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Estomatitis aftosa recurrente. Caso clínico

Estomatitis aftosa recurrente. Caso clínico

Las aftas orales son una lesión de la mucosa oral frecuente. Su etiología es desconocida aunque se han descrito diversos factores implicados en su aparición. Este trabajo presenta un caso clínico de aftas menores en una paciente pediátrica y revisa la bibliografía reciente sobre estomatitis aftosa recurrente para identificar las características clínicas, el diagnóstico y tratamiento de esta entidad clínica.

Estomatitis aftosa recurrente. Caso clínico

Patricia María Puga Guil. Doctora en Odontología por la Universidad de Granada.

Daniel Gálvez Estévez. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada.

RESUMEN:

Palabras clave: aftas, estomatitis aftosa recurrente, ácido hialurónico, mucosa oral, Odontología, Pediatría, Dermatología.

OBJETIVOS.

Conocer el concepto de afta y sus características.

Diferenciar los distintos tipos de Estomatitis aftosas recurrentes. (EAR)

Conocer el diagnóstico y tratamiento de la Estomatitis aftosa recurrente.

INTRODUCCIÓN.

El afta es una lesión vesículo-ulcerosa sobre una base eritematoso y fondo amarillo. Son un tipo de lesión elemental elevada de contenido líquido, claro. Las aftas se localizan en el epitelio y se resuelven sin dejar cicatriz, salvo el afta de Sutton.

Muchas lesiones son denominadas “aftas”, por ello es necesario diferenciar las aftas verdaderas, de las aftoides (producidas por virus) y de las aftosis (procesos sistémicos que cursan con aftas).

Las aftas verdaderas tienen unas características determinadas, que se clasifican en características fundamentales y secundarias (tabla 1).

Las aftas son lesiones vesículo-ulcerosas y pasan por diferentes etapas o periodos:

  • Etapa vesiculosa: El afta tiene un diámetro de 2-5 mm, su epitelio está elevado, recubriendo un punto amarillento rodeado por un halo eritematoso. A los 2 o 3 días aparece algo de opacidad.
  • Etapa Ulcerosa: Se desgarra el techo epitelial. El fondo de la lesión contiene detritus celulares y fibrina e infiltrado de neutrófilos en los márgenes y en profundidad. El tejido de granulación rellena el fondo y la mucosa que rodea a la vesícula se hunde. Es una etapa muy dolorosa, con sensación de quemazón dificultad para la deglución y la fonación. En ocasiones aparecen linfadenitis regionales.
  • Etapa de cicatrización: La ulcera cura y reepiteliza sin quedar cicatriz.

La etiología de esta lesión es desconocida. Se considera que en su aparición pueden estar implicados múltiples factores. Scully le atribuye una posible base genética y unos factores predisponentes: trauma, estrés, determinados alimentos, desequilibrios hormonales, tabaco. Otros factores que se han relacionado con las aftas han sido la actuación de virus o baterías, deficiencias de vitaminas y factores inmunológicos.

La estomatitis aftosa recurrente (EAR) suele hacer su aparición durante la infancia. Su frecuencia de aparición y severidad disminuye con la edad. El 80 % de la población afectada la presenta por primera vez antes de los 30 años de edad. La estomatitis aftosa recurrente (EAR) puede manifestarse mediante tres entidades clínicas.

