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Formación Científica en el estudiante de Medicina

ello propicia igualmente el desarrollo de competencias para la investigación, en tanto se favorece la capacidad de generar ideas o respuestas a planteamientos establecidos. De ahí la importancia de estimular el pensamiento divergente y el manejo de diferentes alternativas de respuesta para desarrollar la originalidad, que es un aspecto importante ya que implica pensar en ideas nuevas y esto trae como consecuencia el poder encontrar respuestas innovadoras a los problemas. Nada estimula más al estudiante de ciencias de la salud durante su formación académica que comprobar la existencia de una relación entre el material objeto de estudio y su aplicación práctica en el paciente. (Arenas, 1993)

Cuando los estudiantes son capaces de aprender los sistemas de conocimientos y habilidades de las disciplinas que se imparten, para dar solución a los problemas profesionales de su futura profesión, pueden lograr un buen nivel de desarrollo de sus capacidades investigativas y creativas y el crecimiento de su pensamiento crítico y productivo, todo lo cual contribuye al desarrollo de la independencia cognoscitiva.

El estudiante debe aprender a desarrollar recursos cognitivos que le permitan privilegiar el autoaprendizaje, lo que potencia también el aprendizaje desarrollador. En estas condiciones, es el estudiante el que debe desempeñar un papel activo, de real participación, para que el aprendizaje se produzca de manera efectiva y alcance un buen nivel de rendimiento de modo que permitan el autoaprendizaje, donde el estudiante desempeña un papel protagónico de acuerdo con su interés y con su tiempo. (Cabalín, 1999)

Lo importante en relación con el desarrollo del autoaprendizaje consiste en transformar la actividad del estudiante en un proceso de desarrollo activo de habilidades y apropiación independiente de competencias. (Domínguez, 2006)

El desarrollo del autoaprendizaje sobre las materias morfofisiológicas, adquiere importancia sobre todo cuando estos son integrados, porque el alumno puede establecer mayores relaciones entre los diferentes aspectos tratados, obteniendo un conocimiento más elaborado por el mejor uso de la información.

De ahí la importancia de desarrollar los procesos formativos con énfasis en el desarrollo de las capacidades y competencias dirigidas al razonamiento y reflexión, bases cognitivas de procesos intelectuales que garantizan en los estudiantes el desarrollo del pensamiento teórico.

Este aprendizaje forma un pensamiento teórico y creativo, permite al alumno llegar a la esencia, establecer nexos y relaciones y aplicar el contenido a la práctica social, de modo tal que solucione problemáticas no sólo del ámbito escolar, sino también familiar y de la sociedad en general, propicia la valoración personal de lo que se estudia, de modo que el contenido adquiera sentido para el alumno y este interiorice su significado. (Zilberstein, S/F)

El proceso docente – educativo tiene que estructurarse de forma tal que se convierta en algo portador de significado y sentido para el estudiante, lo que proporciona que este se implique en el sistema de actividades con un elevado compromiso, siendo esto una expresión de la participación activa y consciente del alumno, lo que hace posible organizar la simultaneidad de vivencias que experimentan formando parte de este proceso la personalidad. (Fuentes, 2001)

El concepto aprendizaje incluye además de la apropiación de capacidades intelectuales, motivación y actitudes hacia la cognición, actitudes hacia uno mismo, la percepción de la propia competencia, la capacidad de reflexionar sobre el propio pensamiento o metaconocimiento. (Molla, S/F)

La metacognición como proceso de enriquecimiento intelectual facilita la apropiación de los contenidos con alta significación. La metacognición se refiere al dominio que tiene el que aprende sobre las habilidades operativas, estrategias de procesamiento y recursos de comprensión que se necesitan para asimilar determinado contenido. Es decir, que el aprendiz sabe qué y cuánto sabe y al mismo tiempo cómo puede aplicar ese conocimiento en un contexto diferente (transferencia). (Carranza, 2003)

El éxito académico depende en parte de características individuales como la habilidad intelectual, la motivación y las experiencias previas del estudio, pero además depende de los requisitos que se autopropone el estudiante en la tarea del proceso docente. Toma mayor importancia mientras más autonomía se requiere en la selección, organización, transformación e integración de información, así se logra la capacidad de generar soluciones y comparar y analizar información, es decir la autorregulación consciente (Otero, 2006; Daniels, S/F; Chrobak, 1997 y Herrera, 2003)

El aprendizaje metacognitivo tiene que aportar el aprender a pensar, a través de estrategias didácticas que se asocien al aprendizaje del método que se emplee. Para lograr este resultado, debe hacerse un aprendizaje significativo de las ciencias en cuestión, para lo cual una condición necesaria es la motivación, es decir, que el estudiante tenga interés por el tema de estudio.

En el caso particular de la carrera de Medicina, es necesario enseñarle al estudiante desde el ciclo básico, la importancia que tiene para su desempeño profesional asumir el paradigma biosocial de la medicina, en tanto éste explica el devenir histórico social del hombre, siendo él portador de su naturaleza humana, cuyo objeto de estudio es abordado por las ciencias morfofisiológicas. Al encontrar su significado, se sentirá lo suficientemente motivado para aprender. Si el estudiante comprende que las manifestaciones clínicas de los pacientes y de la comunidad en general, con la cual estará en contacto en su futura vida profesional, dependen de la armonía en los diferentes niveles biológicos de los cuales es portador la biología humana y que estos se expresan en su medio social, entonces el estudiante podrá interiorizar la importancia que tiene el estudio e interpretación de estas ciencias, es decir su valor teórico para poder explicar los cambios en el ser humano.

Es necesario en el proceso de enseñanza-aprendizaje, tener en cuenta los factores epistemológicos que intervienen en la formación y desarrollo de las estructuras cognitivas de los estudiantes, ya que son factores primordiales cuando se trata de lograr un cambio en los alumnos que vaya desde las concepciones espontáneas o alternativas, hacia las concepciones científicas. Este hecho lleva a la necesidad de considerar los elementos del meta-aprendizaje (aprender a aprender). (Chrobak, 1993)

La metacognición es una concepción polifacética, generada durante investigaciones educativas, principalmente llevadas a cabo durante experiencias de clase (Mintzes, Wandersee y Novak, 1998). Entre los variados aspectos de la metacognición, los autores destacan la importancia del