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Estado nutricional de las personas mayores institucionalizadas en una residencia de Zaragoza

Estado nutricional de las personas mayores institucionalizadas en una residencia de Zaragoza

El progresivo envejecimiento demográfico de la población en España está determinando el incremento de diversas patologías. El 5% de personas de 65 o más años en Europa residen en residencias o centros de larga estancia, en los cuáles es muy frecuente la alteración del estado nutricional. Para su valoración, un cuestionario fácil de usar y de bajo coste es el MNA.

Estado nutricional de las personas mayores institucionalizadas en una residencia de Zaragoza

Blanca Samper Lamenca. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Gerontología Social

Sara Allona López. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Gerontología Social.

Laura Cisneros Larrea. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Gerontología Social.

Raquel Marín Labanda. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería.

Palabras clave: estado nutricional; Test de Pfeiffer; Test de Barthel; salud del anciano institucionalizado

El objetivo de este trabajo es describir el estado nutricional de los usuarios de la Residencia Tercera Edad Ballesol Zaragoza III.

Se trata de un estudio observacional, de tipo descriptivo transversal. Las variables del estudio fueron: edad, sexo, ingesta de suplementos nutricionales, estado nutricional con el MNA, autonomía en las actividades básicas de la vida diaria mediante el Barthel y estado cognitivo a través del test de Pfeiffer.

Se realizó un análisis de correlación asociando el estado nutricional de los usuarios de la residencia con el sexo, edad, estado funcional y cognitivo. Las diferencias más evidentes tras aplicar la corrección de Bonferroni, se observan entre los grupos que presentan dependencia leve y dependencia grave (p=0,022; U=166), con respecto al estado nutricional. Sin embargo, no se observan diferencias significativas al asociar el estado nutricional y el estado cognitivo (p>0,05).

Estos resultados sugieren un elevado porcentaje de malnutrición en nuestra población anciana, lo que conlleva mayor dependencia física. Por lo tanto, hay que resaltar el papel fundamental que desarrolla la Enfermería detectando el riesgo de desnutrición.

TÍTULO:

Estado nutricional de las personas mayores institucionalizadas en una residencia de Zaragoza.

INTRODUCCIÓN

El número de personas mayores se está incrementado en el mundo desarrollado. Se estima que en el año 2050 la proporción de personas mayores de 65 años habrá alcanzado el 33,2% de la población total y, España será el segundo país más envejecido del mundo después de Japón. En nuestro país, más del 4% de los ancianos vive en residencias. Las personas mayores residentes en estos centros se caracterizan por tener una edad media que supera los 80 años, y se estima que el 67% son mujeres (1)

El progresivo envejecimiento demográfico de la población en España está determinando el concomitante incremento de diversas patologías asociadas a esta etapa del ciclo vital. Probablemente una de las características más negativas del envejecimiento sea el desarrollo de alteraciones en el proceso de nutrición y, fundamentalmente, aquellas relacionadas con la hidratación y/o el aporte calórico-proteico (2) . Este grupo de población tiene un mayor riesgo de padecer problemas nutricionales, tanto por el propio proceso de envejecimiento, que produce una menor capacidad de regulación de la ingesta de alimentos (3), como por otros factores relacionados con cambios físicos, psíquicos, sociales y económicos, además de la coexistencia de patologías muy prevalentes en este grupo poblacional, como la depresión y las alteraciones cognitivas que pueden determinar serios cambios en la ingesta dietética (4). Asimismo, un peor estado nutricional se relaciona con un mayor deterioro funcional a medio plazo (5).

Teniendo en cuenta la alta prevalencia de pacientes en riesgo de desnutrición y la falta de diagnóstico precoz de la malnutrición, se necesita una estrategia racional para el cribado nutricional en la población anciana (6). De esta manera, la evaluación nutricional puede ayudar a los profesionales en el tratamiento para la recuperación y promoción de la salud en esta población (7).

Los parámetros antropométricos más utilizados son: el peso, el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia del brazo (CB) y de la pantorrilla (CP), la circunferencia y el área muscular del brazo (AMC y AMA), pliegues cutáneos y la albúmina (8). Además, podemos usar diferentes cuestionarios o escalas, que nos van a permitir obtener una medida válida y reproducible del estado nutricional de la población, como son: Short Nutritional Assessment Questionnaire (SNAQ), Malnutrition Universal Screening Tool (MUST), Nutritional Risk Screening 2002 (NRS-2002), Geriatric Nutritional Risk Inde (GNRI), Valoración Global Subjetiva (VGS), Nutrition Screening Initiative (DETERMINE), Mini-Nutritional Assessment (MNA) o MNA-SF: Mini Nutritional Assessment-Short Form (5).

Debido a su enfoque geriátrico específico, el MNA debe ser recomendado como base para la evaluación nutricional en las personas mayores.  Es una herramienta fácil de usar y de bajo costo en la práctica clínica, lo que refuerza su importancia en la evaluación clínica de los pacientes institucionalizados (9). Las puntuaciones están basadas en evaluaciones dietéticas, antropométricas, subjetivas y globales y se ha evaluado en pacientes geriátricos. El tiempo estimable que se tarda en realizar esta escala está entorno a los 10- 15 minutos. Este es un tiempo razonable para una prueba diagnóstica, pero es quizá demasiado largo para un screenning. Una forma corta de MNA (MNA-SF) podría ser una buena herramienta para detectar la malnutrición en estos pacientes (10).

Aproximadamente el 5% de personas de 65 o más años en Europa residen en servicios de larga duración, residencias o centros de larga estancia. La malnutrición es uno de los principales problemas a los que deben enfrentarse