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Cómo evitar eventos adversos al utilizar heparina sódica intravenosa

Cómo evitar eventos adversos al utilizar heparina sódica IV

Resumen

Los errores de medicación y sus consecuencias negativas, constituyen en la actualidad un grave problema de salud pública. Esta probabilidad aumenta al utilizar medicamentos de alto riesgo como la Heparina sódica. Este fármaco anticoagulante que se administra normalmente en situaciones de urgencia han ocasionado numerosos eventos adversos. En el siguiente artículo se analizan su etiología y propones medidas preventivas que minimicen la aparición de errores de medicación relacionados con su uso.

Cómo evitar eventos adversos al utilizar heparina sódica IV

Autores

  • Miguel Ángel Rodríguez Monge. D.U Enfermería. Distrito Sevilla de Atención Primaria. Servicio Andaluz de Salud. Experto Universitario en Gestión de la Calidad de Centros Sanitarios. U.E Miguel de Cervantes.
  • Mª Carmen Pérez Lobato. D.U Enfermería. Distrito Sevilla de Atención Primaria. Servicio Andaluz de Salud.
  • José Mª Salas Rubio. D.U Enfermería. Experto en Gestión de la Calidad en Centros Sanitarios.

Palabras clave: Enfermería, error de medicación, medicamentos alto riesgo, heparina sódica, seguridad del paciente.

Introducción

Los errores de medicación y sus consecuencias negativas, constituyen en la actualidad un grave problema de salud pública, con importantes repercusiones no sólo desde un punto de vista humano, asistencial y económico, sino también porque generan la desconfianza de los pacientes en el sistema y dañan a los profesionales e instituciones sanitarias. (1,2,3)

Las consecuencias clínicas de los errores de medicación en el ámbito hospitalario son, si cabe, más importantes que en el medio ambulatorio, debido a la complejidad y a la agresividad de los procedimientos terapéuticos en los hospitales.(4)

Este hecho ha sido constatado en el estudio ENEAS, cuyos hallazgos indican que un 37,4% de los acontecimientos adversos detectados en pacientes ingresados están causados por medicamentos. (1)

Se denominan “medicamentos de alto riesgo” aquellos que tienen un “riesgo” muy elevado de causar daños graves o incluso mortales cuando se produce un error en el curso de su utilización (5,6). Esta definición no indica que los errores asociados a estos medicamentos sean más frecuentes, sino que en caso de producirse un error, las consecuencias para los pacientes suelen ser más graves. Por todo ello, los medicamentos de alto riesgo han de ser objetivo prioritario en todos los programas de seguridad clínica que se establezcan en los hospitales. (6,7)

La Heparina sódica es un fármaco anticoagulante que se administra normalmente en situaciones de urgencia en forma de perfusión intravenosa y a diferentes dosis según indicación clínica, tanto en adultos como en niños. (8)

Se han descrito en varias ocasiones errores por sobredosificación con este medicamento, cuyas consecuencias clínicas pueden ser mortales para el paciente (especialmente sensibles pacientes pediátricos).

En un informe de 2008 de la Joint Commision se reflejaba que la heparina era el anticoagulante con el que se producían más errores de medicación. Es por todo esto que la Heparina, al igual que otros medicamentos anticoagulantes está incluida en el listado del ISMP de fármacos de alto riesgo.

Objetivos

  • Concienciar del alto riesgo que existe con la Heparina sódica IV.
  • Definir los principales eventos adversos relacionados con la utilización de la Heparina sódica IV.
  • Resaltar la necesidad prevenir al manipular y administrar este medicamento para evitar errores de medicación.

Metodología

Revisión bibliográfica, consulta de guía de seguridad clínica referentes al uso de la heparina sódica por vía endovenosa.

Resultados

En España hay 3 laboratorios que fabrican Heparina sódica, todas presentaciones de 5 mL, variando únicamente la concentración de una a otra (1000 UI/mL o 5000 UI/mL). Curiosamente cada laboratorio tiene una manera distinta de denominar a «su» Heparina (uno en porcentaje, otro en concentración y otro en dosis total).

Los principales errores encontrados en la bibliografía fueron:

  • Existencia de viales multidosis que pueden ocasionar sobredosificaciones por error.
  • Confusión con insulina al dosificarse ambas en unidades.
  • Administración inadvertida de dos medicamentos antitrombóticos (duplicidad terapéutica)
  • Sobredosificación por ajuste inapropiado de dosis de heparinas de bajo peso molecular en pacientes con insuficiencia renal.
  • Confusión de la abreviatura “U” (unidades) con un cero, lo que ocasiona la administración de una dosis 10 veces mayor.
  • Errores en las diluciones cuando hay que manejar distintas concentraciones.
  • Programación incorrecta de las bombas de perfusión.

Soluciones propuestas:

  • Adquirir especialidades que se encuentren etiquetadas correctamente.
  • Reducir la variedad de concentraciones disponibles y prestar atención en el almacenamiento.
  • Separar la heparina de la insulina, así como de otros medicamentos que se dosifiquen en unidades.
  • Escribir “unidades” en lugar de “U”.
  • Estandarizar la dosificación y seguimiento de los tratamientos mediante protocolos que consideren el peso del paciente, función renal, control de los tiempos de coagulación, etc.
  • Incluir alertas en los programas informáticos de prescripción y de dispensación que informen de las interacciones relevantes con otros medicamentos.
  • Protocolizar la administración pre y postquirúrgica.
  • Estandarizar los procedimientos de administración: etiquetar las bolsas de perfusión indicando volumen y dosis total y realizar un doble chequeo de las preparaciones y sistemas de administración.

Conclusiones

La seguridad del paciente se compromete cuando utilizamos medicamentos de alto riesgo si no establecemos las medidas adecuadas de prevención.

La Heparina sódica de administración IV, es un fármaco que puede generar grandes complicaciones a nuestros pacientes si no se utiliza