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La importancia del papel enfermero en pacientes intervenidos de cirugía bariátrica

médicas, debido a las

carencias nutricionales por la baja ingesta, malabsorción del bypass o la falta de suplementación de nutrientes. Suelen ser comunes tanto deficiencias vitamínicas y minerales como complicaciones funcionales “síndrome de dumping”, que consiste en el vaciamiento rápido del contenido gástrico, lo que origina una serie de síntomas pospandriales gastrointestinales y vasomotores. Según la aparición de síntomas se habla de dumping precoz o tardío. En el síndrome de dumping precoz se presenta en la primera hora tras la ingesta dando lugar a síntomas digestivos (distensión y dolor abdominal, sensación de plenitud, náuseas vómitos, diarrea explosiva…) y síntomas vasomotores (taquicardia, palpitación, sudoración…). El síndrome de dumping tardío aparece a las 2-4 horas tras la ingesta dando lugar a una hipoglucemia secundaria al hiperinsulinismo pospandrial provocado por la rápida absorción de los hidratos de carbono.

El papel enfermero es fundamental para enseñar hábitos dietéticos saludables y actividad física regular. Tanto previo a la cirugía como tras la cirugía bariátrica el seguimiento en la consulta de Enfermería se debe centrar en asesorar, motivar y educar nutricionalmente al paciente, para lograr un cambio en sus hábitos alimentarios y mantener un estilo de vida saludable a largo plazo. Es por ello que las enfermeras tienen un papel holístico del paciente en busca de una correcta adherencia al tratamiento tras la cirugía, ya sea farmacológico como nutricional. Tras la cirugía se les debe de enseñar a seguir unos hábitos saludables para evitar la desnutrición mediante un cuidado integral. Además, diferentes estudios confirman que con todo ello mejora la atención percibida por el paciente.

Dada la prevalencia de diagnósticos de Enfermería relacionados con la falta de conocimiento acerca de la cirugía bariátrica y sus complicaciones, se confirma que la educación y la preparación preoperatoria son importantes para la recuperación del paciente y lograr así el éxito de la cirugía. Todo ello ira dirigido a promover el autocuidado del paciente, basado en la teoría del déficit de autocuidado de Dorothea Orem. A partir de esta teoría y de las demandas identificadas del déficit de autocuidado se pueden desarrollar los diagnósticos de Enfermería mediante la taxonomía II de NANDA-I: Trastorno de la imagen corporal, Conocimientos deficientes relacionados con la obesidad y la cirugía bariátrica, Mantenimiento ineficaz de la Salud, Desequilibrio nutricional por exceso, Patrón respiratorio ineficaz, Deterioro del patrón del sueño, Deterioro de la movilidad física, Riesgo de intolerancia a la actividad, Sedentarismo, Estreñimiento, Diarrea y Riesgo de Soledad.

Consulta de Enfermería previa a la cirugía

En la consulta de Enfermería de Nutrición el equipo de Enfermería debe realizar un seguimiento exhaustivo del paciente para asesorar de todas aquellas dudas que puedan surgir. Conseguir una buena adherencia a la dieta y también poder lograr una pérdida de peso previa a la intervención para disminuir las comorbilidades de la cirugía. En la última consulta previa a la cirugía se debe comprobar y reforzar los conocimientos adquiridos.

Se les debe de ofrecer conocimientos básicos de nutrición y consejos generales:

– Grupos de alimentos con sus características y calorías.

– Dieta equilibrada, diferencia entre alimentación y nutrición.

– Valoración y riesgos de la obesidad.

– Importancia del ejercicio físico.

– Dar consejo sobre dejar de fumar.

– Escuchar sus miedos, dudas y dar apoyo.

– Enseñar a manejar su nueva imagen de sí mismo tras la cirugía y superar las barreras.

Consulta de Enfermería tras la cirugía

Durante el primer mes, el objetivo es conseguir una progresión alimentaria adecuada, con pequeñas ingestas repartidas a lo largo del día. Los primeros días durante el posoperatorio inmediato la alimentación será líquida (caldos, zumos e infusiones). Seguirá con una dieta a base de caldos desgrasados, zumos naturales, purés claros de verduras, hortalizas y patatas, leche desnatada y yogures batidos. A la dieta se debe incorpora un suplemento proteico debido a la poca cantidad de proteína en los inicios de la dieta que se debe de mantener hasta la incorporación completa a la dieta normal, para evitar la pérdida de masa muscular.

A partir de los 15 días se inicia una dieta triturada a base de purés de verduras, patatas, legumbres y hortalizas acompañadas de alimentos proteicos (carne, pescado o huevos); todo ello hervido y pasado por el pasapurés, no batidora. Se recomienda tomar las frutas sin piel, trituradas, en compota sin azúcar. Los lácteos y derivados deberá tomarlos igual que en la fase anterior importante que sean desnatados.

A partir del segundo mes se van incorporando alimentos enteros, según tolerancia. Puede empezar tomando patatas hervidas, fruta madura, jamón de York, tortilla francesa, etc. Los lácteos y derivados los tomarán igual que en la fase anterior (Tabla II).

Recomendaciones generales a la hora de iniciar la dieta:

– Repartir la alimentación diaria en 5-6 tomas como mínimo, manteniendo un horario regular.

– Tomar pequeñas cantidades de alimento cada vez.

– Comer despacio, masticar bien cada bocado.

– No distraerse, concentrarse en comer para poder identificar la sensación de saciedad y dejar de comer en caso de sentirse lleno.

– Beber los líquidos separados de las comidas (media hora antes y media hora después de la ingesta).

– Tomar 1,5l de líquido al día (agua, infusiones sin azúcar, caldos sin grasa, leche desnatada).

– Evitar bebidas con gas, refrescos azucarados y alcohol.

– Tomar las frutas en compota o asadas durante el primer mes. Después tomar en forma natural maduras.

– Tomar las verduras cocidas. No tomar vegetales crudos durante los dos tres primeros meses.

-Evitar los alimentos grasos (embutidos, tocino, manteca, productos pastelería…)

– Preparar los alimentos hervidos, al vapor, microondas, horno o papillote, midiendo bien la cantidad de aceite. No tomar rebozados, frituras…

– Evitar los dulces en general.

– Usar sal yodada con moderación.

– Tomar los medicamentos triturados el primer mes, siempre que se puedan triturar.

– No dejar de tomar los suplementos nutricionales, el complejo vitamínico y el calcio pautado.

– Ante la presencia de vómitos acudir a consulta.

Es recomendable realizar un seguimiento en consulta, tras la cirugía se les vera a los 15 días para ir viendo tolerancia a dieta e ir introduciendo nuevos alimentos y la manera de prepararlos, esta consulta se