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Dietas habituales en complejos hospitalarios

Dietas habituales en complejos hospitalarios

Introducción.-

Con este artículo se pretende dar a conocer la importancia de una buena alimentación en la recuperación de la salud.

Es fundamental que el equipo de Enfermería conozca las necesidades nutricionales de cada paciente, mientras éste se encuentre hospitalizado, para poder contribuir a su rápida recuperación, y,  teniendo en cuenta las distintas patologías que puedan presentar, para pautar una buena dieta adecuada a sus necesidades.

Dietas habituales en complejos hospitalarios

Elvira López Sánchez; DUE

María De Los Ángeles España Romero; DUE

Isabel Gallego Carbajo; DUE

PALABRAS CLAVE: dieta hospitalaria, dieta blanda, alimentación, nutrición, dieta equilibrada.

Diferencia entre Nutrición, alimentación y dieta según la OMS.-

  • Nutrición

Proceso involuntario e inconsciente a través del cual los seres  vivos toman y transforman en su interior las sustancias sólidas y líquidas que ingieren, para mantener la vida, crecer, facilitar el funcionamiento de los órganos y obtener energía.

  • Alimentación

Acción voluntaria y consciente en proporcionar al cuerpo esa serie de productos nutritivos que, contenidos en los alimentos, son necesarios para la nutrición.

  • Dieta

Se refiere a la serie de elementos comestibles que ingiere el  organismo regularmente.

Características de la dieta equilibrada

A día de hoy cuando hablamos de dieta equilibrada nos referimos a la dieta saludable siendo esta la que cubre las necesidades individuales de los distintos nutrientes y satisface las necesidades energéticas; por lo que es aquella que contiene todos los alimentos necesarios para conseguir un estado nutricional óptimo.

Las recomendaciones que obtenemos para llevar a cabo la dieta equilibrada nos vienen dadas desde la RDA (primera recomendación) y la FAO/OMS (segunda recomendación). A continuación voy a realizar una síntesis de las diferentes recomendaciones para llevar a cabo la dieta equilibrada

Recomendaciones

  1. Carbohidratos: desde un 55% hasta un 75% del aporte energético total sin que la ingestión de azúcares complejos supere el 50% y aunque en un principio se recomendaba que la ingesta de azúcares simples no superase el 10%, en la última recomendación no se cita ningún valor en concreto (debido a la baja influencia de estos en las caries dentales).
  2. Grasas: desde el 15% hasta el 30% del ingreso energético total. La ingesta de las grasas poliinsaturadas deben encontrarse entre el 3% y el 7% y debemos limitar a un 10% el aporte de grasas saturadas. Dentro de las grasas monoinsaturadas la primera recomendación nos hace constar que el consumo de estas debe estar en torno al 15% del total, pero la segunda recomendación nos hace saber que se pueden consumir hasta llegar al porcentaje adecuado para alcanzar el valor recomendado total.
  • Proteínas: el aporte debe ser del 15% del ingreso energético, de tal modo que se consuman entre 7,5 gramos /día y 8 gramos /día (de fuente animal o vegetal).
  1. Fibra: entre 15% y 22%, sin que se superen los 40 gramos /día (si estos se superan deben ajustarse los minerales y proteínas).
  2. Sal: se recomienda limitar el consumo a un mínimo de 3 gramos /día y un máximo de 6 gramos /día, para evitar el aporte excesivo de sodio.
  3. Calorías (energía): se recomienda tomar aquel aporte que permita el mantenimiento de un peso corporal adecuado y que además cubra las necesidades de cada individuo según la edad y estado fisiológico; aproximadamente unas 40 Kcal. por kilo de peso y día.
  • Frutas y hortalizas: se recomienda consumir como mínimo 400 g/día de fruta y hortalizas, de los cuales 30 g/día deberán consumirse en forma de legumbres, frutos secos y semillas (sin incluir la patata y tubérculos entre estas recomendaciones).
  • Colesterol: se señala como límite 300 mg/día.
  • Bebidas alcohólicas: según la primera recomendación se nos hace saber que si la consumimos lo hagamos con moderación y según la segunda que limitemos el consumo.

