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Papel de Enfermería en Medicina Deportiva

El personal de Enfermería se encargará de la extracción de muestras anti dopaje. Se podrá seleccionar a un deportista para un control de dopaje en cualquier momento y lugar. Un Agente de Control Antidopaje (ACA) o acompañante notificará al deportista que ha sido seleccionado para un control antidopaje.

En nuestro país existe una normativa antidopaje que emana de lo recogido en el título VIII de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte (BOE 17-10-90) “Control de las sustancias y métodos prohibidos en el deporte y seguridad en la práctica deportiva”.

El punto final trata de la incidencia de los trastornos alimentarios. Estos problema son superiores en grupos de población que están sometidos a una influencia sociocultural más intensa, lo que ocurre en todos aquellos grupos de personas que llevan a cabo actividades relacionadas con el cuerpo y que pueden requerir una imagen esbelta y de delgadez. Es por esto, que el personal de Enfermería de medicina deportiva, deberá estar entrenado para detectar este tipo de trastornos. Los más prevalentes en este caso serán: la anorexia nerviosa, bulimia y vigorexia.

Las actividades de Enfermería recomendadas en estos casos serán:

  • Revisar los valores y actitudes en relación al peso, la dieta, la imagen corporal y los estereotipos sexistas.
  • Conocer los signos y síntomas precoces de la enfermedad, para su detección lo más precoz posible.
  • Conocer sobre todo lo concerniente al peso y a la nutrición del deportista, para evitar prácticas inadecuadas inducidas por la propia ignorancia o en su defecto dejarse asesorar por especialistas nutricionales.
  • Deberá restar importancia al binomio peso (porcentaje graso)-rendimiento, haciendo más hincapié en otros aspectos como pudieran ser la mejora en la fuerza, en la condición física y/o mental.
  • En el caso de chicas deportistas en fase de desarrollo puberal, hacerles ver que sus cambios morfológicos (aumento del contenido graso, ensanchamiento de caderas…) son procesos y cambios naturales y deseables y que no afectan negativamente al rendimiento.
  • Estar atento a la aparición del menor signo de alarma, ya que cuanto más instaurada esté la enfermedad, mayor será la dificultad para su curación. Habrá que vigilar especialmente el binomio pérdida de peso-amenorrea.
  • Si una deportista es diagnosticada de anorexia y/o bulimia, no deberíamos impedir de forma inmediata y absoluta toda su práctica deportiva, ya que puede conllevarle un estrés emocional adicional.

CONCLUSIONES:

La hipótesis de que la vida sedentaria está relacionada con las enfermedades ha sido objeto de un gran número de ensayos y estudios epidemiológicos observacionales, además de muchos estudios experimentales durante los últimos cuarenta años. El cúmulo de evidencias que han proporcionado estos estudios y que poseemos actualmente apoya convenientemente la teoría de que el ejercicio físico regular y controlado, aparte de proporcionar otros beneficios sobre la salud, protege ante gran cantidad de enfermedades, en especial las cardiovasculares.

La mayoría de la población inactiva puede mejorar su salud y bienestar sobre una base de ejercicio físico regular teniendo en cuenta que no necesita ser extenuante para obtener beneficios para la salud.

Es por esto, que el personal sanitario de asistencia primaria prescribe y aconseja cada vez más, ejercicio físico en programas de prevención primaria, secundaria y terciaria. Es necesario el compromiso, la acción y la cooperación entre diferentes sectores ya sean de (salud, transporte, educación, medio ambiente, urbanismo…), y a tener en cuenta el importante papel, como se ha visto, el que tiene el personal de Enfermería.

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