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Estado de Salud Bucal

sociodemográfica importante que permite perfeccionar la personalidad y no solo aumentar la instrucción sino mejorar la cultura y educación integral en el proceso educativo. Cuando la escolaridad de una persona es baja se dificulta la comprensión de las medidas de prevención y control de la salud, entorpece la comunicación social y puede contribuir a la insatisfacción de las necesidades. (67)

Al comparar estos resultados con los obtenidos por la Dra. Mónica en su serie (68) observamos que el comportamiento es similar.

Los factores de riesgo son condiciones anormales que pudiera producir un efecto dañino sobre el individuo y generar daños de diferente magnitud; es decir le confiere a la persona un grado variable de susceptibilidad para contraer una enfermedad ó alteración de salud. (69)

Existen determinadas condiciones o factores de riesgo sistémicos que presentan una alta incidencia en la población y por consiguiente repercuten sobre el estado de salud bucal pues constituyen un riesgo quirúrgico y al mismo tiempo las afecciones estomatológicas pueden ser un factor agravante de su padecimiento de base. (70) Entre las que se destacan la hipertensión arterial y las enfermedades endocrinas, sobre todo la diabetes mellitus.

Esta situación puede obedecer al hecho de que ésta población está sometida a mucho estrés y además mantiene hábitos dietéticas inadecuados, sobre todo a predominio de carbohidratos y azucares.

Desde el punto de vista epidemiológico, para evaluar la prevalencia de caries dental se utiliza el índice de COP el cual considera toda la historia de la enfermedad de la persona al incluir los dientes que están afectados por caries, los que han sido obturados y aquellos que han sido extraídos ó perdidos por esta causa. Se denomina índice de coe -d para la dentición temporal. (71)

Los resultados anteriores no se corresponden con los obtenidos en la encuesta de salud bucal de España del 2000 (72); donde se alcanzó un valor de 1,06% en las edades de 5-6 años.

Las disfunciones de la Articulación Temporo Mandibular (ATM) pueden ir desde un chasquido o crepitación hasta una anquilosis bilateral siendo los ruidos articulares uno de los trastornos más frecuentes que se han reportado tanto en niños preescolares como en adolescentes y adultos. (75,76)

En una revista venezolana se publicó un trabajo recientemente (79) en el cual se registra que esta entidad es muy frecuente, pero sobre todo sus signos, pues el 75% de la población los ha experimentado alguna vez y 33% sus síntomas. El mayor número de afectados estuvo presente en el grupo el grupo de 60 – 74 años esto pudiera deberse a las alteraciones oclusales por pérdida del número de contacto de los dientes posteriores y la pérdida de soporte molar que aparece al aumentar la edad e influye en la estabilidad ortopédica de la ATM.

Vale la pena recordar que en la infancia no se ha terminado de formar la fosa articular del temporal (cavidad glenoidea), lo cual permite mover libremente el cóndilo de adelante hacia atrás y viceversa, por lo que resulta difícil encontrar signos y síntomas de alteración(80).

Al respecto Dávila (81) en su trabajo de grado constató 14.2% de alteraciones de ATM en la población examinada, con supremacía en el grupo de 65-74 años.

Fisher (82) y Durando (83) plantean que los trastornos en la articulación tempomandibular constituyen un problema de salud pues entre 40-70% de la población mundial presenta algún signo de alteración funcional.

Desde el punto de vista de la salud del aparato estomatognático, los trastornos de la oclusión comienzan a manifestarse en las primeras etapas de la vida; de ahí que su diagnóstico y tratamiento en estos períodos, sean eficaces y con resultados más estables que en momentos posteriores.

Las maloclusiones siempre han figurado entre las afecciones bucales más frecuentes en las poblaciones. Algunos autores plantean que más del 70% de los niños y jóvenes mayores de 11 años padecen de maloclusiones (85). Esta afección ocupa el tercer lugar entre los problemas de salud según la (OMS).

La vigilancia y control de las maloclusiones, que incluyen desde la observación y enseñanza de formas correctas de alimentación al nacimiento del niño, hasta el control de la erupción dentaria y la oclusión en dentición temporal, favorecerán tener una población infantil con oclusión compensada.

Las enfermedades gingivales y periodontales están catalogadas entre las afecciones más comunes del género humano.

La gingivitis afecta aproximadamente el 80 % de los niños en edad escolar, y más del 70 % de la población adulta ha padecido de gingivitis, periodontitis, o ambas.

En la época actual se han identificado numerosos factores de riesgo para las enfermedades gingivales y periodontales. La placa dentobacteriana y la microbiota del surco gingival están fuertemente relacionados con el origen y ulterior desarrollo de la gingivitis, la que puede evolucionar hacia la enfermedad periodontal y es más destructiva y crónica (87).

En varios países se señala un alto porcentaje de personas totalmente desdentadas y por ende, portadoras de prótesis, éste tiende a disminuir en los últimos años por la labor de prevención. Se señala además que al confeccionar una prótesis en pacientes de edad avanzada es necesario extremar la técnica para conseguir los mejores resultados (88).

La disfunción masticatoria, como consecuencia del alto grado de edentulismo, es reflejo de un sistema sanitario heredado netamente curativo y de pobre cobertura. Este resultado negativo también coincide con investigaciones realizadas en Brasil (88) y Colombia (89).

El cepillado dental diario y cuidadoso es la mejor arma preventiva, así como retirar la prótesis para dormir, ya que esto se relaciona con la aparición de la estomatitis subprótesis, al convertirse el aparato protésico en un factor irritante (92).

Como podemos apreciar se hace necesario en esta población atender sus necesidades estomatológicas, según se establece en el Programa de Estomatología General Integral. Urge brindar