La formación del Licenciado en Tecnología de la Salud, en el perfil de Electromedicina, es una forma de manifestar el proceso vital e intelectual de la educación y su expresión personal y colectiva para demostrar su profesionalidad en el que va a desempeñar la función laboral. Por lo tanto, es un producto en permanente construcción, que integra la práctica y la teoría con los valores propios de la sociedad a partir del saber pedagógico. Las sociedades modernas no sólo ejercen los sistemas de enseñanza sino ante todo los sistemas educativos de los saberes, es una misión más compleja, intensa e intelectual en la formación del hombre.
La presencia de especialistas en Electromedicina con una adecuada preparación y calificación en las unidades de salud, es una de las condiciones básicas que se requiere para lograr la buena calidad en los servicios que se prestan y con ello promover una mejor salud y calidad de vida en la población.
Para lograr una adecuada preparación esta no puede centrarse solo en elevar sus conocimientos de la tecnología usada en el equipamiento médico y el modo de realizar su mantenimiento o reparación, sino con la propia interacción de los docentes y los estudiantes, a través de los contenidos de las asignaturas que reciben, debe influirse en la preparación integral para la vida; formarse desde lo disciplinar y lo educativo para que sepan conducirse adecuadamente en su profesión y en la sociedad, así como la superar los obstáculos y metas que se le presenten en las actividades laborales y en la vida social en general.
Es necesario influir en la formación de la personalidad de los futuros licenciados, la que se expresa en una coherente formación patriótica e internacionalista, política, ciudadana, científico, ambientalista, vocacional y laboral, demostrada en su forma de sentir, pensar y actuar, dentro de las cuales se destaca como una de las principales direcciones del trabajo educacional en este nivel la formación laboral.
En el sistema educacional cubano la formación laboral se sustenta en la aplicación del principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo, este responde a tres objetivos fundamentales: el instructivo, el educativo y el productivo. La conjugación de estos objetivos ha sido planteada y orientada su aplicación por el Comandante Fidel Castro Ruz, desde los inicios de la Revolución, al decir:
“[…] Para nosotros, aparte de un principio de orden moral, de un principio de orden teórico es, además, una imperiosa necesidad material. En los primeros tiempos todavía la combinación del estudio con el trabajo se veía como una forma de la formación, pero este otro aspecto de orden material no se tenía muy en cuenta. Hoy para nuestro país es una necesidad de orden material, a la vez que es una necesidad de orden educacional. Pero si un día la sociedad humana llegara a ser tan desarrollada, tan rica económicamente, que no tuviera necesidad – en la medida que la tenemos nosotros hoy- de la combinación del estudio con el trabajo tendría que hacerlo por razones de orden pedagógico.”(16)
Esta estrategia de formación se basa no solo en el pensamiento de Fidel Castro, sino también en el del Apóstol José Martí, quien dejó expresadas las ventajas morales, físicas e higiénicas que venían del vínculo entre el estudio y el trabajo en el proceso de educación del hombre:
”El hombre crece con el trabajo que sale de sus mano…el que debe su bienestar a su trabajo o ha ocupado su vida en crear y transformar fuerzas, y en emplear las propias, tiene el ojo alegre, la palabra pintoresca y profunda, la espaldas anchas, y la mano segura […] esos que hacen al mundo […] tienen cierto aire de gigantes dichosos, e inspiran ternura y respeto.”(17)
También nos dejó dicho en sus escritos sobre la Educación Popular que la “Instrucción no es lo mismo que educación: aquella se refiere al pensamiento y esta principalmente a los sentimientos. Sin embargo no hay buena educación sin instrucción. Las cualidades morales suben de precio cuando están realzadas por las cualidades inteligentes.”(18)
Los resultados obtenidos por el sistema educacional cubano y en particular la combinación e integración del estudio con el trabajo, se puede afirmar que ha sido una estrategia acertada y en correspondencia con los estudios realizados por múltiples pedagogos a nivel mundial. Esta estrategia esta presente en el diseño de las mallas curriculares de las carreras concebidas por el Ministerio de Salud.
Es común que la mayoría de los estudios de formación profesional en la etapa de desarrollo destaque la importancia de tres componentes, que se suelen considerar: el científico, el técnico y el cultural, pero es fundamental incluir también otro componente: la formación laboral, o sea, su experimentación o práctica en el ejercicio de la profesión en un colectivo laboral. Estos componentes conforman los ejes fundamentales de la formación profesional y cada uno de ellos tiene una finalidad:
- Con el componente científico, el profesional se prepara para la aproximación crítica de la realidad, apoyándose en métodos científicos que le permitan percibir y explicar desde lo esencial hasta lo más prosaico.
- Por medio del componente técnico, se prepara para poder aplicar procedimientos, reglas, normas y protocolos que le permitan dar solución a las situaciones que se le presenten en el desempeño de su profesión.
- Con el componente cultural, el licenciado se convertirá en un agente poseedor de un conocimiento significativo de acuerdo a su edad y su relación con la familia. cultural de ámbito general que le permita estar plenamente identificado con su nacionalidad y
- Con el componente formación laboral, el futuro profesional, en las clases y los contenidos de las asignaturas no solo profundiza en los contenidos teórico-práctico, sino también en otros aspectos importantes de la vida laboral, que se ponen de