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Golpe de calor

Golpe de calor

El golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol.

Entre los síntomas que aparecen se encuentran: Temperatura mayor a 39ª (medida en axila), agitación, sensación de calor sofocante, piel seca.

Los más vulnerables son los niños, obesos, personas con enfermedades crónicas…

Golpe de calor

Autora: Patricia Moya García

RESUMEN

Las posibles causas que lo desencadenan son exposiciones prolongadas al sol, ejercicios intensos en ambientes calurosos…

Puede desencadenar series complicaciones como: Daño cerebral, insuficiencia renal, insuficiencia hepática…

Las medidas preventivas son: Aumentar la ingesta de líquidos, preferentemente isotónicos, reducir el ejercicio y descansar, en lo posible en zonas a la sombra y ventiladas. usar ropa ligera y de colores claros…

El tratamiento consiste en administrar medidas físicas de enfriamiento, oxigenoterapia, reposiciones con sueroterapia y tratar las complicaciones.

Palabras clave: golpe de calor, insolación, calor, diagnóstico diferencial, manifestaciones clínicas.

INTRODUCCIÓN

El golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o esenciales para su buen funcionamiento.

En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal. El golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

– Sed intensa y sequedad en la boca.

– Temperatura mayor a 39ª (medida en axila).

– Agitación.

– Sensación de calor sofocante.

– Piel seca.

– Agotamiento, cansancio o debilidad.

– Vértigos.

– Calambres musculares.

– Estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones.

– Dolores de cabeza (sensación de latido u opresión).

– Mareos o desmayo.

  • En lactantes además se puede evidenciar:

– La piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, codo y la zona del pañal.

– Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).

VULNERABILIDAD

Cualquier persona puede ser víctima de un golpe de calor. Sin embargo, se debe tener especial cuidado con los siguientes grupos, ya que tienen mayor riesgo de padecerlo:

– Lactantes y niños especialmente menores de 1 año (ya que su cuerpo tiene menor capacidad para regular su temperatura).

– Niños que padecen de fiebre por otras causas, o diarrea.

– Personas con enfermedades crónicas (afecciones cardíacas, renales o neurológicas).

– Niños obesos o desnutridos.

– Personas que tienen la piel muy quemada por el sol.

– Jóvenes que abusan de bebidas alcohólicas y de drogas.

CAUSAS

La exposición prolongada a temperaturas de más de 32.2ºC o humedad de más de 60% plantea el mayor riesgo de aparición de enfermedades relacionadas con el calor. Sin embargo, las enfermedades por el calor pueden ocurrir en ambientes más moderados en personas obesas debido a mecanismos termorreguladores inadecuados.

Pero el golpe de calor y otras enfermedades relacionadas ocurren con mayor frecuencia en áreas donde la temperatura es alta. Los trastornos relacionados con el calor ocurren con igual frecuencia en ambos géneros.

Otras circunstancias que pueden aumentar el riesgo de presentar un golpe de calor comprenden hacer ejercicio en un ambiente caluroso, falta de acondicionamiento de aire o de ventilación apropiada, ropas inadecuadas (p.e. oclusivas, pesadas o impermeables al vapor), decremento de la ingestión de líquido, enfermedad preexistente o uso de medicamento, o pasar mucho tiempo en ambientes calurosos (p.e. dentro de tiendas de campaña o en automóviles expuestos a la luz solar, en tinas de agua calientes, o en saunas).

COMPLICACIONES

Las temperaturas internas de más de 40.5ºC aumentan la gravedad de la enfermedad, las complicaciones pueden incluir:

– Daño cerebral.

– Insuficiencia renal.

– Insuficiencia hepática.

– Neumonía.

– Crisis convulsivas.

– Daño cardíaco.

– Desintegración del músculo estriado (rabdomiolisis).

– Trastornos hemorrágicos (coagulación intravascular diseminada).

TIPOS