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Enfermería y el dolor lumbar

no contentarse con referirlo en la historia clínica.

Las exploraciones complementarias son:

1) Radiografías. En dos proyecciones anteroposterior y perfil incluyendo articulaciones sacroilíacas, ambas caderas y la totalidad de las vértebras lumbares. En la proyección de perfil pueden valorarse mejor la altura de los discos y desplazamientos vertebrales.

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Radiografía de columna vertebral lumbar

2) Mielografía. No se emplea de forma rutinaria por no estar exenta de riesgos y ha caído en desuso desde la utilización de la TAC y la resonancia magnética (RM).

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Discos intervertebrales lumbares

3) TAC. En la tomografía axial computerizada se pueden observar dos tipos de alteraciones discales. El primero es el abombamiento anular que impacta contra el saco dural y oblitera la grasa epidural y que correspondería a una protrusión discal. El segundo tipo sería una protrusión nodular más concreta y que comprime el saco dural o una raíz nerviosa y que sería la imagen propia de un disco extruido.

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TAC de columna vertebral lumbar

4) Resonancia Magnética. Se observa menor intensidad de señal en T2 cuando se trata de un disco degenerado y es causado por la pérdida de agua y reducción en el contenido de mucopolisacáridos. Además puede aparecer un abombamiento del disco. En las hernias discales al dirigirse la mayoría de ellas hacia la parte posterolateral, aparece una redondez anormal que desplaza el saco dural y las raíces.

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Resonancia magnética de columna lumbar

5) Electromiograma (EMG). Confirma y ayuda a localizar una radiculopatía en pacientes con signos clínicos normales. Los resultados siempre debe confrontarse con la clínica y la exploración.

6.- TRATAMIENTO

El tratamiento de un episodio de dolor lumbar depende del diagnóstico. El tratamiento conservador se dirige a la causa del dolor lumbar, pero en muchos casos el tratamiento quirúrgico va a ser necesario para eliminar la causa estructural lo que exige un correcto diagnóstico.

a)            TRATAMIENTO CONSERVADOR

Habitualmente es el más importante. Consiste en la aplicación de medidas que hagan desaparecer el dolor y sus posibles causas. Su eficacia puede ser inmediata o a más largo plazo. La clave del tratamiento reside en la primera crisis aguda, si se trata bien y se previene la recidiva, no dará más problemas, y si no es así se pasará a la lumbalgia crónica.

Posibilidades de tratamiento:

1) Reposo. Tiene su fundamento en tratar los procesos que cursan con inflamación. No necesariamente quiere decir reposo en cama sino que puede ser reposo de la región lumbar mediante corsés. Es más, las recomendaciones basadas en la evidencia científica coinciden en desaconsejar el reposo en cama como tratamiento del dolor de espalda, aunque a veces debido a la intensidad del dolor no hay más remedio que quedarse en cama durante unos días, sobre todo cuando hay dolor irradiado, aunque nunca más de dos. El reposo durante unos días es muy recomendable, pero no es conveniente prolongarlo durante mucho tiempo.

2) Ortesis o corsés. Algunos pacientes necesitan del reposo local de la zona lumbar y mantener cierta estabilidad. Aunque pueden provocar atrofia muscular puede ser necesario durante los primeros días.

3) Medicación. Administrar aines, opiáceos menores, analgésicos, sedantes y relajantes musculares que actúan frente al espasmo muscular siempre que no exista contraindicación.

4) Terapéutica física. Son medios que tienen la misión de aliviar el dolor y puede utilizarse el calor local, tracción, manipulaciones quiroprácticas.

5) Ejercicios. Con ellos se trata de disminuir la frecuencia del dolor lumbar y se deben potenciar los músculos abdominales, paravertebrales o erectores, glúteos, cuádriceps e isquiotibiales. Una buena musculatura representa el mejor corsé para la columna. En general no deben hacerse durante las crisis agudas.

6) Educación (“Backschool”) o Escuela de Espalda. Se trata de un programa de educación vertebral con el objetivo de enseñar al paciente a cuidar su espalda. Con el consejo de un fisioterapeuta se enseñan las posturas correctas para evitar la sobrecarga sobre el raquis mostrando gráficos de la sobrecarga de los discos en cada una de las posturas.

7) Infiltración de carillas articulares. Se utiliza para el tratamiento del síndrome facetario y es necesario el seleccionar adecuadamente los casos: dolor que aumenta con la