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Factores de riesgo cardiovascular en adolescentes

nuestro estudio (42,43)

 Los antecedentes patológicos familiares se recogen en la tabla No 4 como un factor de predisposición de esta enfermedad relacionados con el sexo encontrándose en 106 casos antecedentes familiares de hipercolesterolemia para un 80% y en 92 casos para un 69% se recogieron la cardiopatía Isquémica, se observo una mayor incidencia en el sexo femenino con un total de 124 casos para un 93% y 78 casos en el masculino para un 59%. Existen distintos factores que favorecen la aparición de una hiperlipidemias, entre ellos se pueden considerar factores genéticos, teniendo en cuenta que la transmisión poligénica es la más importante; factores ambientales, como la dieta rica en grasas saturadas; y el alcohol. (44,45646). Es importante llevar a cabo un estudio de los antecedentes familiares de hiperlipidemias o cardiopatía isquémica, en hombres antes de los 55 años y en mujeres antes de los 65 años. Así mismo, hay que estudiar los antecedentes personales de enfermedad que permitan detectar una hiperlipidemias secundaria.

Las literaturas revisadas plantean que las causas primarias serían aquellas genéticamente determinadas, como la hipocolesterolemia familiar; mientras que las secundarias, tendrían su origen en distintas patologías que alteran las cifras de lípidos en sangre, como la diabetes mellitus. (45,46) La hiperlipidemias combinada familiar es el trastorno más común de aumento de grasas en la sangre que causa ataques cardíacos precoces. Es un trastorno genético, lo cual significa que es causado por un problema con los genes. Sin embargo, aún no se han identificado los genes específicos responsables. Las personas con hiperlipidemias combinada familiar tienen una tasa mayor de obesidad e intolerancia a la glucosa. (47,48) En nuestro trabajo se encontraron en todos los pacientes estudiados antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares lo cual concuerda con la bibliografía revisada (48,49).

La Tabla No 5 refleja los complementarios realizados con resultados elevados para la edad, encontrándose en los 132 casos niveles de triglicéridos elevados para un 100% y el colesterol en 110 para un 83%. Hay una amplia variedad de estudios epidemiológicos que demuestran que los niveles plasmáticos de colesterol son un factor de riesgo de cardiopatía isquémica. Con la premisa de actuar preventivamente, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), a través del panel de expertos (National Colesterol Education Program – NCEP), expresó las recomendaciones con respecto a la detección, diagnóstico y tratamiento de la hipocolesterolemia en la infancia, en sus dos versiones: 1992 y 1998.

Ver Anexos – Factores de riesgo cardiovascular en adolescentes, al final del artículo

Estas recomendaciones parten de la base que, si bien no se ha demostrado fehacientemente, es congruente pensar que un colesterol alto en la infancia se va a relacionar con hipocolesterolemia en los adultos y ser un factor de riesgo de afecciones cardiovasculares. Por eso establecieron pautas generales de alimentación para los niños en general y recomendaciones especiales para la detección y el tratamiento de la hipocolesterolemia (48).

Estudios epidemiológicos recientes 37 coinciden en mostrar que el consumo elevado de ácidos grasos trans aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, 38 mientras que las dietas ricas en ácidos grasos poli saturados, en especial oleico y linolénico la previenen; la fuente de estos últimos son los aceites vegetales (girasol, maíz, oliva, soja, uva).(48,49) En la población infantil la mayor fuente de alimentos se encuentra en: productos de repostería, margarinas sólidas, galletitas dulces y saladas, palitos de maíz, algunos productos «dietéticos» o «light» que no contienen grasas saturadas pero sí aceites hidrogenados.

Estudios de estimación de consumo en la población infantil mostraron alto consumo de caramelos, galletitas, golosinas y colaciones. (50) La primera medida para prevenir la enfermedad coronaria tiene por objetivo disminuir los niveles séricos de colesterol en todos los niños y adolescentes mediante la promoción de cambios en los patrones de alimentación y en la composición de la dieta. Esta recomendación se dirige a grupos que influyen en los patrones de alimentación de niños y adolescentes, como personal de las escuelas, profesionales de la salud, agencias gubernamentales, industria alimentaria y los medios de comunicación masivos. La ventaja de esta estrategia es que una pequeña variación en los niveles de colesterol total y triglicéridos en los niños que se prolongue hasta la adultez podría disminuir sustancialmente la incidencia de enfermedad coronaria. (48, 49,50)

Conclusiones:

  1. Se encontró un predomino del sexo femenino , las edades de 14-15 años y la raza negra
  2. En la investigación realizada los factores de riesgo encontrados fueron los hábitos alimentarios inadecuados, seguidos de la obesidad y el sedentarismo. en todos los pacientes estudiados antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
  3. El 100% de los pacientes estudiados presento niveles elevados de triglicéridos y el colesterol en 110 para un 83%.

Anexos – Factores de riesgo cardiovascular en adolescentes

Anexos – Factores de riesgo cardiovascular en adolescentes

Bibliografía:

1- Álvarez Cosmea A, Mantilla Morató T, Navarro Brito E. Cuantificación del riesgo cardiovascular. [Internet]. Semfyc; 2005 [acceso 12/6/2008]. Disponible en http://www.cap-semfyc.com/fCap.php

2- Grupo de Trabajo del Programa Nacional de Educación sobre Hipertensión en Niños y Adolescentes de los EE.UU. (National High Blood Pressure Education Program, NHPBEP) The Fourth Report on the Diagnosis, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure in Children and Adolescents. Pediatrics 2004; 114 (2): 555-76.

3- Harvey O’Brien S. Identification, Evaluation, and Management of Obesity in an Academic Primary Care Center. Pediatrics 2004; 114: 154-9.

4- Barlow SE, Dietz WH. Obesity evaluation and treatment. Expert Committee Recomendations. Pediatrics 2000;102, e29.

5- Fernández-Britto Rodríguez JE, et al. La señal aterogénica temprana:estudio multinacional de 4.934 niños y jóvenes y 1.278 autopsias.Rev Cubana Invest Biomed 2005; 24 (3).