  1. Aftas menores o Aftas de Mikulicz: úlceras aftosas leves que suponen el 75%-85% de los casos de EAR. Se presenta con la aparición de pequeñas lesiones ulcerosas (5-10 mm) con forma ovalada o redonda. Las lesiones no son dolorosas y están bien delimitadas por un halo eritematoso. Son poco profundas. La lesiones se localizan en la mucosa no queratinizada de la cavidad oral. Las lesiones curan por sí solas en 10-14 días. La recurrencia es variable, pero suelen repetirse cada 2 o 3 meses. La curación del afta es más lenta que cualquier herida oral
  2. .Aftas mayores. También denominada: afta crónica habitual, afta simple recidivante. La denominación más extendida es Periadenitis necrótica recidivante de Sutton. La lesión presenta diferentes etapas en su evolución. en primer lugar se presenta una forma nodular, que a continuación se ulcera y por último cura quedando una cicatriz fibrosa y retráctil. Suponen el 10-15% de la EAR. Su primera aparición suele ser tras la pubertad. Su forma es redondeada y su tamaño mayor de 1 cm con márgenes bien delimitados pero de forma irregular. Su localización preferente en la mucosa labial seguida del paladar blando e istmo de las fauces. Está lesión evoluciona como una ulcera más profundas que las aftas menores, suelen aparecer a la vez 1 o 2 y el dolor es muy intenso. La curación es larga, pudiendo durar semanas, incluso meses. Puede acompañarse de fiebre, disfagia y malestar general.
  3. Estomatitis aftosa herpetiforme. Su incidencia en menor que los anteriores tipos de estomatitis aftosa recurrente (EAR), suponiendo un 5-10 % de los casos de estomatitis aftosa recurrente (EAR). Aparecen múltiples úlceras (5-100) de pequeño tamaño (1-3mm) Su forma es redonda y se agrupan en racimos simulares a la configuración del herpes simple. Pueden localizarse en cualquier zona de la cavidad oral y son muy doloras. Suele unirse, confluyendo y formando úlceras más grandes después de 10-14 días. Son más frecuentes en el paciente anciano y de sexo femenino. Los pacientes afectados suelen presentar 2-4 recurrencias al año (aftosis simple). En ocasiones se encuentra asociada a enfermedades sistémicas (aftosis compleja)

El diagnóstico de la estomatitis aftosa recurrente (EAR) se basa en la anamnesis y exploración clínica. Las características clínicas son el fundamento para el diagnóstico diferencial de otras condiciones que cursan con lesiones ulcerosas.

El tratamiento será individualizado para cada paciente. Los objetivos del tratamiento son acortar el proceso, evitar las recidivas y aliviar los síntomas y el tamaño de las úlceras durante el brote. Se han planteado tres líneas del tratamiento:

La primera línea de tratamiento se basa en un tratamiento local y sistémico. El tratamiento local consiste en la aplicación de geles, colutorios o pomadas de aplicación tópica. Son adecuados en las fases iniciales. Existen distintos productos farmacológicos, con distintos agentes activos: corticoides tópicos, prostaglandinas, interferón, tetraciclina, clorhexidina, triclosam, triamcinolona o ácido hialurónico. Los medicamentos tópicos deben aplicarse directamente en la lesión y mantenerlo el mayor tiempo posible, por lo que los geles bioadhesivos serán la mejor opción. También es necesario tratar los déficit nutricionales y hematológicos presentes, evitar reacciones alérgicas, tratar enfermedades sistémicas y controlas el estrés.

La segunda línea de tratamiento se aplica en casos graves o recidivantes de primera línea, consecuencia de un mal control de los síntomas en la primera fase. La terapia es más agresiva, basada en corticoides sistémicos (prednisona).

La tercera línea de tratamiento se emplea es casos muy severos, con la administración de inmunomoduladores (talidomida, ciclosporina, etc.)

 Como coadyuvante al tratamiento de las aftas persistentes y dolorosas se emplean anestésicos tópicos y suplementos vitamínicos y proteínicos. . Es fundamental mantener una escrupulosa higiene oral para evitar la infección de las lesiones.

CASO CLÍNICO.

Paciente de 9 años que acude a la Consulta de Odontopediatría del Centro de Salud por la presencia de lesiones ulcerosas en la mucosa oral. La paciente no presenta ninguna enfermedad sistémica asociada, ni ninguna alérgica medicamentosa. La madre de la paciente explica que la niña se queja de dolor desde hace 3 días al comer y tragar. La paciente refiere que le sucedió con anterioridad, hace tres o cuatro meses. Se le pregunta si encuentra algún factor desencadenante para la aparición de la lesiones (deberes del colegio, menstruación, algún alimento, etc). La paciente y la madre no encuentran ningún motivo para la aparición de las lesiones.

El estado general de la paciente es bueno. En la exploración intraoral se observa cinco lesiones ulcerosas de pequeño tamaño, forma oval y bien delimitadas localizadas una en la mucosa yugal , una en la punta de la lengua (imagen 1) y tres en la mucosa labial intraoral (imagen), 2) algunas confluyendo entre ellas. Las lesiones no presentan profundidad.

Dadas las características de las lesiones: pequeño tamaño, superficiales, bien delimitadas, y a la anamnesis se establece el diagnóstico de aftas menores.