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El enfermero de emergencias como gestor de áreas cardioprotegidas: una salida emprendedora

El enfermero de emergencias como gestor de áreas cardioprotegidas: una salida emprendedora

La formación y entrenamiento de los ciudadanos que deseen usar un desfibrilador semiautomático (DESA) está regulada legalmente en España. Del mismo modo, los recintos e instalaciones que deberían estar dotados de un DESA están sujetos a recomendaciones y obligaciones por parte de las comunidades autónomas.

AUTORES:

  1. Manuel Sinués Júdez (autor principal) – Graduado en Enfermería / Técnico en Emergencias Sanitarias.
  2. Elías Gracia Carrasco – Graduado en Enfermería / Máster Oficial en Enfermería de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario.
  3. Javier Anía Melón – Graduado en Enfermería / Master Oficial en Salud Pública.
  4. Begoña Pellicer García – Graduada en Enfermería / Máster Oficial en Investigación en Ciencias de la Salud.
  5. María Jordana Díaz Alonso – Graduada en Enfermería.
  6. Victoria Rull Rodríguez – Licenciada en Medicina / Especialista en Medicina Intensiva.

ÍNDICE

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

OBJETIVOS GENERALES

METODOLOGÍA

DESARROLLO DEL PROGRAMA DE GESTIÓN

Diagnóstico de problemas

Planificación

  1. Objetivos
  2. Población
  3. Recursos
  4. Actividades
  5. Cronograma

Evaluación

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

RESUMEN

En España, siguiendo la estela de otros países en esta materia, la gestión de áreas cardioprotegidas comienza a ser una necesidad a cubrir. Este último hecho unido a la importante situación de desempleo que sufre la profesión enfermera constituye una motivación para emprender, como profesional de la educación para la salud, en la gestión de áreas cardioprotegidas.

Objetivo. Emprender un programa de gestión de áreas cardioprotegidas mediante la promoción de programas de acceso público a desfibriladores (PAD), promovido de forma privada y autónoma, como una solución a la situación de desempleo de la profesión

Metodología. Para la revisión, tanto del estado de los programas de acceso público a desfibriladores (PAD) como de la situación laboral de la Enfermería se utilizó PubMed y AlcorZe. También se recurrió a entrevistas personales con responsables del Gobierno de Aragón en esta materia.

Desarrollo. La gestión de este tipo de áreas exige de tres actividades fundamentales: prospección comercial, formación y el mantenimiento (tanto de la formación como de los equipos). Los costes de inicio son elevados pero existen ayudas gubernamentales a proyectos emprendedores de este tipo. Por otro lado el retorno en beneficios es rápido y ayuda a amortizar la inversión inicial.

Conclusiones. La gestión integral de áreas cardioprotegidas está sometida a recomendaciones y normativas cambiantes. Es en este marco en el que profesional enfermero tiene una posibilidad de autoempleo emprendedora.

Palabras Clave: Cardioprotección, Desfibrilador

INTRODUCCIÓN

Desde que en 1955 Peter Safar junto con James Jude y Guy Knickerbocker descubriesen los inicios de la ventilación boca a boca y las compresiones torácicas efectivas, las técnicas de reanimación cardiopulmonar básica (RCPb) han evolucionado considerablemente, aumentado las probabilidades de supervivencia en numerosas víctimas de parada cardiorrespiratoria (1). Con el paso de los años y gracias a la experiencia investigadora, el concepto de primeros auxilios ha ido estandarizándose en el marco comunitario mundial. Fruto de ello comienzan a surgir, a comienzos del año 2000, los conceptos de soporte vital básico (SVB) y cadena de supervivencia. La última década, posiblemente, haya sido la más fructífera en este aspecto, gracias, en gran medida, a la acción colaborativa de las distintas entidades internacionales en materia de investigación en resucitación, representada internacionalmente por el International Liasion Committe on Resuscitation (ILCOR).

La estandarización de la recolecta de datos en las paradas cardiorrespiratorias extrahospitalarias (PCRE) llevada a cabo en los últimos años a nivel mundial, ha permitido, con carácter retrospectivo, alcanzar niveles de evidencia científica que revelan dos aspectos fundamentales: en primer lugar se ha demostrado la importancia de difundir los conocimientos de soporte vital básico (SVB) y RCPb precoz entre la población lega como primer interviniente; en segundo lugar, los magníficos resultados de la desfibrilación precoz en la supervivencia al alta hospitalaria de aquellas personas que recuperan la circulación espontánea tras una PCRE (2).

