Inicio > Medicina Familiar y Atención Primaria > Valoración del estado nutricional de los pacientes mayores 65 años adscritos en nuestra zona básica de salud

Valoración del estado nutricional de los pacientes mayores 65 años adscritos en nuestra zona básica de salud

Valoración del estado nutricional de los pacientes mayores 65 años adscritos en nuestra zona básica de salud

Resumen: A las personas mayores de 60 años, les acompañan unos déficits funcionales provocando cambios biológicos, psicológicos y sociales, que pueden ser modificados por la alimentación y el estado nutricional. Objetivo: Determinar el estado nutricional de las personas mayores de 65 años adscritas a la Zona Básica de Salud (ZBS) de Níjar.

María Victoria Martínez Miras */ Josefa Martínez Gómez */ María Mercedes Ruiz Sorroche *

* Universidad de Almería, Diplomada Universitaria en Enfermería

Material y método: Estudio descriptivo transversal, de 114 pacientes, que acudieron a consulta de Enfermería o fueron visitados en su domicilio entre Septiembre y Octubre de 2016. Valoramos el estado nutricional, utilizando la versión revisada del MNAR-SF (forma corta). Obtuvimos datos antropométricos, y otra información relativa a la pérdida de apetito, problemas digestivos, dificultades de masticación o deglución, perdida reciente de peso, grado de movilidad, enfermedades agudas o situaciones de estrés psicológico y problemas neuropsicológicos, ocurridos en los últimos tres meses.

Resultados: Desde los tres meses previos al estudio, el 85.96% no modificó su ingesta nutricional. El 15.79% perdió notablemente peso. El 17.36% salía a pasear diariamente, el 12.28% era autosuficiente en su domicilio, y el 5.26% presentaba actividad cama-sillón. El 68.42% refirió haber padecido alguna enfermedad aguda o situación de estrés. Sólo un 7% presentó un IMC saludable, el resto sobrepeso u obesidad. Según el patrón nutricional, el 72.8% presentaba un estado nutricional normal, un 22,8% riesgo de malnutrición y el 4.39% malnutrición.

Conclusiones: La población mayor de 65 años adscrita a la ZBS de Níjar, presenta un buen estado nutricional, por lo que debemos seguir trabajando en esa línea con el fin de preservarlo.

Palabras clave: Mini Nutritional Assessment – Short Form, adultos mayores, estado nutricional, índice de masa corporal, actividad física.

INTRODUCCIÓN

La nutrición es una ciencia de la que queda mucho por conocer, pero se han hecho grandes avances científicos que han permitido demostrar que un buen estado nutricional evita el aumento de complicaciones de salud.

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS)1 las personas con edades que superen los 60 años, son consideradas como adultos mayores o ancianos, a quienes les acompaña una serie de déficits funcionales provocando en su organismo cambios biológicos, psicológicos y sociales.

Dichos cambios que el adulto mayor experimenta, pueden ser modificados por los patrones de alimentación y el estado nutricional. Unos hábitos nutricionales incorrectos, se convierten en un factor de riesgo que aumenta la morbi-mortalidad de este grupo poblacional, y se asocia a un incremento en la predisposición para contraer infecciones y enfermedades crónicas, lo que contribuye a disminuir la calidad de vida. Algunos de los cambios más relevantes que inciden en el estado nutricional de nuestros mayores son 2-4:

  • Físicos: masticación, salivación y deglución, discapacidad y minusvalía, deterioro sensorial, hipofunción digestiva.
  • Fisiológicos: disminución del metabolismo basal, trastornos del metabolismo de hidratos de carbono de absorción rápida, cambiosen la composición corporal, interacciones farmacológicas, disminución de la actividad física, soledad, depresión, aislamiento y anorexia.
  • Psicosociales: pobreza, limitación de recursos o inadecuados hábitos alimentarios.

La alimentación, el estado nutricional y la actividad física que realiza cada individuo influyen en la evolución de la fragilización, entendiendo ésta como una condición que se encuentra con frecuencia y genera una morbi-mortalidad importante; la malnutrición por lo tanto puede ser el origen o la consecuencia de la misma.

El estado de salud física y mental de las personas mayores depende en gran parte de la forma de alimentarse en la infancia y la edad adulta. En la calidad de vida y longevidad influyen los hábitos de alimentación y otros factores de tipo psicosociales como la soledad, la falta de recursos económicos, la baja disponibilidad de alimentos, la anorexia, las enfermedades crónicas entre otras, las cuales determinan el consumo de alimentos y el estado nutricional.

