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Los principales factores que provocan efectos farmacológicos adversos en adultos mayores. La edad olvidada

fabricantes que incluyan a personas sanas de edades avanzadas en los ensayos clínicos de medicamentos(25); debido a que, hasta la fecha, la mayoría de los medicamentos disponibles en terapéutica se han estudiado principalmente en sujetos relativamente jóvenes y de sexo masculino.

Esta situación supone una paradoja ya que, con posterioridad, estos medicamentos van a ser utilizados en pacientes ancianos, de los que más de la mitad serán mujeres. (26,27)

Siendo esto un problema grave de salud publica en nuestro país, que puede desencadenar fatales consecuencias.

Los factores de riesgo que presentan en relación a la experimentación de efectos adversos medicamentosos de mayor predominio son la automedicación, la inadecuada prescripción, el predominio en el sexo femenino, la edad, bajo peso, existencia de antecedentes anteriores de efectos adversos, el elevado número de fármacos administrados, dosificaciones mayores a las debidas, daño hepático o renal , entre otros factores que determinan la predisposición a la aparición de los efectos adversos medicamentosos, en los cuales varían las características individuales de cada paciente y del medicamento administrado.

Si bien, los factores que predisponen la aparición de efectos adversos varían en función de las características del paciente y del fármaco administrado.

Entre los principales fármacos utilizados en los adultos mayores, existen medicamentos que han mostrado grandes riesgos en la producción de efectos adversos en los pacientes geriátricos por ser fármacos cuyo aclaramiento es comúnmente disminuido, los cuales originan la aparición de efectos negativos cuando se utilizan las dosis comunes, un ejemplo de ello es el propanolol, otros fármacos como los antipsicóticos, hipnóticos y benzodiazepinas hacen presentar una mayor sensibilidad y algunos otros se asocian a los efectos adversos ya que pueden agravar enfermedades comunes entre la población de los adultos mayores, como los efectos observados en los medicamentos con propiedades anticolinérgica, antihipertensivos, etc.

Entre los peligros potenciales de algunos de los principales medicamentos que frecuentemente se emplean en el tratamiento de los adultos mayores encontramos los analgésicos narcóticos, en los pacientes geriátricos se deben de utilizar dosis bajas para evitar la confusión mental y sedación, además de la depresión respiratoria; el estreñimiento puede ser causado por estos fármacos, viéndose en la necesidad de administrar medicamentos laxantes.

Otros son los antihistamínicos H2, en medicamentos como la ranitidina y la cimetidina se ha observado disminución en el aclaramiento de pacientes geriátricos, el cual es un efecto que nos indica la necesidad de utilizar menores dosis. Al prescribir dosis estándar en estos pacientes se pueden causar cuadros de confusión.

Los antiinflamatorios no esteroideos, famosos Aines, son causantes de irritación y hemorragia gastrointestinal, por lo que se debe tener precaución con los pacientes con antecedentes de ulcera péptica.

Existen otros efectos adversos relacionados con la función renal como la retención de líquidos y sodio, la hiperpotasemia, la insuficiencia renal aguda, el síndrome nefrótico entre otros, además de que este medicamento inhibe la broncodilatación el cual predispone a los pacientes geriátricos a precipitar la aparición de broncoespasmo en individuos con predisposición a la hipersensibilidad de ácido acetilsalicílico.

Los betabloqueantes disminuyen la respuesta beta-adrenérgica, ya que tienen efectos inotrópicos negativos que empeoran la insuficiencia cardiaca. Los pacientes diabéticos tratados con insulina con la acción de estos medicamentos prolongan episodios de hipoglucemia.

Las benzodiacepinas son medicamentos sobreutilizados en pacientes geriátricos ya que es muy frecuente que se modifique el sueño, lo que les genera pensar que no duermen lo suficiente o bien la calidad del sueño es mala, estos se deben de administrar a dosis bajas, durante periodos cortos ya que causan dependencia a ellos, en donde la interrupción brusca puede provocar insomnio de rebote y predisponer al paciente a utilizarlos crónicamente.

Discusión y conclusión

Es de suma importancia concientizar tanto al adulto mayor, como al personal de salud, que los fármacos no están exentos de causar riesgos en el grupo de personas que se encuentran en la etapa de la vejez.

Por parte del personal de salud, se debe pautar una clara indicación de la prescripción correcta y necesaria de medicamentos en el paciente adulto mayor, y una vez cumplido el efecto deseado del fármaco indicado, retirar la prescripción de los medicamentos no necesarios para los malestares del paciente.

Con la atención adecuada, personalizada y concienzuda por parte de los médicos, se podrá disminuir la incidencia de los efectos adversos medicamentosos.

Sin embargo, se debe recalcar que para que el médico pueda adecuar una prescripción correcta, debe tener una visión global del adulto mayor mediante el interrogatorio previo, además de adecuar las dosis exactas necesarias para el paciente de edad avanzada, ya que en comparación con la demás población, las dosis manejadas no son iguales.

En cuanto a los pacientes que se encuentran en la edad anteriormente mencionada, es frecuente que no cumplan o cumplan mal las indicaciones de una prescripción médica, siendo este un factor determinante, al cual se debe prestar especial atención, ya que puede ocasionar graves consecuencias mediante los efectos adversos medicamentosos.

Otra problemática muy importante ocurre en algunas de las casas de asistencia para adultos mayores, donde también contribuyen en la mala prescripción y en el uso excesivo de medicación no indicada, inadecuada o inapropiada para el adulto mayor.

Por ello que debemos darle valor a esta problemática, que va en incremento día a día, mediante la farmacovigilancia por parte del personal de salud, ya que mejoraría en gran medida la seguridad y atención del paciente en relación con el uso de los medicamentos, además de ayudar a evaluar las ventajas, la nocividad a los riesgos y la eficacia que puedan presentar los fármacos, alentando al paciente con edad avanzada a utilizarlos de una manera segura y eficaz.

Se debe de fomentar la enseñanza y comprensión de la farmacovigilancia en el personal de salud.

Errores en la indicación como en la dosificación de fármacos en los ancianos son causa importante de reacciones adversas medicamentosas. Tema de gran interés para nuestro grupo de trabajo y por el momento concluimos diciendo que los ancianos son personas con un mayor riesgo de iatrogenia farmacológica grave, lo que lleva a replantear un mejor control en la prescripción de medicamentos en la población de adultos mayores en quienes se debe tener presente la posible aparición de las reacciones adversas medicamentosas de pronóstico grave que deterioran seriamente la vida del anciano, evitables en su mayoría, participando y promoviendo estudios de farmacovigilancia, con objeto de verificarlas, detectarlas, cuantificarlas y si es posible evitar su