La cadena de supervivencia en el soporte vital básico (SVB) ha evolucionado de los 3 eslabones, a finales de los 90 (aviso al servicio de emergencias, RCPb y soporte vital avanzado), hasta los 5 eslabones actuales (aviso a servicio de emergencias, RCPb precoz, desfibrilación precoz, soporte vital básico precoz y cuidados post-resucitación precoces). De esta secuencia la ciudadanía adquiere protagonismo relevante en los tres primeros eslabones, pero antes debe ser formada y entrenada (3). Es en este punto donde la Enfermería tiene un campo de trabajo en su competencia educadora. ¿Por qué?

Específicamente, la desfibrilación precoz, gracias a los últimos desfibriladores semiautomáticos (DESA), está siendo promocionada desde el ILCOR, en forma de recomendaciones, instando a los distintos países a elaborar programas de acceso público a desfibriladores (PAD) (2,3,5). Estos dispositivos, al tener la calificación de instrumental sanitario (4), requieren de una regulación en su uso por parte del personal profano en esta materia, tanto en la formación mínima requerida para su uso como en su mantenimiento y localización. En los países anglosajones, pioneros en la puesta en marcha de los programas de acceso público a desfibriladores (PAD), existen leyes que regulan su uso, así como también la responsabilidad civil del ciudadano que los utilice. En España, la existencia de 17 boletines oficiales implica 17 normativas legales distintas que, en conjunto, tienden a regular, con más o menos precisión, la formación que debe recibir un ciudadano para poder utilizar un desfibrilador semiautomático (DESA). También está sujeto a regulación autonómica la acreditación de las entidades encargadas de la formación, cualificación y entrenamiento del personal que puede impartir este adiestramiento, así como el registro de los ciudadanos que superan estas pruebas y el periodo de reciclaje mínimo para seguir registrados (7-22). En el caso de la regulación de nuestra comunidad, un desfibrilador puede ser usado por un médico o un enfermero sin formación previa. Cualquier otra persona necesita recibir un aprendizaje por parte de un médico, enfermero o monitor reconocidos por la American Heart Association o por el European Resuscitation Council. Además, esta legislación cuantifica el flujo de personas a partir del cual se recomienda instalar un desfibrilador semiautomático (DESA), así como la necesidad de que exista en las instalaciones cubiertas por ese desfibrilador semiautomático (DESA) personal registrado y acreditado por el Gobierno de Aragón para su utilización y mantenimiento (7).En función de lo visto hasta ahora podemos definir un espacio cardioprotegido como aquel lugar con una extensión determinada, que dispone de todo recurso material y humano, en servicio, para asistir a una persona en situación de parada cardiorrespiratoria en menos de 4 minutos.

Esta definición implica: gestión de logística sanitaria, educación para la salud, planificación de mantenimiento y elaboración de planes de emergencia. ¿Pueden ser estas labores de Enfermería? La promoción, gestión y mantenimiento de espacios cardioprotegidos: ¿puede ser una salida autónoma, profesional y emprendedora del nuevo Graduado en Enfermería?

En España, según datos del Sistema Nacional de Salud, a finales de 2012 el número de profesionales enfermeros (PE) en activo era de 179.913, de los cuales 13.922 prestaban sus servicios en la sanidad privada. Esto significa que el 92% del empleo enfermero en España lo proporciona la sanidad pública (23). Todo ese recurso humano implica una gran masa salarial a cargo de los presupuestos de sanidad de cada una de las comunidades autónomas. Desde 2012 hasta el presente año los recortes generalizados en el sector público han incidido muy negativamente en los niveles de contratación tanto en personal de sustitución (bajas, vacaciones, días de libre disposición, etc.) como en renovación de plazas por jubilación. Según datos de Instituto Nacional de Estadística (INE) cada año se jubilan en torno a 4.500 enfermeros de los cuales, según la Ley de Presupuestos Generales para 2014, solo está permitido sustituir al 10% (24-27). Por otro lado, en cada graduación enfermera se incorporan más de 10.000 nuevos egresados al mercado laboral enfermero. Gran parte de este déficit de colocación se podría asumir si los ratios de enfermera por cada 100.000 habitantes en España (3,1) se asemejasen a la media europea (8,7) (26). Esta tendencia nos avoca a los nuevos egresados a, salvo iniciativa emprendedora individual o cooperativa, incorporarnos a un colectivo de 18.200 enfermeros en paro registrados hasta julio 2013 según el INE (anexo 1,2).Con estos datos la tasa de paro enfermero en España a finales de 2013, se situaba en el 8% que, aplicándola a la Enfermería aragonesa(7.100 profesionales), nos da una estimación de 570 PE en paro esperando, en la mayoría de los casos, una llamada de la bolsa de trabajo (28). Lamentablemente a esta última cifra se sumarán los egresados de 2014 que se estiman, entre Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza y Universidad San Jorge, en 280 PE más esperando una oportunidad (anexo3).

Ante un horizonte tan oscuro y sin pronóstico de mejora a corto y medio plazo, ¿qué opciones nos quedan?: Emprender.