Con el propósito de aportar a la comprensión de los aspectos mencionados anteriormente y de identificar procesos protectores y deteriorantes en salud, en este estudio se indagaran diferentes aspectos relacionados con la alimentación de este grupo de población.

OBJETIVO

Determinar el estado nutricional de las personas mayores de 65 años adscritas a la Zona Básica de Salud de Níjar.

MATERIAL Y MÉTODO

Se trata de un estudio descriptivo transversal sin previa estimación del tamaño de la muestra. Se incluyeron 114 pacientes con edades comprendidas entre los 65 y los 82 años de edad que acudieron a nuestra consulta de Enfermería o fueron visitados en su domicilio entre los meses de Septiembre y Octubre de 2016. El estudio se ha realizado en la ZBS de Níjar, que cuenta con una población total adscrita de 28056 habitantes, de los cuales, 2741 son mayores de 65 años, según censo municipal de 20155. Durante la consulta o visita domiciliaria, fueron invitados a participar en el estudio de forma voluntaria previa firma del consentimiento informado por el propio paciente o su cuidador principal según el caso.

  • Análisis nutricional:

Para la valoración del estado nutricional del paciente, se utilizó la versión revisada del MNAR-SF6 (forma corta), la cual, puede realizarse en un tiempo inferior al de la versión larga, conservando ésta la misma precisión y validez. Una vez analizadas las respuestas, los resultados se clasifican de la siguiente manera, con un máximo de 14 puntos:

  • 12-14 puntos: estado nutricional normal.
  • 8-11 puntos: riesgo de desnutrición.
  • 0-7 puntos: desnutrición.
  • Datos antropométricos:

Se obtuvieron los datos antropométricos de cada paciente. Para su realización, se utilizó una báscula marca SECA 700 de romana (con capacidad hasta 220 Kg), con tallímetro SECA 220 (alcance de medición de 60 a 200 cm). Para aquellos pacientes encamados o que no podían permanecer en bipedestación, se procedió a realizar una estimación del peso y talla usando fórmulas de cálculo indirecto como la media envergadura; es la distancia desde el punto medio de la escotadura supraesternal hasta el punto medio entre los dedos medio y anular. La estatura se calcula con una fórmula estándar 7, que se detalla a continuación:

  • Mujeres: Estatura en cm = (1,35 x media envergadura del brazo en cm) + 60,1
  • Hombres: Estatura en cm = (1,40 x media envergadura del brazo en cm) + 57,8.

Con ellos podemos obtener el cálculo del índice de masa corporal (IMC). Éste nos permite clasificar a los pacientes adultos según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS)8, en normal, sobrepeso, obesidad grado I, obesidad grado II, Obesidad grado III y Obesidad grado IV. Por tanto, el índice de masa corporal (IMC), nos proporciona la medida más útil de este problema de salud en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades.

Además, se obtuvieron datos a través de una entrevista personal con cada paciente, sobre diferentes aspectos percibidos en los últimos tres meses, como la pérdida de apetito, problemas digestivos, dificultades de masticación o deglución, la perdida reciente de peso, el grado de movilidad, enfermedades agudas o situaciones de estrés psicológico y problemas neuropsicológicos.

  • Análisis de los datos:

Los datos obtenidos, se procesaron con el programa estadístico SPSS 20.0, tanto para la creación de la base de datos como para su posterior análisis. Se obtuvieron medias, frecuencias y tablas de contingencias con Chí cuadrado de Pearson. El grado de significación de los test fue de p<0.05.

RESULTADOS

Tras obtener una muestra de 114 pacientes, conformado en su mayoría por mujeres en un 64.9%, presentaban una edad media de 73.14 años.

Tras el análisis estadístico de los datos comprobamos que el 85.96% de la muestra, refería no haber modificado su ingesta nutricional en los tres meses previos al estudio, sólo el 15.79% refirió una pérdida notable de peso. El 17.36% afirmó salir a pasear a diario, el 12.28% se consideraba autosuficiente en el interior de su domicilio y sólo el 5.26% presentaban un grado de movilidad con actividad cama-sillón (Gráfico 1).

Con respecto a haber padecido alguna enfermedad aguda o situación de estrés en los tres meses anteriores, el 68.42%, respondió de forma afirmativa.

