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Educación y paz, como inspiración de los pueblos

los derechos propios y ajenos en pro de la libertad y el fin último al que todos tenemos derecho la “felicidad”.

Es por ello que, el deseo de paz se manifiesta en la actualidad como una de las mayores preocupaciones en los pueblos y alcanzarla es tarea compleja. Esto ha conllevado a diversos grupos y organizaciones a plantearse acciones en la búsqueda de estrategias para intentar vivir en paz haciendo uso de la libertad, el cultivo y respeto a las diferencias. En tal sentido, la educación tiene un papel relevante dentro de la sociedad; por cuanto, es la encargada de la formación de los niños, jóvenes y adultos. Quienes serán los responsables de este planeta al que llamamos hogar; son ellos quienes podrán reconocer en los mensajes: lo valioso y lo verdadero de lo falso. Asimismo, la educación debe formar a los educandos para que aspiren a acceder y a disfrutar de la cultura, tomar conciencia de las realidades del mundo, a fin de preparar al hombre para la vida.

En tal sentido, la paz se mide por el tamaño del conflicto de los sujetos, cada quien desde su trinchera y sus convicciones mide la paz y en un grupo ante una situación conflictiva se suscitan diversas posturas en cuanto al conflicto mismo. Un ejemplo de lo anterior se presenta en el libro el “Caos Sostenible” donde Jordi Raich nos expone “El Conflicto Cotidiano en Oriente Próximo” y comenta:

Todas las opiniones parecían comenzar de la misma manera: “Después de la revolución podemos hablar de política”… “Después de la revolución podemos denunciar la corrupción y la tortura, podemos protestar, nunca más tendremos un Gobierno impuesto…”… “Después de la revolución podemos abrazar a nuestros mujeres en la calle”… (pág15)

Para estas personas es probable que la paz al fin había llegado, en cambio para otras el conflicto aún no había terminado o simplemente se iniciaba uno nuevo. En otra situación por ejemplo: un hogar donde los padres discuten constantemente; es posible que sucediera lo mismo del caso anterior aunque las circunstancias sean diferentes. Esto quiere decir, cada quien tendría su ideal de paz; tal vez, la paz sería dejar de pelear, el divorcio o ninguna de estas opciones aún traigan la paz a este hogar. Entonces podemos decir, se medirá la paz de acuerdo al conflicto.

Todo lo hablado nos hace ver el preciado valor ontológico que la paz tiene en la vida de las personas, un valor que puede ser medido como tesoro y en este sentido, Isaías en el Homenaje de los pueblos del Antiguo Testamento nos dice:

En lugar de bronce, te traeré oro;

en lugar de hierro, te traeré plata;

en lugar de madera, te traeré bronce;

en lugar de piedra, te traeré hierro,

te daré por magisterio la paz,

y por gobernador, la justicia.

No se oirá más en tu tierra.

¡Violencia!,

Ni dentro de tus fronteras.

¡Ruina, destrucción! (Is. 60, 17-18)

Como bien lo señala la cita anterior, la paz es un tesoro preciado el cual todos los seres humanos queremos tener y también lo merecemos de manera individual y en colectivo; sea cual sea nuestra ideología, religión, condición social o política la paz es el estado al que todos tenemos derecho y tenemos el deber de cuidar para no estar por la vida midiéndola o comparándola con la de otros, la idea es estar viviendo en paz y no viviendo en conflictos. De allí, la búsqueda constante del hombre por vivir en paz; lo cual es tarea compleja por los conflictos que constantemente generamos.

Desde esta perspectiva, Flores (2005), refiere en esta situación de complejidad social que:

Las personas pueden y deben desarrollar estrategias más efectivas para abordar y reducir la complejidad, su incertidumbre y su inseguridad. Sus estrategias más originales siguen siendo conocer el mundo y confiar en los demás. Esto es lo principal que necesitan aprender en la escuela (p.313).

Con base en esta postura, los expertos andan en busca de estrategias y soluciones en pro de la paz tan anhelada, una de esas posibles soluciones podría estar en la educación. Aquí se generan algunas interrogantes para responder:

¿Es la Educación la Vía para la Comprensión de las Comunidades Societales?

“La comprensión hacia los demás necesita la conciencia de la complejidad humana”

Edgar Morín

Cómo se ha ido señalando hombres y mujeres persiguen acuerdos que permitan una vida pacífica en el mundo. Son muchos los intentos que han sido fallidos a lo largo de la historia, otros han dado resultados positivos; sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer. Como hemos señalado, todos anhelamos y necesitamos vivir en paz; no obstante, pareciera contradictorio por cuanto es tan difícil llegar a ella haciendo acuerdos que conduzcan a una paz mundial. En este punto, diversas personalidades y organismos están conscientes que la paz solucionaría grandes problemas en los pueblos, de índole económico, político y social. Recordemos que tenemos derecho a la vida y el deber de preservar nuestra especie en consecuencia preservar todo lo que nos rodea y allí la paz tiene un rol protagónico.

De esa preocupación se deriva la postura de que la educación puede ser orientada al logro de la comprensión entre los pueblos y ha sido denominado educación para la paz; una educación para la comprensión internacional que permita entender las situaciones que viven los pueblos en sus contextos. En este sentido Zabaleta (1986), señala:

Se habla frecuentemente de educar para la paz y sin embargo, las distintas naciones no han logrado materializar esta aspiración, aunque se hayan dado formas para este tipo de educación y se hayan formulado y adoptado disposiciones legales para su realización (p.13)

El fundamento anterior reafirma lo expuesto en párrafos anteriores y es lamentable que aunque existan los médicos y las medicinas para la enfermedad aún no se haya erradicado del planeta por no llegar a consenso, acuerdos o estrategias que faciliten la aplicación en las instituciones educativas de una educación para la paz. La educación posee la responsabilidad, según Kohle (1974), de: “proporcionar a un mundo reticente e incrédulo los resultados de diversas ciencias sociales relacionadas con la paz, abriendo el cauce a un cambio de conciencia en el más amplio nivel” (p.33).

Esto indica, el reconocimiento de la práctica de una educación para la paz; sin embargo, se estima que una educación para la