Inicio > Formación en Ciencias de la Salud > Pertenencia y pertinencia del docente, una visión a partir de las competencias disciplinarias. Pedagogía organizacional y recursos humanos > Página 2

Pertenencia y pertinencia del docente, una visión a partir de las competencias disciplinarias. Pedagogía organizacional y recursos humanos

Responsable, Trabajador, Activo, Coherente, Motivador, Práctico, Perfeccionista, Respetuoso, Tolerante, Agradecido, Confiable, Consiente, Formador, Pertinente, Audaz, Libre, Cooperador, Proactivo, Colaborador, Líder, Coordinador, Facilitador. Es allí, donde la identidad del docente es tener plena conciencia de ser integrante de una comunidad universitaria, es decir, sentir, participar y estar vinculado permanente y activamente a las acciones y valores que les son comunes a los universitarios; es un sentimiento de lealtad, respeto, agradecimiento, orgullo y responsabilidad para contribuir al engrandecimiento institucional.

Considerando como identidad universitaria, al conjunto de repertorios culturales compartidos por la comunidad universitaria a partir de los cuales se definen a si mismos, orientan sus acciones y otorgan sentido a sus prácticas cotidianas.

La identidad universitaria no resulta del simple hecho de ser miembros de la comunidad universitaria, sino de un proceso social que implica conocer y compartir los valores, la historia, las tradiciones, los símbolos, las aspiraciones, las prácticas cotidianas y los compromisos sociales que conforman el ser y quehacer de la universidad. La identidad incluye el sentido de pertenencia por tener o haber tenido el privilegio de estudiar en la Universidad, de haber obtenido un título o un grado, de tenerla toda la vida en la memoria, acompañada de nostalgia y reminiscencia del pasado como estudiante.

Ahora bien, también se debe hablar de pertinencia, y es necesario tener claro que significa; se define como la cualidad de lo que es conveniente y oportuno; es un concepto que se refiere directamente a la Calidad educativa. Es decir, se refiere a que sí lo que se está enseñando produce las competencias necesarias para garantizar el crecimiento, se entiende que la educación es el único medio para superar la pobreza por ello la calidad de la educación en tanto derecho fundamental, además de ser eficaz y eficiente, debe respetar los derechos de todas las personas, ser relevante, pertinente y equitativa. La pertinencia de la educación remite a la necesidad de que ésta sea significativa para personas de distintos contextos sociales y culturales, y con diferentes capacidades e intereses, de tal forma que puedan apropiarse de los contenidos de la cultura, mundial y local, y construirse como sujetos en la sociedad, desarrollando su autonomía y su propia identidad.

A la vez significa responder a las necesidades y expectativas de los entornos, sean estos sociales, productivos o familiares. Se entiende entonces por educación pertinente aquella que está en condiciones de aportar a la transformación y desarrollo de las comunidades locales y nacionales, preparar para la inserción en el mundo del trabajo en la medida en que se articula con el sector productivo y aportar a la construcción de un mundo más justo, más equitativo y comprometido con el ambiente.

En este sentido, en el trabajo del docente investigador se requieren competencias referidas al manejo, conocimiento y habilidades necesarias para plantear y desarrollar investigaciones, las cuales están asociadas a las etapas de cualquier estudio, en relación a identificar, plantear y formular problemas, diseñar objetivos, manejo de fuentes de información, elaboración del marco teórico, formular hipótesis, definir conceptual y operacionalmente las variables, definir el tipo y diseño de investigación, determinar la población, el muestreo, el tamaño de la muestra, diseñar los instrumentos de medición, codificar y tabular los datos, seleccionar el tipo de análisis a aplicar, presentar, interpretar los resultados, elaborar el informe, y dominio del idioma inglés. Estas competencias se derivaron del análisis de las actividades que se realizan en el proceso de investigación, las cuales ameritan conocimientos, habilidades y destrezas específicas.

En este sentido, la producción intelectual en el área de investigación se define como el resultado de las actividades desarrolladas en el área de investigación por el docente, tomando en cuenta el nivel académico alcanzado, investigaciones realizadas y publicadas, asesoría de trabajos de investigación y asistencia de eventos científicos. Es por ello, que Sayous (2007) coincide con la necesidad de desarrollar competencias investigativas, con el fin de formar docente comprometidos, en pos de generar procesos dinámicos y continuos de aprendizaje social para la producción y transmisión de conocimientos y tecnologías y que en su forma de actuación establezcan valores y actitudes que les permitan asumir, suscitar e impulsar ideas y cambios acordes con el momento histórico; agrega que también es necesario integrar la investigación con la producción de bienes y servicios, fomentar la actitud de liderazgo, para que los estudiantes realicen proyectos sociales encaminados al desarrollo económico sostenible, generar alianzas estratégicas entre el sector productivo y la sociedad, como vía para el intercambio y la colaboración en la solución de problemas de interés social.

De igual forma, Rizo (2004) señala la importancia de que los docentes manejen competencias investigativas para transferirlas en forma eficaz a sus estudiantes, plantea que pensar la investigación supone una aproximación a los conocimientos teóricos que fundamenta su praxis investigativa, pero a demás señala la necesidad de darle un sentido reflexivo y asumirla como un proceso en continua construcción y reconstrucción, sugiere enseñar a investigar investigando, desde la práctica, tomando en consideración los niveles pedagógico, epistemológico y comunicativo Siendo así los docentes deben promover la curiosidad de los estudiantes para que sean capaces de plantear problemas prácticos creativos e impulsar la habilidad para convertir esos problemas prácticos en problemas de conocimiento.

En conclusión, se podría afirmar que la investigación como eje curricular en la educación vendría dada por la articulación de todos los niveles, a través de todas las asignaturas y contenidos presentes en los planes de estudio para la construcción de competencias investigativas; el maestro investigador estaría en disposición de mediar para que los alumnos alcancen su potencial en la construcción de conocimientos. En este sentido, en la medida que el docente investigue y reflexione sobre su práctica educativa se percatará de las competencias que se requieren para investigar y podrá trabajar en ellas, tanto a nivel personal como a nivel de los alumnos. El proceso educativo permite que los educandos construyan competencias y si éstas están relacionadas con la investigación, podría lograrse transformaciones de forma y fondo en nuestra realidad.

Sin duda que el desarrollo de la investigación es una ocupación de compromiso del docente con y para la sociedad, la universidad lo que constituye un imperativo, ya que las consecuencias de dicha actividad crean un aporte favorable a los problemas emergen de la sociedad. De igual forma, los productos de la investigación y la praxis cotidiana de la misma por parte de los docentes investigadores, significa una contribución reveladora para el mejoramiento de la calidad de la docencia y de desarrollo profesional en tiempos de cambio. La formación para la investigación es un proceso continuo de acciones orientadas a favorecer la apropiación y desarrollo de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para que los docentes puedan desempeñar con éxito actividades productivas asociadas a la