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Función endotelial y factores de riesgo cardiovascular en estudiantes de sexto año “A” del programa de Medicina

ser el vínculo de unión entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular. (22) Esto se evidencia en el presente estudio donde sólo uno de los participantes fue clasificado como obeso y presentó un endotelio disfuncionante.

En cuanto a la presencia de Hipertensión Arterial, 15 individuos presentaron cifras normales de presión arterial de los cuales 46,67% mostró disfunción endotelial; 10 individuos fueron catalogados como pre hipertensos, encontrando que 20% presentó endotelio disfuncional; 5 individuos presentaron Hipertensión Arterial estadio I y de éstos, 40% presentó disfunción endotelial. No hubo registro de individuos con Hipertensión Arterial Estadio II. El estudio de Silva E y cols. señala que la disfunción endotelial puede estar presente en individuos normotensos donde se plantea la hipótesis de la alteración del endotelio como precursor de la génesis de la HTA (23); sin embargo, en el estudio de Contreras F y cols., al comparar la condición de cifras de presión arterial elevadas con la disfunción endotelial, describen una relación directamente proporcional entre las mismas. (24)

Con relación al perfil lipídico, 28 individuos presentaron niveles normales de colesterol total y de ellos, 35,71% mostró disfunción del endotelio; dos individuos revelaron alteración de los niveles de colesterol total y de ellos 50% presentó endotelio disfuncionante. Este resultado es comparable con un estudio en el que se usaron modelos animales con hiperlipidemia (25); en el mismo se observó menor producción endotelial de oxido nítrico, lo cual conduce a una menor respuesta de vasodilatación arterial. Otros estudios han demostrado que independientemente del método utilizado o del lecho vascular evaluado, se ha observado de forma epidemiológica que los pacientes con niveles altos de colesterol total presentan una menor respuesta de vasodilatación en comparación con los sujetos controles. (26,27)

Además, en el presente estudio, 19 individuos presentaron niveles normales de LDL – colesterol y de éstos, 31,58% mostró disfunción del endotelio; 11 individuos presentaron niveles alterados de LDL – colesterol y de estos 45,45% presentaron disfunción endotelial. Esto difiere con múltiples estudios, en los cuales se demuestra que la respuesta vasodilatadora del endotelio es menor con la hiperlipidemia, principalmente si es a predominio del LDL – colesterol. (25) Como ya se ha señalado, los pacientes con hipercolesterolemia presentan una menor respuesta vasodilatadora endotelio dependiente que los sujetos controles (26,27); esto parece ser a expensas fundamentalmente del LDL – colesterol, ya que se ha observado una correlación inversa entre los niveles de LDL – colesterol y la relajación máxima con acetilcolina de los pacientes con hiperlipidemia. (28)

La importancia epidemiológica de los niveles elevados de LDL – colesterol ha sido muy bien estudiada, señalándose que su oxidación es el paso esencial en la iniciación y progresión de las lesiones ateroescleróticas. (25,29) Se ha demostrado que el LDL – colesterol es quimiotáctico para monocitos y macrófagos, fenómeno fundamental en el desarrollo de ateroesclerosis, en el que además se desarrollan eventos citotóxicos, que podrían contribuir con la pérdida de función e integridad endotelial que acompaña a una menor respuesta vasodilatadora. (25,30)

En cuanto al HDL – colesterol, 15 individuos mostraron niveles normales y 40% presentó disfunción endotelial; 15 individuos presentaron niveles alterados de HDL – colesterol y de éstos, 33,33% mostraron disfunción endotelial. Estos resultados son comparables con el estudio de De Man FH y cols. en el que se puso de manifiesto un efecto de conservación de la función endotelial por parte del HDL – colesterol. (31)

En este sentido, se ha observado que sujetos con concentraciones substancialmente disminuidas de HDL – colesterol, entre otras anormalidades lipídicas, presentan disfunción endotelial. Asimismo, recientemente se ha postulado que los mecanismos responsables de la preservación de la función endotelial mediada por el HDL – colesterol están relacionados con la capacidad de éste de inactivar los efectos nocivos del LDL – colesterol oxidado a nivel de producción de óxido nítrico, evitando la interrupción de la producción de esta sustancia vasodilatadora y por ende, impidiendo la aparición de disfunción endotelial. (31,32)

En cuanto a los niveles de triglicéridos, 27 individuos resultaron con niveles normales, de éstos, 33,33% presentaron endotelio disfuncionante; 3 individuos presentaron niveles de triglicéridos alterados y de éstos, 66,67% tenían endotelio disfuncionante. Este resultado pudiese indicar que mientras los niveles séricos de triglicéridos sean mayores, existe mayor propensión a desarrollar disfunción endotelial.

Estos resultados coinciden con los reportados en estudios, que demuestran que la función endotelial no sólo es modificada por niveles elevados de LDL – colesterol, sino también por otros parámetros lipídicos como los triglicéridos. (25) De manera similar como ocurre con la hipercolesterolemia, también se ha encontrado una menor respuesta de vasodilatación arteriolar con acetilcolina, en pacientes con altos niveles de triglicéridos de forma aislada.(33) Se ha sugerido que esta alteración de la función endotelial podría ser consecuencia de la acumulación de lipoproteínas ricas en triglicéridos, ya que se ha observado una correlación directa entre éstas y la progresión de la aterosclerosis.(34)

La alteración de la función endotelial se incrementa cuando se asocian hipertrigliceridemia con hipercolesterolemia, ya que se ha observado que la relajación arteriolar en respuesta a la acetilcolina, fue totalmente eliminada en modelos animales con dislipidemia mixta en comparación con los modelos hipercolesterolémicos, en los que la respuesta tan sólo se redujo en comparación con los controles. (25)

Teniendo en cuenta todos los factores de riesgo a los que se expone cada individuo estudiado, hubo 7 individuos que tenían entre 1 a 2 factores de riesgo, de los cuales, 28,57% resultaron con endotelio disfuncionante. Hubo 19 individuos con 3 a 4 factores de riesgo, de los cuales 36,84% presentó endotelio disfuncionante. Hubo 4 individuos de 5 a 6 factores de riesgo, de los cuales 50% presentó endotelio disfuncionante. Esto es comparable con el estudio de Campuzano R y cols., el cual al analizar la función endotelial demostró que la vasodilatación dependiente del endotelio fue casi 4 veces mayor en el grupo de pacientes sin factores de riesgo que entre los que presentaban al menos un factor de riesgo cardiovascular, concluyendo que la disfunción endotelial está estrechamente relacionada con mayor número de factores de riesgo. (21)

La disfunción endotelial se asoció significativamente al grupo de pacientes con múltiples factores de riesgo o en prevención secundaria, o ambas, y a las