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Factores de riesgo de diabetes mellitus en hogar de ancianos

(f-1) (c-1) = 3,84 α = 0,05 X2(cal) < X21-α, (f-1) (c-1)

En la tabla 3 se presenta la distribución según el sedentarismo, la mayoría de los pacientes no tienen una vida sedentaria, ya que están integrados a los círculos de abuelos creados en el Hogar de Ancianos. Sólo el 38,71% de los individuos estudiados presentan este factor de riesgo, fundamentalmente debido a que algunos ancianos se encuentran imposibilitados a realizar ejercicios físicos y otros se niegan. La razón fue que por cada 12 pacientes sedentarios hay 19 no sedentarios. Al analizar los resultados del Chi-cuadrado se observó un valor igual a 0,05, siendo menor al valor del Chi tabulado (X2(cal) < X21-α, (f-1) (c-1)), no presentándose asociación entre la muestra y este factor de riesgo y la enfermedad.

Parece demostrado que el ejercicio físico de por sí es capaz de aumentar la sensibilidad de los receptores periféricos a la insulina contribuyendo a mejorar el metabolismo hidrocarbonado.

Se ha demostrado que la inactividad física representa un factor de riesgo importante en el origen de la diabetes mellitus, por lo que los cambios en el estilo de vida, desde el sedentarismo hasta una vida físicamente activa, conllevan importantes beneficios en la prevención de dicha enfermedad. Estas evidencias han hecho que el ejercicio físico sea uno de los tratamientos iniciales recomendados en las normas internacionales para el mayor número de estos pacientes (27).

El sedentarismo también resultó ser estadísticamente significativo en los resultados de Ruiz Cobiella DM y colaboradores (28) quienes obtuvieron en su muestra una frecuencia de sedentarismo de 69,8%.

La práctica de ejercicio de forma regular (más de 45 minutos, más de 3 días/semana) es la única medida preventiva que se ha demostrado capaz de disminuir de forma significativa la aparición de diabetes mellitus, incluso en mujeres obesas y/o con antecedentes familiares (29)

Los resultados de los investigadores antes mencionados coinciden en que el sedentarismo es una de las principales causas de la diabetes y que la práctica de ejercicios físicos contribuye a mejorar la calidad de vida de los enfermos, sin embargo, en los pacientes estudiados el sedentarismo no fue una problemática.

Tabla 4. Distribución de los pacientes según antecedentes patológicos familiares, Hogar de Ancianos “El Recreo”, Santa Cruz, 2007 – 2013. (IC:0,95)

(ver tablas en Anexos – Factores de riesgo de diabetes mellitus en hogar de ancianos, al final del artículo)

Fuente: Historia clínica individual.

X2(cal) = 16,93 X21-α, (f-1) (c-1) =3,84 α = 0,05 X2(cal) > X21-α, (f-1) (c-1)

Como se observa en la tabla 4 los antecedentes patológicos familiares es un factor de riesgo a tener en cuenta para la identificación de pacientes diabéticos. El 14,52% de pacientes diabéticos presentan antecedentes patológicos familiares, no siendo así en los pacientes no enfermos (12,90%). La proporción fue que por cada 6 personas en el hogar, 2 de ellas presentan antecedentes patológicos familiares. El cálculo del Chi-cuadrado calculado (16,93) evidencia que en los pacientes estudiados existe asociación entre el factor de riesgo y la enfermedad.

Clásicamente, se ha considerado la diabetes mellitas una enfermedad con alta penetrancia en las familias afectadas, confirmada por la existencia de antecedentes familiares en la mayoría de los diabéticos, mientras que sólo ocurre en menos cantidad de la población no diabética.

Según Lantigua Cruz A. (30), la presencia de familiares afectados de primer grado se debe a la predisposición genética, es decir, la probabilidad de que sus genotipos sean más parecidos, por lo que se hace menos probable esta relación en otras generaciones. En otros casos la predisposición genética puede permanecer latente e inactiva hasta que sea activada por un evento medioambiental. Resultados que se ven evidentes en la presente investigación ya que 9 de los 12 pacientes diabéticos tienen antecedentes de la enfermedad en la familia.

Al respecto, la probabilidad de nuevos individuos afectados en la familia es mayor mientras más personas afectadas hay en esta, lo que se explica el parecido de sus genotipos o predisposición genética, o sea, a medida que más proporción de genes se comparten, mayor es la frecuencia de aparición de la enfermedad. En la investigación hubo un mayor número de pacientes que tenían familiares de primer grado con la enfermedad, o sea, que en la medida que se comparten mayor número de genes, más elevado es el riesgo de padecerla, lo cual evidencia la magnitud de la agregación familiar a esta enfermedad.

Calderín Bouza RO y colaboradores (31) obtuvieron como significativo que este trastorno metabólico fue muy frecuente en las personas con antecedente patológico familiar de diabetes mellitus de tipo 2 (90, para 52,9%), en quienes, a su vez, estuvieron presentes la hiperinsulinemia (96, para 56,5 %) y la hipertrofia ventricular izquierda.

Tabla 5. Distribución de los pacientes según presencia de hábitos tóxicos, Hogar de Ancianos “El Recreo”, Santa Cruz, 2007 – 2013. (IC:0,95)

(ver tablas en Anexos – Factores de riesgo de diabetes mellitus en hogar de ancianos, al final del artículo)

Fuente: Historia clínica individual.

X2(cal) = 0,11 X21-α, (f-1) (c-1) =3,84 α = 0.05 X2(cal) < X21-α, (f-1) (c-1)

En la tabla 5 se observa la presencia de hábitos tóxicos, representándose el 11,11% de los pacientes diabéticos con alguno de estos hábitos, siendo superior en los no diabéticos con 51,39%.

La tasa de prevalencia de pacientes con hábitos tóxicos fue de cada 10 pacientes 7 presentan hábitos tóxicos. Al realizar el cálculo del Chi-cuadrado se evidencia que no existe asociación entre el factor de riesgo y la enfermedad, mostrando un valor de 0,11. Se evidencia que X2(cal) < X2