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Relación emergencia hipertensiva con variables clínico-epidemiológicas

de los mismos en el grupo estudio fundamentalmente en el consumidor de riesgo (19.5%) y la dependencia alcohólica. (21.9)

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Emergencia hipertensiva. Alcoholismo

Figura 6. Distribución de pacientes con Emergencia Hipertensiva y casos control según ingestión de bebidas alcohólicas. Hospital General Docente “Comandante Pinares” San Cristóbal, Enero 2009 – Diciembre 2012.

Por lo general, un incremento en el consumo de alcohol conduce a un incremento en la presión sanguínea. Si bien los científicos están de acuerdo en que el consumo fuerte de bebidas alcohólicas constituye un riesgo de hemorragia y de accidente cerebrovascular isquémico, en varios estudios de investigación se ha encontrado que el consumo diario de cantidades pequeñas de alcohol tiene una influencia protectora contra el accidente cerebrovascular isquémico, quizás debido a que el alcohol reduce la capacidad de coagulación de las plaquetas en la sangre. (40)

El consumo moderado de alcohol puede actuar de la misma forma que la aspirina en reducir la coagulación de la sangre y evitar el accidente cerebrovascular isquémico. El fuerte consumo de alcohol, no obstante, puede agotar gravemente el número de plaquetas y comprometer la coagulación de la sangre y la viscosidad de la sangre conduciendo a hemorragias. Además, el consumo asiduo o en cantidades excesivas de alcohol puede conducir a un efecto de rebote después de que el alcohol se ha eliminado del cuerpo. Las consecuencias de este efecto de rebote son las de que la viscosidad de la sangre (o el espesor), y los niveles de plaquetas aumentan extraordinariamente después de beber en cantidad, con lo que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico. (20,28)

 Realizamos una distribución de los casos según la ingestión de sal en la dieta y lo reflejamos en la Tabla 3, resultando que el 56,7% de los pacientes del grupo de estudio tenían una inadecuada ingestión de sal en relación con el 45,2% en el grupo control I y un 46.4 en el grupo control II.

Tabla 3. Distribución de pacientes con Emergencia Hipertensiva y casos control según ingestión de sal en la dieta. Hospital General Docente “Comandante Pinares” San Cristóbal, Enero 2009 Diciembre 2012.

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Ingestión sal dieta

Muchos son los autores que han tratado de establecer una relación entre el sodio y la hipertensión arterial sin que se haya llegado a un acuerdo debido a la interrelación de otros factores en esta entidad. Sin embargo, hay estudio donde se manifiesta una evidente dependencia de la dieta inadecuada con ingestiones de sal superior a los 6 gramos por día por persona con el incremento de las cifras tensiónales en un paciente hipertenso (6, 8, 31, 37).

En la Tabla 4 se realiza un análisis del cumplimiento o no, del tratamiento antihipertensivo previo y encontramos que en general el mayor por ciento de los pacientes no llevaban ningún tipo de tratamiento y al analizarlo de forma independiente en el grupo estudio y el grupo control, existió un franco predominio en el grupo estudio, de pacientes que no llevaban tratamiento y desarrollaron emergencia hipertensiva con un 66,6% contra un 32.4% en el grupo control, lo cual fue muy significativo desde el punto de vista estadístico.

Tabla 4. Distribución de pacientes con Emergencia Hipertensiva y casos control según cumplimiento o no del tratamiento antihipertensivo previo. Hospital General Docente “Comandante Pinares” San Cristóbal, Enero 2009 – Diciembre 2012.

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Cumplimiento ttratamiento antihipertensivo

En la bibliografía consultada se encontraron autores que coinciden al plantear que cada día resulta más difícil mantener estabilizado a un hipertenso a pesar del control estricto de esta entidad llevado a cabo por el Sistema Nacional de Salud al nivel de su atención primaria, lo cual corrobora un estudio realizado en el año 2000 donde solo cerca el 50% de sus pacientes eran capaces de cumplir cabalmente el tratamiento. Resultados similares son exhibidos por Dotres Martínez. (7, 30,37, 41,42).

Las Crisis Hipertensiva, a pesar de ocupar un pequeñísimo lugar dentro de la Hipertensión, son por un lado, el peligro más inmediato para los individuos hipertensos y, por otro la prueba más sustancial de que los fármacos antihipertensivos pueden salvar vidas. 43-46 El medicamento antihipertensivo puede reducir el riego de accidente cerebrovascular de una persona. Estudios recientes indican que el tratamiento puede disminuir la tasa de incidencia de accidente cerebrovascular en un 38 por ciento y reducir la tasa de mortalidad en un 40 por ciento. (20) No hemos de olvidar que en una gran mayoría de los casos, las emergencias se presentan en pacientes mal controlados y a veces mal tratados. Todo médico tiene que insistir en todas las medidas y a veces las medidas generales son más eficaces que complejos tratamientos. La dieta, el ajuste al peso ideal según, el sexo, talla y edad. El aporte de minerales, actualmente en entredicho, el aporte de sodio para la prevención de la hipertensión, no para el control, cuando ya existe hipertensión. (15,17)

CONCLUSIONES.

Podemos concluir que no existe un adecuado control y conocimiento de los factores de riesgo, lo que contribuyó a la presentación de un número elevado de pacientes con Emergencia Hipertensiva con consecuencias grave.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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