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Fibromialgia. Una revisión

resumen de todos los fármacos y terapias disponibles para el manejo de la fibromialgia.

3.1.-TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

3.1.1.- ANTIDEPRESIVOS: En tratamiento único o en combinación

1.- Inhibidores de la recaptación de la serotonina y noradrenalina: la duloxetina produce una pequeña reducción del dolor en comparación con placebo sin llegar a ser el resultado significativo. Pero el resultado es similar a placebo cuando se comparan los problemas de insomnio y de fatiga crónica (13). También se utiliza la fluoxetina, pero su uso es más controvertido, habiendo diversos estudios en los que no se observa mejoría sintomática más que en el aspecto psicológico (14).

2.- Antidepresivos tricíclicos: el más utilizado es la amitriptilina que ha demostrados efectos positivos en la sintomatología de la fibromialgia, incluyendo el dolor, sueño, fatiga y número de tender points.

La duloxetina y la amitriptilina constituyen la primera línea de tratamiento farmacológico de las pacientes con fibromialgia, Aunque hay que tener también en cuenta los efectos adversos (15).

3.1.2.- Benzodiacepinas, solas o combinadas con antiinflamatorios no esteroideos.

3.1.3.- Antiepilépticos: gabapentina, pregabalina (lyrica).

Smith B etal (16) realizaron una revisión de todos estos fármacos. Compararon la efectividad de los antidepresivos tricíclicos, de los inhibidores de la recaptación de la serotonina y noradrenalina, de los inhibidores de la recaptación de la serotonina selectivos, de los inhibidores de la recaptación de la serotonina selectivos y noradrenalina, de los inhibidores de la recaptación de la noradrenalina y dopamina, de los antagonistas del receptor de la serotonina, de drogas antiepilépticas y de los relajantes musculares en pacientes con fibromialgia.

Encontraron varios estudios legibles sobre el tratamiento de la fibromialgia con amitriptilina, nortriptilina, citalopram, fluoxetina, paroxetina, ciclobenzaprina, pregabalina, gabapentina, minalcipam y duloxetina. Las conclusiones a las que llegaron fueron:

–               La paroxetina es superior a la amitriptilina en la reducción de dolor y en la mejora del insomnio.

–               No hay diferencias entre amitriptilina, ciclobenzaprina y nortriptilina.

Hay diferencias en la composición de cada fármaco pero no se producen diferencias significativas en lo relacionado a los efectos adversos.

La duloxetina es superior al milnacipram en la reducción del dolor, mejora del insomnio, estado de ánimo depresivo y en una mejora de la calidad de vida. Las diferencias no son estadísticamente significativas.

La duloxetina sumada al milnacipram producen una mejoría superior a la pregabalina en el estado de ánimo depresivo, pero la pregabalina es superior al milnacipram en la mejora del insomnio. Los resultados tienen una baja evidencia.

La amitriptilina ofrece resultados similares a la duloxetina y pregabalina en el síndrome de fatiga crónica y dolor, pero hay que recopilar más datos para dar más peso a los resultados.

La duloxetina no es efectiva en el tratamiento de pacientes masculinos con fibromialgia.

Todos producen mejoría en el dolor respecto al placebo. Aunque se necesita realizar más estudios para obtener resultados estadísticamente significativos.

Otros estudios demuestran que la asociación de antidepresivos con anticonvulsivantes produce una mejoría clínica significativa. La estrategia más recomendada es introducir ambas drogas al mismo tiempo (17).

3.1.4.- ANALGÉSICOS

1.- Opioides (18). Se ha visto que el tramadol es útil en el control del dolor. Otros opioides (palexia, hidromorfona) necesitan de más estudios para obtener resultados estadísticamente significativos respecto a su efectividad. Su uso prolongado produce consecuencias negativas en la salud y en el estado psicológico de los pacientes (19).

2.- Antiinflamatorios esteroideos y AINES (20) también se utilizan en el control del dolor combinado con otras terapias.

3.- Anestésicos locales como la lidocaína, infiltrada localmente en los puntos de dolor. Sola o combinada con esteroides puede disminuir la intensidad del dolor (21). Aunque no se han conseguido resultados estadísticamente significativos como en la infiltración de los “trigger points” del síndrome de dolor miofascial.

4.- Administración intravenosa de lidocaína. Se comparó la adicción de 240 mg de lidocaína (una vez a la semana) más amitriptilina 25 mg con sólo la administración de amitriptilina 25 mg, durante 4 semanas. Se observó que no había diferencias en la modificación del dolor entre ambos grupos de pacientes (22).

5.- Administración de ketamina intravenosa (23). Se administran 0,5 mg/kg de peso. Se observó que la infusión de ketamina es insuficiente para producir un efecto analgésico a largo plazo en pacientes con fibromialgia.

6.- Analgésicos comunes, como paracetamol, son la práctica muy utilizados como terapia complementaria y con frecuencia autoprescritos. Aunque tienen un efecto limitado positivo (24).

3.2.- TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO

3.2.1.- Educación sanitaria.

Goldenberg et al ya describieron que la forma de sentir el individuo la enfermedad está muy relacionada con la gravedad y la evolución de la fibromialgia (25). En la práctica diaria, frecuentemente, nos encontramos ante pacientes poco o nada informados acerca de su enfermedad, que no ven clara su evolución y que temen por su futuro personal, familiar y/o profesional, al no encontrar alivio con las diferentes terapias empleadas.

Los programas de educación incluyen información acerca de la enfermedad, relajación y control del estrés, y medidas para afrontar los diferentes síntomas, y han demostrado utilidad en la reducción del dolor, y mejora psicológica, disminuyendo, por tanto, la dependencia de los servicios sanitarios (26).

3.2.2.- Tratamiento psicológico (27).

1.- Técnicas de relajación como el biofeedback, yoga, hipnoterapia han demostrado disminución del dolor muscular.

2.- Tratamiento cognitivo – conductual del dolor.