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El paquete integral de parto como estrategia para disminuir el índice de cesáreas en el Centro Hospitalario Nuevo Sanatorio Durango

Un conflicto común es la programación de una cesárea por el antecedente de una previa, ello a pesar de existir trabajos que informan sobre el éxito del parto posterior a una cesárea (2, 3, 4, 15, 16). En un meta análisis Landon (9), refiere un éxito obtenido del 72.3% de las pacientes sometidas a prueba de trabajo de parto.

La morbilidad y morbilidad asociada al intento de un parto en una mujer con antecedente de una cesárea previa, se ha asociado a errores en la selección adecuada de pacientes candidatas a este procedimiento (8, 9, 15). Los factores predictivos adversos que ellos mencionan fueron cesárea por distocia, necesidad de inducción del trabajo de parto e índice de masa corporal mayor o igual a 30 (18). Resultados similares a los obtenidos en nuestro estudio (8,13).

La experiencia hasta el momento ha sido positiva en el compromiso de los médicos obstetras para pugnar por la resolución del embarazo por medio de un parto. Contrario a esto, observamos aún la presión y resistencia de algunas mujeres para concluir su gestación con un parto sobre todo en pacientes de clases media y alta por preferencia por la cesárea por razones de estatus o seguridad (3, 6, 8).

En un futuro es necesario para mejorar nuestro programa realizar: auditorias semanal o mensual de las cesáreas evitables con el monitoreo de los porcentajes individuales de cesáreas entre los obstetras (3, 10, 12), establecer guías estandarizadas de indicaciones absolutas de cesáreas y reforzar la comunicación profesional con las pacientes para detectar en el control prenatal los factores que afecten la culminación de un embarazo por parto.

En general podemos decir que la mayor parte de esta reducción (efectividad) se pudo deber a los cambios específicos en el manejo de trabajo de parto espontaneó en mujeres nulíparas sin factores de riesgo, además del compromiso de los médicos, quienes se interesaron activamente en el manejo de trabajo de parto.

Una limitante del estudio son las pérdidas de las mujeres que abandonaron el programa, las cuales aunque fueron pocas (15%, 18/114), pudieran aumentar nuestra tasa de cesáreas. Ello asumiendo que el abandono se debió a la insistencia de resolución de su embarazo en un parto.

Por otro lado, aunque la muestra pudiera no ser representativa de todos los hospitales privados, su implementación en centros semejantes al nuestro pudiera ser efectiva. La aplicabilidad en centros de atención pública requeriría de ser evaluada.

CONCLUSIÓN

El nuevo programa “paquete integral de parto” en nuestro hospital permitió una reducción del 22% en la tasa de cesárea, con una frecuencia baja de abandono.

El factor que se asoció a mayor número de cesáreas fue el ingreso hospitalario con menos de 4 cm de dilatación y las inducciones de trabajo de parto electivas.

Tablas – El paquete integral de parto como estrategia para disminuir el índice de cesáreas en el Centro Hospitalario Nuevo Sanatorio Durango

Tablas – El paquete integral de parto como estrategia para disminuir el índice de cesáreas en el Centro Hospitalario Nuevo Sanatorio Durango

REFERENCIAS

  1. Juárez Azpilcueta A, Villareal Peral C. Historia cronológica de la cesárea y su evolución en México. An Med Asoc Med Hosp ABC 1996; 41(1):33-6.
  2. Guía de práctica clínica para la realización de operación cesárea, México: Secretaria de salud; 2010.
  3. Gutiérrez JP, Rivera-Dommarco J, Shamah-Levy T, Villalpando-Hernández S, Franco A, Cuevas-Nasu L y cols. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública, 2012.
  4. Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-1993, Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio. México DF Diario Oficial de la Federación; 1995.
  5. Rosales Aujang E, Felguérez Flores JA. Repercusión demográfica de la operación cesárea. Ginecol Obstet Mex 2009; 77 (8):362-6.
  6. Puentes-Rosas E, Gómez Dantés O, Garrido Latorre F. Cesáreas en México: tendencias, niveles y factores asociados. Salud Pub Mex 2004; 46(1): 16-22.
  7. Villar J, Valladares E, Wojdyla D, Zavaleta N, et al. Caesarean delivery rates and pregnancy outcomes: the 2005 WHO global survey on maternal and perinatal health in Latin America. Lancet 2006; 367 (9525):1819-29.
  8. Soto C, Teuber H, Cabrera C, Marín M, y cols. Educación prenatal y su relación con el tipo de parto: una vía hacia el parto natural. Rev Chil Obstet Ginecol 2006; 71(2): 98-103.
  9. Landon MB, Leindecker S, Spong CY, Bloom S, et al. The MFMU cesarean registry: Factor affecting the success of trial of labor after previous cesarean delivery? Am J Obstet Gynecol 2005; 193: 1016-23.
  10. Salinas H, Carmona S, Albornoz J, Veloz P. y cols. ¿Se puede reducir el índice de cesárea? Experiencia del hospital clínico de la Universidad de chile. Rev Chil Obstet Ginecol 2004; 69(1): 8-13.
  11. Muñoz Enciso JM, Rosales Aujang E, Domínguez Ponce G, Serrano Díaz CL-Operación cesárea: ¿indicación justificante o preocupación justificada? Ginecol Obstet Mex 2011; 79(2): 67-74.
  12. Guerra Verdecia C, Vázquez Márquez A, Virelles Pacheco A. ¿Se puede disminuir la frecuencia de cesáreas primitivas? Rev Cubana Obstet Ginecol 1998;24(1):45-9.
  13. Salinas PH, Albornoz J, Reyes Á, Carmona S. Factores predictores de cesárea. Rev Chil Obstet Ginecol 2004; 69(5): 3573-7.
  14. Guerra GV, Cecatti JG, Souza JP, Faúndes S, et al. Elective induction versus spontaneous labour in Latin America. Bull World Health Organ 2011; 89:657–65.
  15. Parto después de una cesárea. México: Secretaria de Salud, 2013.
  16. Lira Plascencia J, Tiscareño Barajas A. Cesárea de repetición: ¿Una cesárea necesaria? Ginec Obst Mex 2000;68: 219.