De la muestra estudiada, se obtuvo una media en cuanto al índice de masa corporal (IMC) de 32.38. Según la clasificación de la OMS, el 7.94% presenta un índice de masa corporal (IMC) saludable, el 26.98% sobrepeso, el 34.93% obesidad GI, el 19.05% obesidad GII y obesidad GIII un 11.1% (Gráfico 2).

En cuanto a la valoración del patrón nutricional, tras el análisis de la MNAR-SF, pudimos observar que el 72.8% de los sujetos cribados presentaban un estado nutricional normal, existiendo un 22,8% con riesgo de malnutrición y sólo el 4.39% de los casos reflejó con la encuesta malnutrición (Gráfico 3).

CONCLUSIONES:

El incremento de la esperanza de vida junto con el descenso de la natalidad a nivel mundial, implica un envejecimiento poblacional y con ello nuevos problemas a una sociedad moderna con cambio en sus valores y que ha situado a los adultos mayores en una escala de bajo reconocimiento social. De toda esta situación, surge la necesidad de hacer una visualización de las condiciones alimentarias y nutricionales en las que se desarrolla este grupo de población y de acuerdo con ello realizar propuestas que permitan mejorar su calidad de vida y que contribuyan a recuperar su valor social.

Por lo anteriormente descrito, junto con la falta de actividad física, el adulto mayor presenta una serie de cambios a nivel de su composición corporal, disminuyendo de forma considerable su masa muscular, lo que contribuye a una disminución del metabolismo basal. En síntesis, el incremento de la actividad física o un programa regular de ejercicios favorece la disminución de la declinación de la reserva fisiológica, merma los síntomas depresivos al generar cambios en el estado de ánimo, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y mejora o aumenta la capacidad funcional, favoreciendo de esta forma la independencia.

Por todo lo anterior, es necesaria la educación para la salud en torno a la alimentación y la nutrición, que motiven a los adultos mayores y a sus familias a conocer los beneficios de una alimentación saludable en el proceso vital y como ésta contribuye al bienestar y aumenta la calidad de vida individual y colectiva.

A pesar de todo ello, debemos tener en cuenta que según el cribado realizado, podemos observar que por lo general, nuestra población mayor de 65 años adscrita a la ZBS de Níjar, presenta un buen estado nutricional, por lo que debemos seguir trabajando en esa línea con nuestros mayores con el fin de preservarlo.

Anexos – Valoración del estado nutricional de los pacientes mayores 65 años

Anexos – Valoración del estado nutricional de los pacientes mayores 65 años

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Organización Mundial de la salud. Consultado el 16 de Noviembre de 2016. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs404/es/.
  2. Aranceta BJ. Dieta en la tercera edad. En: Nutrición y dietética clínica. España: MASSON; 2002. p. 107-11.
  3. Zayas SE. Consideraciones sobre la nutrición en la tercera edad. Rev Nutr Clín Méx 2004; 7(2): 131- 134.
  4. Aleman MH, Pérez FF. Los indicadores del estado de nutrición y el proceso de envejecimiento. Rev Nutr Clín Méx 2003. 6(1): 46-52.
  5. Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Consejería de Economía y Conocimiento. Fichas Municipales, Provincia de Almería, Níjar. Consultdo el 09 de Noviembre de 2016. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/sima/htm/sm04066.htm
  6. Cuestionario Mini Nutritional Assessment- short Form (MNA-SF). Consultado en Septiembre de 2016. Disponible en: http://www.mna-elderly.com/forms/mna_guide_spanish_sf.pdf.
  7. HIckson M, Frost G. A comparison of three methods for estimating height in the acutely ill elderly population. J Hum Nutr Diet 2003;6:1-3.
  8. Organización Mundial de la Salud. Disponible en who.int/fectures/factiles/obesity/facts/es/
  9. Salas-Salvado, J. Rubio, M. Barbarny M.Consenso SEEDO 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención terapeútica.Med Clin Barc 2007 ; 128 (5): 184-96
  10. Martinez Riera, JR. Consulta de Enfermería a demanda en Atención Primaria. Reflexión de una necesidad. Rev Adm Sanit. 2003;1(3): 425-440
  11. Castelblanque EM, Cuñat VA. ¿Quiénes son adultos mayores frágiles-adultos mayores de riesgo? Estudio en personas mayores de 65 años del área sanitaria de Guadalajara. Rev Soc Española Med Gen 2002; 45: 443-459.
  12. Aranceta BJ. Dieta en la tercera edad. En: Nutrición y dietética clínica. Barcelona: MASSON, SA; 2002. pp. 107-11