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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

solo, nunca va a decir que se siente enfermo o está enfermo y la generalidad es que acuda al médico acompañado por un familiar pero en contra de su voluntad(28,29).

La actividad cognitiva del esquizofrénico no es normal, hay incoherencias, desconexiones y existe una gran repercusión en el lenguaje, pues no piensa ni razona de forma normal. El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir, puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante, un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos psicóticos o un estado confuso onírico. También puede surgir de manera insidiosa o progresiva.

No existe un cuadro clínico único, sino que hay múltiples síntomas característicos; síntomas emocionales, cognitivos, de personalidad y de actividad motora. Los síntomas y signos que aparecen en la esquizofrenia no son únicos o exclusivos de esta, pueden aparecer también en otras enfermedades psiquiátricas (28). Además que la sintomatología suele ser muy variable lo cual dificulta aún más precisar el diagnostico (29). La sintomatología debe estar presente durante al menos 1 mes y persistir durante al menos 6 meses (30). Cuando la sintomatología psicótica de tipo esquizofrénico es de menor duración entonces estaríamos hablando en este caso particular de un trastorno esquizofreniforme (31) La edad de inicio promedio es en los hombres entre los 15 y los 25 años, y en las mujeres entre los 25 y los 35 años. No obstante puede aparecer antes o después, aunque es poco frecuente que surja antes de los 10 años o después de los 50 años. Por eso es que se plantea que debuta en los jóvenes y también se dice que es la enfermedad de la adolescencia o juventud temprana y sobre todo su precocidad o anticipación más en los varones que en las hembras (32). Cabe mencionar en mi relatoría dos casos recientes de la vida real, que pude diagnosticar y remitir a tiempo al especialista en Psiquiatría de mi localidad y que me conmovieron bastante ya que me eran conocidos desde antes, tengo cierta relación con sus familiares y además que creo los pude diagnosticar gracias a todo lo aprendido en este postgrado de psiquiátrico, que ha sido una experiencia formidable en mi vida, que actualmente estoy disfrutando estos conocimientos con gran satisfacción ya que me han permitido ayudar a mis pacientes, a otros seres humanos, al prójimo.

El primero de ellos es un joven talentoso que termino su bachillerato hijo de una vecina del barrio doctora muy reconocida por su trabajo como bacterióloga y master en microbiología, este joven al terminar el bachillerato tuvo un puntaje en las pruebas del ICFES altísimo y pudo escoger la carrera universitaria que quizo con apenas 17 años, era el orgullo de su madre y el patrón a seguir por su hermano menor, todo marchaba bien en su primer semestre de la ingeniería en sistemas y control automático cuando de pronto todo empezó a cambiar, a incumplir con todas las actividades universitarias hasta su retiro total de la universidad por ser objeto de burlas de sus compañeros de estudios que antes lo admiraban, sobre todo cuando les venían aquellas ideas delirantes de grandeza e hiperreligiosidad, en las cuales según el Dios mismo le había encomendado una misión especial para salvar al mundo de Satanás. Hasta su forma de caminar le cambio.

El otro caso es un adolescente de apenas 15 años, el hermano mayor de Tania, una compañerita y amiga del colegio de mi hija mayor de 12 años que siempre acude a mi casa por las tardes para hacer las tareas con mi hija, un joven muy formal, pero un día Tania vino muy asustada pidiendo ayuda junto con su madre por el comportamiento de su hermano describiéndome un sinnúmero de síntomas psicóticos. Ambos casos estuvieron hospitalizados en el hospital mental departamental Rudesindo Soto donde actualmente laboro realizando las consultas externas de neurología los lunes, miércoles y viernes y la interpretación e informe de los registros electroencefalográficos. Para satisfacción de todos los jóvenes les fue muy bien con los tratamientos y se han podido incorporar a sus actividades habituales. Aunque se describe en la literatura que en muchos casos la enfermedad es una condición persistente que trasciende durante todas las etapas de la vida, pero que también existen pacientes que se recuperan de ella, sobre todo como en estos casos que el diagnostico fue precoz, la atención especializada por el psiquiatra fue oportuna, desde el debut o aparición de la enfermedad, desde sus inicios, el tratamiento es el apropiado y tienen un buen apoyo de la familia (32). La prevalencia de esta enfermedad se sitúa entre el 0’3% y el 3’7% dependiendo de la zona del mundo donde estemos. Se ha observado una cierta prevalencia hereditaria, si uno de los padres padre padece esquizofrenia el hijo tiene un 12% de posibilidades de desarrollar dicho trastorno y si ambos son esquizofrénicos el niño tiene un 39% de probabilidades. Un niño con padres sanos tiene un 1% de posibilidades de padecer este trastorno, mientras que un niño con un hermano con este desorden tiene un 8% de probabilidades. Por tanto las causas de la esquizofrenia son tanto bioquímicas como ambientales.

La esquizofrenia se puede presentar principalmente asociada a los Trastornos Relacionados con Sustancias. Del 30 al 40 % de los esquizofrénicos presenta problemas de abuso de alcohol; el 15-25 % problemas con el cannabis; del 5 al 10 % abusa o depende de la cocaína. También se incluye el abuso de nicotina, muy frecuente en estos pacientes. Siempre recuerdo un paciente que había recopilado en el patio de su casa miles de colillas de cigarrillos que había recogido por la calle para después hacer sus propios cigarrillos. Las drogas y el alcohol permiten reducir los niveles de ansiedad y la depresión provocados por la esquizofrenia.

Lewis describe algunas ofuscaciones cognitivas en sus pacientes esquizofrénicos o con sospechas de padecer de esquizofrenia sobre todo cuando se encuentran sometidos a situaciones de estrés o ambientes imprecisos tales como una hipervigilancia o elevada atención por potenciales amenazas, el llegar a desenlaces, realizar facultades externamente, dificultades de raciocinio referente a circunstancias de índole social y cambios mentalmente, dificultades en diferenciar la alocución interior de la de una de origen externo. También las dificultades en el proceso sensorial visual y de conservar la concentración (33). Desde el punto de vista de la actividad neurocognitiva en estos pacientes están disminuidas o son deficientes la atención, concentración, memoria, la capacidad para solucionar problemas o el conocimiento social o del medio ambiente (34).

Al describir los síntomas de la esquizofrenia se plasman dos planteamientos sindrómicos, los síntomas positivos y los negativos (35). Particularmente nos resultan más fáciles de identificar y clasificar, opinamos que es una clasificación práctica.

Síntomas positivos: Exceso o distorsión de las funciones normales como:

  • Alucinaciones: