaria que debe cumplir por ser un agente superespecial están recónditos en un sitio habitual, donde estaríamos hablando de la aparición de delirios de referencia.
  • Deterioro del interés por la higiene o el aseo
  • Estado de ánimo palpablemente alterado, ya sea desmedidamente bueno, melancólico, hipocondriaco, quisquilloso, cascarrabias o fastidioso.
  • Dificultades para dormir, trastornos del sueño.
  • Dificultades con la concentración y la atención.
  • Congoja o desaliento, desanimo.
  • Percibir, ver, oír sucesos que no existen, que no son reales, propios de la imaginación del enfermo o alucinaciones.
  • Retraimiento social, encierro, incomunicación
  • Conversar tan rápido que a otras personas se le hace imposible interrumpirlo

Trastorno afectivo bipolar (TAB)

El trastorno afectivo bipolar (TAB), también conocido como trastorno bipolar y en tiempos pasados como psicosis maníaco-depresiva (PMD), es una enfermedad de tipo psiquiátrica que se caracteriza por un trastorno del estado de ánimo y que evoluciona con la aparición de uno o más episodios con allanes irregularmente exaltados de la voluntad, cognición y del estado de ánimo. Clínicamente se refleja en estados de manía o, en casos más leves, hipomanía junto con episodios relacionados o alternantes de depresión, de tal manera que el paciente suele fluctuar entre la alegría y la tristeza de una forma mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.

Por lo corriente tiene expresión por un desequilibrio electroquímico en los neurotransmisores cerebrales. Adicionalmente, debido a las características del trastorno bipolar, los individuos tienen más riesgo de mortalidad por accidentes y por causas naturales como las enfermedades cardiovasculares. A pesar de ser considerado un trastorno crónico y con una alta morbilidad y mortalidad, una atención integral que aborde todos los aspectos implicados: biológicos, psicológicos y sociales, puede conseguir la remisión total de las crisis, de ahí la gran importancia de que el diagnóstico del paciente sea correcto.

El punto principal para poder tratar el trastorno bipolar es la toma de conciencia de la dificultad, el conocimiento del enfermo y sus familiares acerca de la enfermedad mediante la realización de una psicoeducación apropiada que les acceda abordar las descompensaciones sin dudas infundadas y con los instrumentos más efectivos; asimismo evitar las reincidencias o agravaciones.

Otro punto importante es el tratamiento médico con fármacos de forma individualizada sobre todo en las etapas en que la enfermedad esta descompensada. Dentro del grupo de medicamentos que han sido mas empleados por los psiquiatras se encuentran las benzodiazepinas, los antipsicóticos y los normalizadores del estado de ánimo.

Las variaciones del estado de ánimo pueden ser incesantes y recurrentes, iniciando frecuentemente el cuadro clínico con una manía que generalmente finaliza en una depresión acentuada. En circunstancias prevalecen los síntomas maníacos o los depresivos. Cuando el estado de ánimo cambia varias veces en corto tiempo se nombra trastorno de ciclado rápido. En algunos pacientes suelen aparecer síntomas depresivos en pleno estado de manía o viceversa investido como estado mixto. El trastorno afectivo bipolar en el niño usualmente se expresa en su forma mixta.

Una característica interesante del trastorno es que entre las distintas etapas o crisis de la enfermedad ya sea se manía o depresiva el paciente presenta un lapso asintomático. Pudiendo alternar entre dos extremos de hipotimia e hipertimia, existiendo entre estos márgenes de tiempo extendidos con eutimia. Comúnmente no ocurre detrimento del enfermo y en caso de que acontezca es minúsculo con relación a otras alteraciones mentales como los trastornos esquizoafectivos y la esquizofrenia. El aparente deterioro se asocia al proceso de acomodación a la sociedad, el trabajo y la familia. En caso de aparecer síntomas de psicosis estos son proporcionados y conformes con el estado de ánimo. (48, 52).

Trastorno depresivo con síntomas psicóticos (depresión psicótica o depresión delirante)

Este tipo de trastorno en la bibliografía revisada presenta varias denominaciones tales como episodio depresivo mayor, también episodio depresivo grave, pero en los módulos de este postgrado los profesores nos enseñaron ha manejar la terminología de depresión endógena y cuando en el paciente además del estado de depresión aparecen síntomas de psicosis entonces aprendimos a manejar el termino de depresión psicótica o delirante (48,52, 54).

Es descrito en los trastornos del estado de ánimo pero a diferencia del trastorno afectivo bipolar no cambia con eventos de hipertimia. Es más bien un trastorno monopolar en que la depresión suele recurrir muchas veces durante el transcurso de la vida del paciente. Un dato importante es que son frecuentes los antecedentes patológicos familiares de episodios depresivos.

La depresión psicótica se expresa por la aparición de delirios depresivos como la culpa, el pecado, el yerro, la desastre, la catástrofe, la pobreza, la melancolía, la enfermedad, la soledad entre otros.

El síndrome de Cotard o síndrome del cadáver caminante o de creerse un muerto viviente es su mayor manifestación también llamado delirio de la negación o delirio nihilista en el cual el paciente cree haber fallecido, o que presenta descomposición de sus órganos internos o que estos no trabajan, que su corazón no late, que sus intestinos no funcionan o están podridos o pichos, otros pacientes piensan en su mente simplemente que no existen como personas. En algunos argumentos el enfermo se cree inepto para morir. Estos pacientes tienden la tendencia al suicidio.

Concurre el razonamiento de la existencia de un tipo de psicosis que se presenta con alteraciones graves relacionadas a un desempeño clínico más apacible que las