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Espesor corneal central. Factor predictor de ceguera en glaucoma

predominio de un espesor de la córnea central (ECC) delgado (137 casos para un 72,5%) asociado al sexo femenino con 95 pacientes (74,2%) sin asociación estadística significativa.

En el análisis de la relación que existe entre el sexo y el espesor de la córnea central (ECC) como factor pronóstico de ceguera en el glaucoma, existe discrepancia entre diferentes autores. En este estudio, se encontró mayor disminución del espesor de la córnea central (ECC) entre las mujeres, un factor más a considerar; sin embargo, no se encontró referencia alguna sobre la relación ECC – sexo – glaucoma para comparar el resultado. (20, 21) De la misma manera, el resultado de la relación ECC-sexo, coincide con el de otros autores como Triana y Medina. (22)

Hasta la fecha no existe evidencias que aporten información sobre el espesor de la córnea central (ECC) como factor predictor de ceguera en el glaucoma. Solo se ha estudiado la relación que existe entre ECC – Hipertensión ocular – Glaucoma. Los valores del espesor de la córnea central (ECC) coinciden con lo reportado por un estudio realizado en Matanzas, Cuba, en el que se encontró 69,4% de los pacientes con sospecha de glaucoma con disminución del espesor corneal central. (23) Los autores del Ocular Hypertension Treatment Study y The Angeles Latino Eye Study, sugieren que córneas delgadas se asocian a anormalidades del colágeno estromal y de la lámina cribosa, consideran el grosor corneal disminuido como un factor predictivo para el desarrollo de glaucoma y que córneas por debajo de 555 µm multiplican por tres el riesgo de desarrollar esta enfermedad. (21,24)

Una explicación alternativa a la relación entre la disminución del espesor de la córnea central (ECC) y la progresión del daño glaucomatoso a la ceguera estriba en el hecho de que córneas más delgadas se asocien con adelgazamiento de otras estructuras oculares de soporte como la esclera y lámina cribosa. Esto aumenta la susceptibilidad del nervio óptico al daño glaucomatoso por la presión ejercida, en relación con la teoría mecánica invocada en la etiopatogenia del glaucoma. (12)  Todo esto hacen más susceptibles al nervio óptico a sufrir cambios isquémicos y con ello pérdida de fibras nerviosas que se traduce en ceguera.  Hallazgos en monos apoyan la posible relación entre el espesor de la córnea central (ECC) y las características de la lámina cribosa. (25)

Tabla 3. Distribución de los pacientes glaucomatosos según espesor de la córnea central (ECC) y grupo de edades.

ECC Grupo de edades (Años) Total %
15 – 44 45 – 64 65 y más
% % %
Delgado 14 70,0 56 70,9 67 74,4 137 72,5
Normal 3 15,0 6 7,6 10 11,1 19 10,1
Elevado 3 15,0 17 21,5 13 14,4 33 17,5
Total 20 100,0 79 100,0 90 100,0 189 100,0

Se constató que el espesor de la córnea central (ECC) delgado prevaleció en el grupo de edades de 65 años y más en un 74,4%.

El resultado de la relación edad – ECC coincide con el de Sánchez Tocino y otros que, a pesar de no encontrar una asociación evidente entre estas variables, si observan que los valores paquimétricos fueron inferiores en pacientes mayores de 55 años. Esto puede deberse a que con la edad existe disminución de la densidad de los queratocitos y una probable rotura de las fibras de colágeno en córneas más viejas. (12) Otros autores también coinciden con este resultado. (26, 27)

Tabla 4. Distribución de los pacientes según ECC delgado y ceguera.

ECC Delgado Pacientes Glaucomatosos Total %
Ciego No ciego
% %
18 85,7 119 70,8 137 72,5
No 3 14,3 49 29,2 52 27,5
Total 21 100,0 168 100,0 189 100,0

ODD Ratio = 2,47 IC: 95% [0,70 – 8,77]

En la tabla 4 se evidenció el predominio de pacientes glaucomatosos ciegos asociado a ECC delgados con 18