Estas recomendaciones también se podrían poner en comparación con las de SENC ya que estas se localizan en valores intermedios con las de RDA y FAO/OMS.

La alimentación sana es la ingesta de alimentos con la finalidad de obtener de ellos los nutrientes que el cuerpo necesita para conservar la salud. Es un proceso automático, producto de la cultura, y a la vez un acto voluntario que está condicionado por diversos tipos de factores que determinan una buena o mala alimentación, bajo las condicionantes de una buena nutrición.

Para conseguir una alimentación sana que cubra adecuadamente nuestras necesidades, se deben combinar bien los alimentos por lo que es necesario conocer los nutrientes que contienen.

Se conoce como dieta mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos. La dieta mediterránea es quizás el modelo alimentario más saludable del planeta, hecho corroborado por numerosos estudios epidemiológicos y experimentales de nutrición que muestran que los países del Mediterráneo gozan de tasas de morbilidad por enfermedades crónicas más bajas y esperanza de vida más elevada.

En la actualidad, una adecuada Nutrición se considera parte indispensable en la terapia utilizada en los hospitales. El seguimiento de una alimentación sana y equilibrada es fundamental para la consecución de un óptimo estado de salud; por eso los enfermos deben ser atendidos no solo desde el punto de vista médico y del nutricional.

Dietas más habituales en los hospitales.

1.- BASAL O NORMAL: Dieta equilibrada, destinada a aquellos pacientes hospitalizados que no necesitas unos requerimientos dietéticos especiales.

2.-NORMAL SIN SAL: Dieta equilibrada de bajo contenido en sodio, cubre las necesidades nutritivas del paciente hospitalizado. Indicada para pacientes con hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal y cirrosis hepática avanzada.

3.- LÍQUIDA: Dieta compuesta por líquidos, normalmente no aporta los nutrientes necesarios, pueden suplantarse con aporte parenteral o complementos dietéticos. Indicada  oral después en una etapa de ayuno. 1ª fase post-operatoria. En algunos casos de disfagia o patologías de la cavidad bucal que no tolera la alimentación.

4.- SEMI-BLANDA: Dieta compuesta por alimentos de consistencia líquida y pastosa, es una dieta de transición entre la dieta líquida y la dieta blanda en post-operatorios. En casos de disfagias o patologías de la cavidad bucal.

5.- BLANDA: Dieta de fácil digestión, indicada en intolerancia a la dieta normal. Última fase, antes de pasar a la dieta normal en el post-operatorio.

6.- DIABÉTICA: basadas en el control de la ingesta de calorías, proteínas, grasas e hidratos de carbonos.

7.- HIPOCALÓRICA: el objetivo es aportar menos cantidad de nutrientes que los que el cuerpo del paciente necesita, por eso son las utilizadas en caso de obesidad o sobrepeso. En general no son recomendables las dietas de menos de 1.000 kcal/día.

8.- HIPERCALÓRICA: basada en aportar una cantidad mayor de nutrientes al paciente, ejemplo caso de desnutrición o anorexia en casos de pacientes críticos.

9.- ASTRINGENTE: consisten en disminuir la ingesta de fibra y grasas.

10.- SIN GLUTEN: dieta utilizada en pacientes celiacos que no pueden ingerir gluten, una proteína presente en el trigo, cebada y centeno.

BIBLIOGRAFÍA.-

Fernández-San Juan, PM, “Dieta Mediterránea versus dieta fast food”, Revista de Nutrición Práctica; 2003. Vol. 7 p. 69-73.

Keys, A., “Coronary heart disease, serum cholesterol, and the diet”, Acta Med Scand, 1980; 207(3):153-60.

Serra-Majem, L., Roman, B., Estruch, R., “Scientific evidence of interventions on the Mediterranean Diet: a systematic review”, Nutrition Reviews 2006;