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Aplicación de la escala neurológica canadiense en unidad de ictus

UNIDADES DE ICTUS

El ictus es una emergencia neurológica. El hospital, por su dotación de personal y recursos materiales, diagnósticos y terapéuticos, es la única institución sanitaria adecuadamente preparada para atender un ictus en su fase aguda. A su llegada al hospital, se realizara historia clínica, exploración física general y neurológica y una serie de pruebas, analítica según protocolo, ECG y TAC cerebral o resonancia magnética (RM). (13)

El paciente será trasladado a las unidades de ictus directamente desde urgencias, son unidades de cuidados agudos no intensivos destinadas de forma exclusiva a la atención de pacientes con ictus, caracterizadas por una sistematización en la atención al paciente, con personal entrenado, criterios de ingreso preestablecidos, sistemática diagnóstica y terapéutica precisa, especial atención al tratamiento agudo y a la precoz rehabilitación funcional y social del paciente, además de una eficaz coordinación multidisciplinar. Una característica fundamental es su concepto geográfico, como área determinada a la que llegan los pacientes con ictus agudo desde los servicios de urgencias extrahospitalarias y hospitalarias o desde otros hospitales. (4,11)

Una vez en la unidad de ictus, se procede a la administración del tratamiento (administración IV del activador del plasminógeno rt-PA), e inicio de la alimentación enteral si la deglución está afectada.

En esta unidad de ictus la enfermera valora el estado del paciente a través de la monitorización continua y escalas como la escala Barthel (valora la dependencia en las actividades básicas de la vida diaria), escala NIH (que realizan los facultativos diariamente), escala Braden (valora el riesgo de úlceras por presión), escala Rankin (valora afectación del ictus, asintomático, incapacidad ligera, moderada, severa o muerte), test de deglución y la escala canadiense. (5)

La escala canadiense es una de las escalas más clásicas en la valoración de la capacidad funcional del ictus en pacientes que no estén estuporosos o en coma (6). Ha mostrado su validez, fiabilidad y utilidad en varios estudios (Battista et al, 1990).Se administra fácil y rápidamente, y sirve para monitorizar la evolución del paciente en las primeras fases del ictus, fundamentalmente. Valora el nivel de conciencia, el lenguaje, la orientación y la respuesta motora, y contempla la posibilidad de pacientes afásicos o con imposibilidad de comunicarse. Forma parte del protocolo de gran número de unidades de ictus. (7)

En cierto modo también se puede aplicar como escala funcional ya que permite definir las actividades de la vida diaria que se verán afectadas según las limitaciones halladas y la afectación en la calidad de vida que ello supondrá (6).

La escala canadiense la realiza Enfermería cada 4 horas las primeras 48 horas, y cada 8 horas el 3 día y cada 24 horas hasta el alta. (8)

CUMPLIMENTACIÓN DE LA ESCALA CANADIENSE

Por su importancia y grado de difusión es importante una homogeneidad en su aplicación. A continuación se expone una guía para su adecuada cumplimentación según los ítems evaluados. (9)

Funciones mentales.

  1. Nivel de conciencia: alerta o somnoliento
  2. Orientación:

–               Orientado: el paciente está orientado en tiempo (mes y año) y espacio (ciudad y hospital).se admite el mes anterior en los tres primeros días del mes como respuesta correcta.

–               Desorientado: el enfermo no puede responder a las preguntas anteriores, por desconocimiento o alteración en el lenguaje.

  1. Habla: se valora lenguaje y pronunciación

– Comprensión: el paciente debe obedecer las tres órdenes siguientes: cierre los ojos, señale el techo, ¿se hunde una piedra en el agua?

Si el paciente comprende las frases anteriores, continuar con:

– Expresión: si el paciente obedece dos o menos órdenes, se anotará la puntuación de déficit de comprensión, y se procederá directamente a examinar la función motora. Serán objetos necesarios un bolígrafo, una llave y un reloj.

i. Pedir al paciente que nombre cada objeto (asegurándose de que lo ve)

1. Si nombra 2 o menos, se anotara la puntuación de déficit de comprensión.

2. Si nombra correctamente los tres objetos, se pasa al punto ii.

ii. Preguntar al paciente:

1. ¿Para qué sirve el bolígrafo?

2. ¿Para qué sirve una llave?

3. ¿Para qué sirve un reloj?

– Si responde correctamente las 3 preguntas, se anotará la puntuación de habla normal.

– Si responde 2 o menos se puntuara como déficit de expresión

B. Funciones motoras

SECCIÓN B1: si no existen problemas de comprensión verbal (por ejemplo habla normal o defecto de expresión)

1. Cara: invitar al enfermo a enseñar las encías

– No paresia: no existe asimetría en las comisuras bucales.

– Paresia: asimetría facial.

2. Extremidad superior, porción proximal

– Debe valorarse, si es posible, en sedestación. Para ello se invita al paciente a abducir los brazos a 90º. Si el paciente estuviera tumbado en la cama, que eleve los brazos entre 45º y 90º.

– Se examinaran ambas extremidades al tiempo, aplicando resistencia en la mitad del brazo.

3. Extremidad superior, porción distal

– Se avaluara estando sentado o tumbado con los brazos elevados, indicando al enfermo que cierre los puños y extienda las muñecas.

– Si la extensión es simétrica, se procederá a examinar la fuerza muscular aplicando