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Esguinces de repetición en el paciente adolescente como presentación de una coalición tarsiana

Esguinces de repetición en el paciente adolescente como presentación de una coalición tarsiana

RESUMEN

La coalición tarsiana es una enfermedad congénita poco frecuente en la que se produce una unión ósea, cartilaginosa o fibrosa entre dos huesos del tarso. Suele ser asintomática hasta que se produce la osificación completa de dicha unión y se presenta en forma de dolor en tarso y limitación de la movilidad, acompañado de esguinces de repetición.

Esguinces de repetición en el paciente adolescente como presentación de una coalición tarsiana

Mario López Antón. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Rafael Méndez de Lorca.

César Salcedo Cánovas. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Adjunto de Unidad COT infantil.

Lorena Fontao Fernández. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Rafael Méndez de Lorca.

Sebastián Illán Franco. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Rafael Méndez de Lorca.

e-mail contacto:

Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia. España.

Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitario Rafael Méndez. Lorca. Murcia. España.

La prueba diagnóstica definitiva es la TC. El tratamiento en las coaliciones asintomáticas es conservador, pero cuando aparece dolor crónico o incapacitante está indicado el tratamiento quirúrgico mediante resección de la barra o unión.

PALABRAS CLAVE: Coalición tarsiana, barra tarsiana, esguinces de repetición, sinostosis

INTRODUCCIÓN

La coalición tarsiana es una anomalía congénita caracterizada por la sinostosis de dos o más huesos del tarso, lo que dará lugar a un pie plano rígido y doloroso (1).

Es una patología que afecta al 1-12% de la población (2) y tiene predilección por el sexo masculino (4:1). En el 50% de los casos es bilateral.

Los dos tipos más frecuentes son la barra calcáneo-escafoidea y la astrágalo-calcánea medial, representando el 90% del total entre ambas (3).

En función del tipo de barra podemos clasificarlas en tres tipos (1):

  • Sinostosis: barra ósea.
  • Sincondrosis: barra cartilaginosa.
  • Sindesmosis: barra fibrosa.

La etiología es desconocida, aunque parece deberse a defectos en la diferenciación y segmentación durante el desarrollo del mesénquima primario. Existe una posible herencia autosómica dominante con penetrancia variable. Se relaciona también con el síndrome de Apert.

La mayoría son asintomáticos, comenzando a manifestarse cuando se osifica la barra cartilaginosa en forma de dolor subastragalino y mediotarsiano y limitación de la movilidad subastragalina, lo que puede conllevar la producción de esguinces de repetición, la formación de un pie plano-valgo (2) y un progresivo acortamiento de los músculos peroneos.

A la exploración física podemos evidenciar dicha limitación de la movilidad y el espasmo de los músculos peroneos, caracterizado por dolor en región gemelar y valgo del retropié.

La prueba radiológica gold-estándar es la tomografía computerizada (TC), aunque también son útiles en el diagnóstico las proyecciones radiográficas anteroposterior, lateral y oblicua. La Resonancia Magnética Nuclear es la técnica más indicada para identificar las barras cartilaginosas o fibrosas, que pasan desapercibidas en la radiología simple (2, 4).

El tratamiento depende del tipo de coalición, de la edad, de la intensidad de la deformidad y de la clínica (3).

Si hay poca clínica no precisa tratamiento. Si las molestias son leves durante el crecimiento puede indicarse ortesis UCBL o cuña supinadora + tacón de Thomas + soporte arco longitudinal.

Si el dolor es crónico o incapacitante está indicado el tratamiento quirúrgico (3).

CASO CLÍNICO

Presentamos el caso de un varón de 14 años que presenta dolor y limitación de la movilidad subastragalina y mediotarsiana, sumado a esguinces de repetición.

Realizamos radiografías simples en proyección AP, lateral y oblicuas en las que evidenciamos una barra ósea calcáneo-escafoidea. En la proyección oblicua observamos el signo de la “nariz de oso hormiguero” (figura 1, al final del artículo).

Debido al dolor crónico e incapacitante optamos por el tratamiento quirúrgico consistente en la resección de la barra e interposición con colgajo de músculo pedio.

Mediante control con radioscopio dibujamos en la piel las marcas anatómicas realizamos un abordaje por la cara lateral del pie de forma oblicua