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Farmacodependencia: Marihuana. Revisión Bibliográfica

desconocido se acercara a ti, te diera una semilla y te dijera siémbralas y podrás convertir esa planta en cuerda, tejido y papel y aliviará a los enfermos y te embriagará. ¿Qué pensarías? ¿Te quedarías con las semillas o las tirarías?

Pues eso es la marihuana, una planta sin igual (ver anexo #1). Su nombre científico es  Cannabis sativa. La conocemos como maría, hierba, grifa, cáñamo o marihuana. Es una especie herbácea de la familia Cannabaceae, con propiedades psicoactivas. (9) Es una planta anual originaria de las cordilleras del Himalaya, Asia. Los seres humanos han cultivado esta planta a lo largo de la historia como fuente de fibra textil, aceite de semillas y como alimentos, en el caso de las variedades sin contenido de tetrahidrocannabinol THC (cáñamo). Se ha utilizado durante milenios la planta como una medicina, como droga, y como una herramienta espiritual. Su fibra tiene usos variados, incluyendo la manufactura de vestidos, cuerdas, ropa, y papel. El aceite de sus semillas puede ser usado como combustible.

«Marihuana» La yerba del diablo, asesina de jóvenes corrompe a los buenos chicos en un instante, así se ha descrito durante casi un siglo, lleva años siendo presentado como el tabaco infernal causante de comportamientos sicóticos y violentos. (10) Pero muchos investigadores consideran que es relativamente benéfica, pero sigue siendo ilegal y estando demonizada en la mayor parte del mundo. Es un término genérico empleado para denominar a los cogollos de ésta planta, que son su órgano reproductivo femenino, y al hachís (su resina), glándulas de resina de la flor, que contiene las concentraciones más altas de tetrahidrocannabinol (THC). Debido a sus propiedades psicoactivas, es una de las pocas plantas cuyo cultivo se ha prohibido o restringido en muchos países. Actualmente la marihuana es más valiosa y fuerte que nunca. Las leyes la persiguen.

Sus embriagadoras propiedades hacen que sea vilipendiada, ilegalizada y deseada. Se calcula que en el mundo la consumen 200 000 000 millones de personas convirtiéndola en la sustancia más ilegal del mundo y está por todas partes. Los cultivadores y traficantes hacen lo que sea para que el producto llegue al consumidor. En EE.UU, los médicos, los abogados, los que asisten a las iglesias son consumidores de droga. (11)

SOBRE EL CANNABIS o MARIHUANA:

Mito:

Es un producto inofensivo para la salud, ya que es un producto natural. Es una droga ecológica, es la sustancia de la paz y el relax.

Realidad: Producto natural y producto inocuo no son sinónimos. El tabaco y el opio también son naturales y nadie duda de sus riesgos. El consumo de cannabis provoca alteraciones en el funcionamiento normal del cerebro, lo cual no es nada ecológico.

Mito:

Los jóvenes consumen cannabis porque está prohibido: si se legalizara se consumiría menos.

Realidad: Las drogas que más se consumen entre los jóvenes son el alcohol y el tabaco, y éstas son legales. Además, en el consumo, más que la prohibición, influye la facilidad para conseguir la sustancia y el grado de aceptación social de la misma.

Mito:

El cannabis tiene efectos terapéuticos, por lo que no debe ser malo fumarse un porro de vez en cuando.

Realidad: Los usos médicos del cannabis se realizan de manera controlada y no tienen nada que ver con su uso recreativo. También existen medicamentos derivados del opio y nadie piensa que sea sano consumir heroína.

Mito:

El consumo de cannabis puede controlarse ya que no produce adicción.

Realidad: Existen estudios científicos que demuestran que su consumo continuado puede producir adicción, especialmente cuando se consume en la adolescencia.

Mito:

Fumar cannabis resulta menos perjudicial que fumar tabaco.

Realidad: El cannabis contiene muchos de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y en mayor cantidad (un 50% más). Además, la forma de consumirlo (fumada, sin filtro con aspiraciones profundas) aumenta los riesgos de padecer cáncer. Tiene efecto broncodilatador, lo que favorece la absorción de las sustancias tóxicas, y al igual que ocurre con el tabaco, también es perjudicial para los fumadores pasivos.

La marihuana se obtiene de las flores y hojas jóvenes de la planta femenina de la especie Cannabis sativa, una hierba de la familia del cáñamo que se reproduce sin necesidad de un cultivo especial. La resina, una sustancia amarilla y pegajosa, es producida por la planta como escudo protector contra los elementos naturales. La resina contiene los ingredientes activos de la planta. La marihuana contiene 421 sustancias de 18 tipos químicos, siendo el ingrediente químico más importante el tetrahidrocannabinol -específicamente el delta 9 tetrahidrocannabinol (THC)- con los posibles efectos sinérgicos de otros cannabidioles y cannabinoles (12) y que se encuentra en diferentes proporciones según el preparado utilizado:

  • Marihuana: obtenida de la trituración de flores, hojas y tallos secos, posee una concentración de tetrahidrocannabinol (THC) entre el 1 y el 5%.
  • Hachis: elaborado a partir de la resina almacenada en las flores de la planta hembra, tiene una concentración de THCentre el 15 y el 50%. (ver anexo #5)
  • Aceite de hachís: resina de hachís disuelta y concentrada, con una concentración de tetrahidrocannabinol (THC) entre el 25 y 50%.

Estos preparados se consumen fumados en un cigarrillo liado con tabaco, recibiendo diversas denominaciones que cambian con las generaciones de adolescentes: porro, canuto, peta, joint, etc. Con menor frecuencia se fuma en mini-pipas o se ingiere directamente.

Al consumirse fumado, sus efectos pueden sentirse casi inmediatamente y duran entre dos y tres horas.

Por vía oral la absorción es más lenta y sus efectos aparecen entre la media hora y las dos horas, pudiendo durar hasta 6 horas. (13)

El tetrahidrocannabinol (THC), principal principio activo del cannabis, es una sustancia muy soluble en grasa y llega rápidamente al cerebro, en donde se acumula y del que se elimina muy lentamente. El tetrahidrocannabinol (THC) tiene una vida media aproximada de una semana, lo que significa que, una semana después de consumirlo, el organismo no ha conseguido eliminar más que el 50%. Aunque una persona sólo consuma los fines de semana, no habrá tiempo suficiente para que se elimine completamente y