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Revisión sistemática sobre el papel de la Enfermería en la prevención del Alzheimer

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RESULTADOS

Los factores que influyen en la aparición de que arroja nuestra investigación se han agrupado en:

1- Edad: Para muchos autores (1,2,4,6,7) constituye el factor de riesgo más importante ya que el envejecimiento cerebral supone la acumulación de lesiones o la activación de ciertos genes destructores. La persona de 65 a 74 años tiene una posibilidad en veinticinco de padecer la enfermedad y a los 85 años la posibilidad de padecerla es de uno por cada dos. (4).

También en los ancianos hay variaciones en los mecanismos de regulación del calcio lo cual afecta a la actividad de las células neuronales. Los estudios de acumulación del péptido b amiloide muestran que ésta puede provocar la entrada de cantidades excesivas de calcio en las neuronas. El calcio que por lo general se obtiene de los alimentos, ayuda en la transmisión de impulsos de los mensajes entre las células pero un exceso de éste puede llevar a la muerte celular. (6)

2- Factores genéticos: Se considera que la historia familiar de la enfermedad Alzheimer puede constituir un importante factor de riesgo, afirmándose que hasta un 75 % de los casos puede ser de tipo familiar por existir una autosoma dominante que llega a afectar el 50 % de los sujetos que alcanzan edades avanzadas.

3- Sexo: La enfermedad Alzheimer es más frecuente en mujeres quizás por su mayor longevidad. (2)

4- Raza: aparentemente sería mayor en individuos de raza negra (2), pero se necesitan más estudios al respecto.

5- Estudios y Educación: Diversos estudios llevados a cabo en China, EEUU y Europa, indican que un bajo nivel educativo supone un factor de riesgo de padecer enfermedad Alzheimer, mientras que un nivel elevado confiere cierta protección.

6- Traumatismos craneales: Estudios han demostrado que un 30 % de los traumatizados mostraban depósitos del amiloide.

7- Intoxicaciones ambientales: Se ha propuesto al aluminio como factor de riesgo ya que se encontró en los cerebros de algunos pacientes con la enfermedad. Las fuentes dietéticas del aluminio son: aditivos alimentarios, té y agua, pero todavía faltan estudios al respecto. (2)

8- Enfermedades vasculares: Pacientes que han padecido infartos y arteriopatía coronaria con lesiones vasculares cerebrales serían más susceptibles de padecer la enfermedad. La Hiperhomocisteinemia es un factor de riesgo coronario por lo cual también se la ha vinculado con la enfermedad. Es importante el aporte dietético de vitaminas B6, B12 y ácido fólico ya que actúan como cofactores de enzimas que intervienen en la reconversión de la homocisteína.

9- Tabaquismo: También fue considerado en un momento factor de riesgo, pero se necesitan más estudios al respecto ya que hay gran controversia. (2)

10- Dislipemias: Las personas que consumen en su dieta grandes cantidades de grasa y colesterol tienen notablemente aumentado el riesgo de padecer esta enfermedad, ya que aumenta el tamaño y el numero y de las placas neuríticas (1). Evidentemente subyace aquí toda la bondad de la dieta mediterránea variada (ver anexo 4) y con el aceite de oliva en sus preparaciones como protectora frente a la enfermedad (1).

11- Malnutrición, Subalimentación y Deficiencias Vitamínicas y minerales: (vitaminas E, ácido fólico, vitaminas B12, niacina, tiamina y selenio) La bibliografía consultada dice que se han realizado estudios con individuos que han pasado por un período prolongado de inanición, con alimentación subsecuente normal, y que han desarrollado más tarde demencia. (3) Además dietas ricas en hidratos de carbono y pobres en proteínas puede conducir a una disminución de la atención y a una menor alerta en las personas ancianas. La carnitina que se deriva de los aminoácidos lisina y metionina puede ser eficaz para retardar el deterioro mental de la enfermedad de Alzheimer. (Berry, 1994).

Hay estudios que incluyen a los niños con problemas de subalimentación como posibles candidatos de padecer la enfermedad de Alzheimer, pero en ésta como en otras áreas se continúa estudiando.

En cuanto a las vitaminas las que cobran especial importancia en el tratamiento y prevención de esta enfermedad son: 1) La vitamina E, que prevendría el estrés oxidativo que se produce en las membranas de las células nerviosas del paciente con Alzheimer. 2) La vitamina B12, que participa en el funcionamiento de las células nerviosas. 3) El ácido fólico, que participa en la formación y maduración de los glóbulos rojos y blancos ( los glóbulos rojos llevan el oxígeno a las células nerviosas y un déficit en esta vitamina daría como resultado la muerte neuronal).

Por último el Selenio que actúa como antioxidante. También se han propuestos otros factores de riesgo como enfermedad tiroidea, diabetes, alcoholemia, estrés, etc. (3)

DISCUSIÓN

El Profesional de Enfermería es uno de los pilares básicos del equipo que presta atención asistencial al enfermo de Alzheimer y a sus familiares, y esto ocurre tanto desde la Atención Primaria como desde la Atención Especializada. (12).

– Desde la Atención Primaria la figura de la Enfermera presta cuidados específicos en función de la fase evolutiva de la enfermedad, tanto en el Centro de Salud como en el propio domicilio del enfermo.

– Desde la Atención Especializada (Centros de Día, Residencias, Hospitales de Día, Unidades de Demencia, etc), el Profesional de Enfermería se ocupa de poner en marcha programas, en los que los cuidados son el centro de atención y dispensados con la máxima participación del propio enfermo y la familia. (13).

Las actividades desarrolladas por el Profesional de Enfermería a lo largo del proceso degenerativo de esta patología, las agruparemos de acuerdo a las características comunes que presentan los enfermos de Alzheimer en cada una de sus fases evolutivas (12):

– 1. Actividades de Enfermería para facilitar el diagnóstico precoz.

– 2. Actividades de Enfermería en la fase inicial de la enfermedad de Alzheimer.

– 3. Actividades de Enfermería en la fase moderada de la enfermedad de Alzheimer.

– 4. Actividades de Enfermería en la fase severa de la enfermedad de Alzheimer.

– 5. Actividades de Enfermería en la fase terminal de la enfermedad de Alzheimer.

Las actividades las podemos agrupar en los siguientes consejos prácticos