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Factores de riesgo detectados en estudiantes de odontología

sobrepeso. Los resultados sugieren que la actividad física vigorosa disminuye el riesgo de obesidad o sobrepeso en adolescentes varones.

BARROSO T. Y COLS., 2009; efectuaron un estudio sobre el “Análisis del fenómeno del consumo de alcohol entre adolescentes: estudio realizado con adolescentes del tercer ciclo de escuelas públicas”. Este estudio tuvo como objetivo evaluar el fenómeno del consumo de alcohol en las escuelas públicas para implementar, en la práctica, un programa de prevención del uso/abuso del consumo alcohólico excesivo. La muestra incluyó 654 estudiantes (51.5% del sexo femenino), con edades entre 12 y 18 años. La mayoría de los adolescentes ya consumió bebidas alcohólicas (65.1%). De los adolescentes que refirieron haber ingerido bebidas alcohólicas el 67.1% eran del sexo femenino. En relación al estándar de consumo: 7.7% refirieron un consumo habitual (por lo menos una vez por mes) de cerveza, 7% un consumo habitual de bebidas destiladas y un 1.2% un consumo habitual de vino; 46.9% refirieron un consumo ocasional (de vez en cuando o raramente) de cerveza, 73.2% un consumo ocasional de bebidas destiladas y un 26.9% un consumo ocasional de vino. Tomando como referencia aquellos que ya consumieron bebidas alcohólicas, se verificó que el 81.6% refirieron beber uno o dos vasos en las ocasiones de consumo; 18.4% refirieron beber más de tres vasos de bebida en la misma ocasión y 18.8% refirieron ocurrencia de embriaguez. Los resultados demostraron que las expectativas positivas referentes al alcohol hacen una diferencia entre el consumo de alcohol y la ocurrencia de la embriaguez.

ARRIVILLAGA S. Y COLS., 2003; investigaron las creencias de jóvenes universitarios hacia la salud mediante un cuestionario integrado por seis dimensiones: actividad, condición física y deporte, recreación y manejo del tiempo libre, autocuidado y cuidado médico, hábitos alimenticios, consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y horas de sueño, realizado a 150 estudiantes universitarios, encontrando que más del 50% no realiza actividad física, y sólo 2 de cada 10 visita al médico una vez al año.

SUÁREZ COBAS L., 2009; realizó un trabajo llamado “Prevalencia de hipertensión arterial en adolescentes de 15 a 17 años”. Fue un estudio para estimar la prevalencia de Hipertensión arterial en 1645 adolescentes de 15 a 17 años de edad, que cursaban estudios en el Preuniversitario “Cuqui Bosch” del área de salud “30 de Noviembre” de Santiago de Cuba durante el curso escolar 2004 – 2005. El mayor grupo fue el de 17 años (43.0 %), seguido en orden descendente por el de 16 (29.1 %) y 15 (27.9 %). Entre los clasificados con valores normales (95.3% del total) prevaleció el grupo de 16 años (460 para 96.0%); los adolescentes de 15 y 17 años predominaron en la categoría de tensión arterial normal/alta, dado por 2.4 y 2.3 %, respectivamente. Los adolescentes de 17 años (23 para 3.2 %) representaron el mayor porcentaje entre los clasificados como hipertensos (42 para 2.5% del total), seguidos por los de 16 (2.1%) y 15 (2.0%).

YAMAMOTO KIMURA L., 2010; hizo un estudio llamado “Presión arterial y factores de riesgo cardiovascular en adolescentes de la Ciudad de México”. Con una muestra de 3240 jóvenes de ambos sexos, con un rango de edad de 12 a 16 años, en 10 secundarias del DF (dos privadas y ocho públicas), ubicadas en la delegación Coyoacán, y en dos rurales públicas del municipio de El Oro, en el Estado de México. El objetivo fue determinar las medidas somatométricas (el índice de masa corporal, la estatura, el perímetro de la cintura y el pliegue tricipital), la presión arterial y los niveles de lípidos y lipoproteínas en esos escolares.

Los jóvenes que hoy presentan valores altos en las cifras de presión arterial, tienen una mayor probabilidad de padecer mañana alguna enfermedad cardiovascular. Se encontró que los adolescentes hipertensos, comparados con los normotensos, presentan también elevada proporción de sobrepeso, obesidad y dislipidemia. El exceso de peso corporal fue significativamente más frecuente entre hipertensos (varones 38.2 %, mujeres 44.5%), que entre no hipertensos (hombres 21.3%, mujeres 28.12%). Asimismo, los resultados corroboran que ciertos factores de riesgo cardiovascular (como cintura, edad, género e índice de masa corporal) contribuyen con 26 y 15.9 % de la variación en la presión arterial sistólica y en la presión arterial diastólica, respectivamente. La tasa de hipertensión en jóvenes es mayor en la Ciudad de México que en otros países de América Latina, incluso de Europa; en Chile es de 9.5%, en Colombia de 3%, y en España de 7%, ejemplificó la especialista en Salud Pública. También encontró que las dislipidemias son diferentes en adolescentes del medio urbano y rural, porque los primeros consumen mayor cantidad de grasas, mientras que los segundos ingieren más hidratos de carbono.

De este modo, los estudiantes de escuelas particulares son los que presentaron valores más altos de colesterol total con 10%, contra 5% de los pertenecientes a escuelas públicas; en cambio, los adolescentes de secundarias rurales tuvieron valores más altos de triglicéridos y, entre ellos, aún más las mujeres, con 13%.

REDDY-JACOBS C. Y COLS., 2006; realizaron un estudio llamadoPobreza, jóvenes y consumo de tabaco en México”. La muestra fue de 29548 jóvenes, recolectada en la encuesta de evaluación del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades (en adelante, Oportunidades) realizada en el año 2001. Con el objetivo de caracterizar el consumo de tabaco de acuerdo con el nivel de pobreza en una muestra probabilística nacional de jóvenes de 10 a 21 años de edad que viven en zonas suburbanas de México, teniendo como resultado que el 68.3% de la muestra se clasificó como perteneciente a hogares pobres; 20.6% a hogares cercanos a la línea de pobreza; y 11.1% a hogares no pobres con una distribución por sexo muy similar entre los grupos. La prevalencia de fumadores y experimentadores fue de 3.5% y 9.9%, respectivamente.

Para el grupo de 19 a 21 años la prevalencia de fumadores y experimentadores fue mayor 9.4% y 18.1%, respectivamente en relación con los grupos más jóvenes. En la comparación por género, las mujeres informaron una prevalencia de fumadoras y experimentadoras menor a la registrada por los hombres (1.2% contra 6.2% y 8% contra 12.2% para fumadores y experimentadores, respectivamente). La prevalencia de fumadores actuales y experimentadores disminuyó conforme aumentó el valor del índice de pobreza del hogar: 4.9, 4.7 y 2.9% en las categorías de hogares no pobres, hogares cercanos a la línea de pobreza y hogares pobres, respectivamente.

RODRÍGUEZ S. Y COLS., 2009; realizaron un estudio llamado “Percepción de Jóvenes Universitarios Respecto a su Salud: Conductas y Contexto de Riesgo”. Aplicado a 1593 alumnos de nuevo ingreso, en licenciaturas de la Facultad de Estudios Superiores