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Dolor postoperatorio controlado con bombas de PCA

receptores µ).Sin riesgo respiratorio. Menor efecto en motilidad gastrointestinal (GI).

Analgésicos no opioides de de primera elección – adyuvantes usados en sistema de analgesia controlada por el paciente (PCA):

– Paracetamol (administración lenta) Riesgo insuficiencia hepática

– Metamizol (administración lenta) Contraindicado en insuficiencia renal crónica (IRC)

– Dexketoprofeno: Contraindicado en insuficiencia renal crónica (IRC)

Adjunto al tratamiento sin sistema de perfusión continua por analgesia controlada por el paciente (PCA) se pueden administrar como rescate la meperidina o petidina, antes indicado. La administración subcutánea, a veces es preferida por mitigar los efectos secundarios de este analgésico.

Fármacos antieméticos adyuvantes:

Con administración sistemática acompañando al tratamiento analgésico para evitar el posible efecto agudo del opioide. De primera elección están:

– Ondansetrona: administración lenta. Riesgo oclusión intestinal

– Droperidol: administración lenta. Uso restringido a adultos.

– Metroclopramida: administración directa. Combinado con L-Dopa produce antagonismo.

Fármacos protectores de la mucosa gástrica:

-Omeprazol: que en ocasiones viene con la perfusión de analgesia controlada por el paciente (PCA) si la pauta analgésica es de AINE’s.

-Ranitidina: administrado independiente de la infusión de analgesia (PCA) o rescate. Sobre todo si la analgesia es con AINE’s.

            4.3.-. Objetivos prácticos:

A través de este sistema de infusión de analgesia, se busca una buena movilidad inmediata sin miedo al dolor y actuación favorable en el autocuidado del paciente postquirúrgico, con menor dependencia de Enfermería durante su hospitalización.

                        4.3.1.- Preparación de la medicación personalizada

La perfusión endovenosa contínua de agentes opioides por analgesia controlada por el paciente (PCA) representa un método seguro en el tratamiento del dolor agudo, añadiendo de forma alternativa a la vía endovenosa, la vía de administración intramuscular y la subcutánea para dosis de rescates durante las horas de riesgo para el paciente, hasta la tolerancia por vía oral.

Los analgésicos opioides más usados cloruro mórfico (CLM), oxicodona y tramadol, en perfusión. Para calcular la velocidad, se ajusta el ritmo de perfusión de acuerdo con la mínima cantidad de analgesia efectiva (MEAC) en plasma, manteniendo esa concentración en sangre durante el tiempo programado de la bomba, calculado para 24-48 horas.

  • Tras valoración del paciente por el anestesiólogo de guardia en reanimación, se indica la primera dosis de carga del analgésico o analgésicos y la pauta de perfusión contínua de analgesia controlada por el paciente (PCA) endovenosa, por prescripción médica. Las posteriores valoraciones protocolizadas en el tiempo que se hacen con las escalas del dolor, anteriormente mencionadas, nos da la efectividad de un resultado previsible debido al mantenimiento del nivel plasmático del fármaco en sangre.
  • Si el paciente sufre un dolor descontrolado, sin otra complicación, además de mantener la perfusión, se utilizarán los rescates de analgesia pautados por el anestesista de guardia. 3.2.- Programación de la bomba de analgesia controlada por el paciente (PCA)

Es necesario un equipo de infusión específico en el cual se programa:

  1. La dilución del fármaco a infundir durante el tiempo programado.
  2. El intervalo de tiempo entre las dosis autoadministradas. Que consiste en la autoadministración de pequeñas dosis programadas de analgesia, además de la infusión constante del analgésico, con el objetivo principal de que sea el propio paciente el que mantenga el control constante de su dolor. Una vez autoadministrada la dosis, el sistema de seguridad no le dejará otra administración liberada si no ha transcurrido el tiempo necesario.
  3. Dosis máximas por unidad de tiempo perfundidas de forma constante (2ml/h).

En un panel frontal posee un botón de inicio para encendido, aparece un menú. Está dotada de una pantalla con letras muy visibles, donde se visualiza un menú principal indicando sus modalidades de uso. Usamos el cursor para seleccionar en el menú la opción: «manejo del dolor». A partir de esta opción, seguiremos secuencialmente la programación de la medicación. El fármaco queda en la parte superior de la bomba, unida a esta a través de un sistema de suero, ambos elementos siempre visibles. Se procede al sistema purgado automático de la medicación en el sistema de infusión antes de conectarlo al catéter endovenoso del paciente. Un botón pone en marcha el inicio.

En caso de complicaciones mecánicas, obstrucción a cualquier nivel (catéter endovenoso, conexión ó sistema) resistencia en el ritmo, fin de la medicación, el sensor detecta la anomalía y hace que suene la alarma de aviso. En la pantalla reflejará un número que indicará el tipo de anomalía. Silenciamos alarma antes de resolver el problema que ha detectado la máquina y reiniciamos la perfusión.

Si durante la infusión constante de analgesia por la bomba, aparece el dolor, el paciente activará el sistema de dosis extra o de rescate presionando un botón central del dispositivo situado al final del cable y será liberada una dosis del analgésico extra en sangre. Este proceso individual, hace que se personalice las necesidades del dolor. Este sistema es muy usado de forma preventiva antes de realizar una cura. Con analgésicos opiáceos disminuye las complicaciones asociadas en su uso, dando la seguridad de NO sobredosificación.

Es de sencillo manejo y disminuye la carga de trabajo de Enfermería. Cabe recordar que este sistema de infusión tiene siempre presente el aviso al profesional, con