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Actuación de Enfermería y educación para la salud en patologías palpebrales

Cuidados de Enfermería y educación al paciente:

La blefaritis es una patología crónica, por lo tanto no se cura, pero sí que se puede controlar adoptando las medidas generales de cuidados siguientes:

  • Es indispensable la higiene diaria de los párpados y pestañas con agua tibia o caliente para eliminar los restos de costras y grasa que se han quedado en ellos.
  • Se realizará un masaje en los párpados, con los ojos cerrados, para facilitar el drenaje de las glándulas.
  • También pueden utilizarse compresas de agua tibia o caliente y dejarlas puestas encima de los ojos cerrados durante 5-10 minutos, para aliviar las molestias y como precursor al masaje palpebral.
  • Se utilizarán toallitas estériles especiales y monodosis, para la higiene exhaustiva de los párpados y las pestañas tras el lavado inicial con agua caliente. Se debe utilizar una toallita diferente para cada ojo.
  • Las lágrimas artificiales pueden ser un complemento ideal para evitar las molestias producidas por la sequedad ocular, como el picor, escozor o la sensación de cuerpo extraño.
  • La mejor manera de conseguir un buen control de la patología es realizar una rutina de cuidados diarios, para evitar agudizaciones y complicaciones de la blefaritis. Una de las patologías asociadas a la blefaritis por falta de higiene palpebral puede ser el orzuelo.
  • Se puede llevar una vida completamente normal, como por ejemplo, realizar deportes acuáticos u otro tipo de actividades. Lo importante es continuar con la rutina de cuidados establecida para que no surjan complicaciones.

ORZUELO Y CHALAZION

  • El orzuelo es una infección de carácter agudo de una de las glándulas palpebrales: las glándulas de Zeiss, Moll o de Meibomio.
  • Puede ser recurrente.
  • Se localiza un pequeño absceso en el folículo de una pestaña y en su glándula (Zeiss y Moll) denominado orzuelo externo, o una inflamación interna sobre la conjuntiva palpebral u orzuelo interno, en la glándula de Meibomio.
  • Normalmente están producidos por el germen estafilococo.
  • El chalazion o quiste de Meibomio es una inflamación granulomatosa causada por la retención de grasa, secundaria a la obstrucción de una glándula de Meibomio.
  • Se localiza en el interior del borde palpebral o tarso.
  • Puede aparecer espontáneamente o de manera crónica como resultado de la evolución de un orzuelo recidivante.

Principales signos y síntomas:

  • Lesión redondeada, circunscrita y eritematosa en el borde palpebral externo o interno (en la conjuntiva palpebral).
  • Inflamación del borde palpebral o inflamación difusa y no localizada.
  • Sensación de calor y cuerpo extraño.
  • Piel perilesional enrojecida.
  • Puede observarse la punta del orzuelo con pus o no.
  • Puede haber dolor a la palpación en el orzuelo.
  • Lesión indolora en el chalazion.

Pruebas diagnósticas:

  • Historia clínica y Agudeza Visual.
  • Examen ocular con observación de los párpados con maniobra de eversión palpebral.
  • Diagnóstico clínico por identificación de signos y síntomas.

Tratamiento médico:

  • Aplicar compresas calientes sobre el ojo afectado durante 5-10 minutos y masaje de los párpados.
  • Realizar higiene palpebral diaria, se pueden utilizar toallitas estériles especiales.
  • Pueden pautarse antibióticos tópicos (en colirio o pomada) de amplio espectro y sensibles a estafilococos, según criterio médico, ya que habitualmente los orzuelos se abren o desaparecen espontáneamente.
  • Para el chalazion el tratamiento es fundamentalmente quirúrgico, pero antes se suele intentar la inyección intralesional de corticoides depot (de liberación prolongada).

Cuidados de Enfermería y educación al paciente:

Uno de los motivos por los que se puede producir un orzuelo es la falta de higiene palpebral, por tocarse los ojos con las manos sucias o incluso derivado de otra patología ocular como la blefaritis.

  • La higiene palpebral se deberá de hacer 1 o 2 veces cada día, limpiando bien los bordes palpebrales y pestañas con agua tibia o caliente y si es posible, mejor que se utilicen toallitas estériles especiales para la higiene palpebral, utilizando una para cada ojo.
  • Puede necesitarse la administración de colirios o pomadas antibióticas.
  • Es muy importante no tocar el orzuelo ni intentar reventarlo, ya que con esta maniobra se puede aumentar la infección.
  • El calor local con compresas encima de los párpados aliviará las molestias y reducirá el tiempo de curación del orzuelo.
  • Es recomendable seguir una rutina de cuidados para disminuir el tiempo de curación y que no se produzcan complicaciones derivadas de la infección.
  • El orzuelo puede acabar abriéndose y drenarse espontáneamente y desaparecer, fundamentalmente gracias al calor local, que producirá una vasodilatación y el abceso será más susceptible de abrirse, resultando en una curación espontánea.
  • El chalazion es un absceso de crecimiento más lento y su contenido suele ser estéril (no producido por infección bacteriana), por lo que no hay que manipularlo ni intentar reventarlo. Su curación también puede ser espontánea, pero más lenta, en varias semanas. También depende del tamaño del absceso, si son muy grandes la remisión espontánea es más difícil y requerirá su extirpación quirúrgica.
  • Evitar maquillarse mientras dure el orzuelo o chalazion.
  • Evitar el uso de las lentes de contacto mientras dure la infección, ya que se pueden contaminar y provocar molestias.

CONCLUSIONES

Los profesionales de Enfermería deben conocer la anatomofisiología y sintomatología de los problemas oculares para poder valorar y hacer un cribado acerca de las patologías más frecuentes que pueden llegar a una consulta de oftalmología, como blefaritis, orzuelos o chalazion.

Una buena valoración enfermera puede ser clave para el proceso diagnóstico del paciente, su remisión al facultativo o especialista y para establecer una rutina de cuidados de Enfermería que mejoren el bienestar del afectado.

La educación para la salud ha demostrado ser eficaz para la prevención de patologías que con un simple manejo de los cuidados necesarios de los ojos, pueden ser prevenidos, mejorando la salud ocular de los pacientes o revirtiendo completamente el problema acusado.

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