Inicio > Cardiología > Trabajo de investigación. Estilos de vida y control de la presión arterial > Página 3

Trabajo de investigación. Estilos de vida y control de la presión arterial

criterios de exclusión fueron:

– Pacientes con enfermedad renal muy avanzada o con complicaciones que requirieran ya del seguimiento por un especialista (cardiólogo, nefrólogo…)

– Pacientes que requerían de seguimiento por la unidad de hipertensión arterial (HTA) (en el hospital de Ronda)

– Cuando había enfermedad mental importante que impedía el seguimiento de una dieta/estilo de vida saludable.

– Pacientes que por cualquier motivo rechazaron colaborar en el estudio.

El proyecto ha sido aprobado por el comité de ética del área sanitaria en el que se desarrolla el estudio (con el objetivo último de proteger/beneficiar a esta población).

En la muestra predomina el sexo femenino (65%); la raza blanca (96%); más de la mitad (65%) son jubilados con un nivel de escolaridad medio-bajo (72%); y casi el 90% es mayor de 60 años (aunque el estudio abarca edades entre los 40 y los 85 años).

MATERIAL Y MÉTODO

La muestra, constituida por esos 100 pacientes escogidos de forma aleatoria, diagnosticados de hipertensión arterial (HTA) (es decir, reflejado este diagnóstico en su historia clínica, independientemente de que recibieran tratamiento farmacológico o no) fue sometida, para su estudio, a diversas variables. En todos los casos se obtuvo consentimiento informado de los participantes del estudio.

Los datos para la evaluación serán obtenidos a través de la historia clínica, del examen físico y de los medios diagnósticos empleados; así como de diversos cuestionarios encaminados a evaluar esa calidad de vida.

La presión arterial se midió con esfigmomanómetros de mercurio calibrado. En cada individuo se realizaron 9 tomas de la presión arterial, en condiciones estandarizadas, a lo largo de 3 ocasiones separadas (3 mediciones en cada ocasión). Dentro de esas consideraciones estandarizadas para la toma de la presión arterial destacan algunas como: que el paciente descanse 5 minutos antes de tomarle la presión arterial; no haber fumado o ingerido cafeína por lo menos 30 minutos antes de tomar la presión arterial; estar en posición sentada y con el brazo apoyado; se efectúan tres lecturas separadas por 2 minutos. Si la diferencia de las mismas difiere en 5 mm Hg debe efectuarse una cuarta medición y promediar las mismas; se verifica en el brazo contralateral y se toma en cuenta la lectura más elevada.

La historia clínica incluye: Historia familiar de presión arterial elevada o de enfermedades cardiovasculares; historia del paciente sobre: enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares ó renales; tiempo de duración de la hipertensión y cifras que ha alcanzado; resultados y efectos secundarios de las medicinas que ha utilizado; historia de cómo se ha comportado su peso, si realiza ejercicio físico, sal que ingiere, cantidad de grasas que come o si ingiere alcohol; síntomas que sugieren hipertensión secundaria; factores psicosociales y ambientales; otros factores de riesgo cardiovascular (DLP, hábito de fumar, intolerancia a los hidratos de carbono); datos sobre medicamentos que se ingieren. Algunos elevan la presión arterial o interfieren con los medicamentos hipotensores, tales como: contraceptivos orales, esteroides, agentes anti-inflamatorios no esteroides, descongestionantes nasales, algunos anticatarrales, agentes que suprimen el apetito, ciclosporina, antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la monoaminooxidasa…

El examen físico incluye: tres tomas de TA en la forma ya señalada; peso y talla (y con ellos, índice de masa corporal); examen del fondo de ojo (buscar retinopatía); examen el abdomen (buscando soplos, tumores y dilatación de la aorta); examen del aparato respiratorio (broncoespasmo); examen del cuello (soplos carotídeos, venas dilatadas y aumento del tiroides); examen del corazón (taquicardia, cardiomegalia ó aumento del tamaño del corazón, soplos, arritmias, sonidos S3 y S4); examen de las extremidades (precisando disminución ó ausencia de pulsos arteriales periféricos, soplos y edemas); y examen neurológico.

Los exámenes de laboratorio incluyen: Hemoglobina; hematocrito; análisis de orina completo; Potasio sérico; Sodio; Creatinina; Colesterol total y HDL; glucemia; y ácido úrico, principalmente.

Otras pruebas complementarias: electrocardiograma (básico) y la radiografía de tórax (sobre todo si el paciente tiene larga historia de fumador ó enfermedad pulmonar). El ecocardiograma en pacientes con factores de riesgo múltiples o estadios 2 o superiores. Ya más raro, sería la ecografía renal y suprarrenal. Estos se pueden considerar los exámenes básicos. A ellos se añadirán los necesarios cuando se sospeche una hipertensión arterial (HTA) secundaria.

En general, en cuanto a los procederes diagnósticos, se ha reconocido que las causas definidas de hipertensión arterial (HTA) que son potencialmente curables alcanzan menos del 5% del total, por lo que la realización de exámenes para el diagnóstico no debe significar costosas investigaciones innecesarias que no justifiquen una adecuada evaluación individual, clínica y epidemiológica de cada paciente. Un exagerado uso de medios diagnósticos aumenta la posibilidad de falsos positivos. Efectuar estudios adicionales se justifica sólo cuando existan síntomas y signos típicos de posibles causas definidas. En resumen, al paciente se le deberá realizar un mínimo de exámenes que garanticen una adecuada confirmación del diagnóstico.

Para el estudio de las variables en relación con el estilo de vida de esa persona, se adaptaron algunas de las encuestas más conocidas y estandarizadas utilizadas ya previamente en muchos estudios que se han encontrado sobre el tema en cuestión. Las resumo a continuación:

Para clasificar el ejercicio físico en tiempo libre, se preguntó a los sujetos de estudio: ¿Qué tipo de ejercicio físico realizan durante su tiempo libre? Las opciones de respuesta se desglosan en cuatro categorías: a) No hago ejercicio; b) Alguna actividad física ó deportiva ocasional; c) Actividad física regular, varias veces al mes; d) Entrenamiento físico varias veces a la semana. Para la presentación de resultados esta variable fue agrupada de manera dicotómica: Sí realiza actividad física (quién seleccionó cualquier ítem diferente de a); y No efectúa actividad física ó sedentarismo quién respondió la opción a.

La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se refiere a la satisfacción de un individuo con los aspectos físicos, sociales y psicológicos de su vida, en la medida en que éstos afectan o son afectados por su salud. Es un constructo que considera 4 dimensiones: dimensión funcional, que se refiere a la capacidad para ejecutar actividades que son normales y cotidianas para la mayoría de las personas; dimensión física, relacionada con la presencia y gravedad de los síntomas propios de la enfermedad y/o asociados al tratamiento; dimensión emocional, alusiva a las reacciones emocionales como respuesta a la enfermedad, la hospitalización y/o el afrontamiento de síntomas; y dimensión social, que comprende las limitaciones funcionales que interfieren en la adaptación social de la persona enferma