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Valoración de los hábitos alimenticios, actividad física y condición nutricional en estudiantes de la Universidad de La Habana

de este tipo de grupo de alimentos en ambos sexos, siendo las mayores consumidoras las féminas.

Consumo de frutas y vegetales

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Consumo de frutas y verduras. Sexo

Se evaluó el consumo de carnes y pescado por parte de los encuestados. Los resultados obtenidos al respecto se muestran en la figura 2. El mayor por ciento de consumidores de carnes y pescado correspondió al sexo masculino, no existiendo diferencias significativas entre ambos sexos (Chi2=0,165>0,05).

Consumo de carnes y pescado.

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Consumo de carnes y pescado. Sexo

Consumo de bebidas azucaradas

Las bebidas azucaradas se utilizaron para valorar el consumo de azúcar contienen entre 110 y 120 gramos/litro. Se acepta una ingesta diaria de azúcar que no sobrepase el 10% de las calorías totales, lo que equivale a un máximo de 55 gramos por día (4). Existieron diferencias significativas entre ambos sexos (Chi2=0,006<0,05). Los resultados obtenidos sobre la distribución de la muestra en cuanto al consumo de bebidas azucaradas se muestran en la figura 3.

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Consumo de bebidas azucaradas. Sexo

 En la figura 4 se presenta el porcentaje de los alumnos encuestados que refieren haber consumido dos o más veces durante la última semana alimentos ricos en grasa y/o de alta densidad calórica. No existieron diferencias significativas (Chi2 =1,000>0,05) entre ambos sexos en cuanto a la ingesta de este tipo de alimento.

Consumo de alimentos ricos en grasas

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Consumo de grasas. Sexo

Para el análisis de la condición nutricional se consideró normales a sujetos con Índice de masa corporal (IMC) entre 18.5 y 24.9, sobrepeso a aquellos con IMC entre 25 y 29.9 y obesos a quienes resultaron con Índice de masa corporal (IMC) superior a 30 (6). La distribución de la muestra según el IMC se muestra en la figura 5.Se indagó acerca de la realización o no de actividades deportivas, para así evaluar el sedentarismo en la población estudiada. Según la definición de sedentarismo (5) un 65% de los sujetos resultó ser sedentario. Representando las mujeres el mayor por ciento (35%). No existieron diferencias significativas entre ambos sexos (Chi2=0,417>0,05).

Distribución de la muestra de acuerdo al Índice de masa corporal (IMC)

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Índice de masa corporal. IMC

Discusión

En la muestra estudiada no existió ningún sujeto considerado bajo peso ya que ninguno tenía un Índice de masa corporal (IMC) por debajo de 18,5. En primer lugar predominaron los individuos con sobrepeso (45%), seguidos de aquellos que tenían un peso normal (43,3%), el menos por ciento (13,3%) correspondió a individuos obesos.

Predominaron los sujetos con edades entre 20 y 25 años puesto que estas son las edades que coinciden mayoritariamente con los estudios universitarios.

El consumo de verduras y frutas es bajo en este grupo es decir, no consumen la suficiente cantidad de glúcidos, fibra y ácido fólico. La mayoría de los autores coinciden en afirmar que las mujeres consumen más frutas y vegetales que los hombres (7). Lo cual puede estar dado porque las mujeres siempre se han preocupado más por su apariencia personal (8). El bajo consumo de estos grupos de alimentos puede atribuirse a que los estudiantes que viven en las residencias estudiantiles están sometidos a un régimen de alimentación cerrado o semicerrado sin la posibilidad de elegir que alimentos consumir.

En cuanto al consumo de carnes y pescado los encuestados refirieron que la carne que más consumían era el pollo y al menos lo hacían una vez por semana. Las proteínas tanto vegetales como animales de la dieta aportan los aminoácidos necesarios para la síntesis de las proteínas corporales y de otras sustancias constituyentes del organismo como la creatinina, las hormonas peptídicas y algunos neurotransmisores que contienen nitrógeno (9). De ahí la importancia de aumentar el consumo de este tipo de alimentos en los comedores escolares.

No existieron diferencias significativas entre ambos sexos en cuanto a la ingesta de estos alimentos, lo cual puede deberse a que la mayoría de los encuestados refirió pasar mucho tiempo en la residencia estudiantil y por ende ingerirlos la mayoría de las veces cuando son ofertados en el comedor.