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Hiperentorno educativo para el tema “La relación individuo-sociedad-cultura”

Hiperentorno educativo para el tema “La relación individuo-sociedad-cultura”

Para el presente trabajo fue necesario un estudio descriptivo transversal del proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura Filosofía y Sociedad I, persigue como objetivo general, elaborar un hiperentorno de aprendizaje para estudiar el tema «Individuo-sociedad y cultura» que contribuya a perfeccionar el proceso de enseñanza aprendizaje.

Hiperentorno educativo para el tema “La relación individuo-sociedad-cultura”

Autores:

  1. María Elena Álvarez García, MSc en Educación Superior en Ciencias de la Salud, Lic. en Filosofía, profesor Instructor, Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López, Departamento de Marxismo-Leninismo e Historia
  2. Bárbara Lázara Hernández González, MSc en Informática en Salud, Lic. En Cibernética Matemática, profesor Auxiliar, Investigador Agregado, Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López
  3. Alina del Pilar Mora Sánchez, MSc en Bioética, Lic. En Marxismo Leninismo e Historia, profesor Auxiliar, Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López
  4. Fernando Díaz García, Lic. en Lengua Inglesa, profesor Asistente, Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López

Trabajo en formato IMRID

Resumen

Se trabajó con una población compuesta por 20 estudiantes cubanos de 1er año de la carrera de Medicina, 4 profesores y 3 informáticos del equipo Galenomedia. Se aplicaron los métodos teóricos: inducción-deducción, histórico–lógico, análisis–síntesis y enfoque sistémico; los empíricos: análisis documental, tormenta de ideas y encuesta, así como los métodos estadísticos de cálculo de frecuencias absolutas y porcentajes y elaboración de tablas estadísticas.

La herramienta cumple lo establecido por el proyecto Galenomedia, al sobrepasar el 70 % de aceptación y contribuye a elevar la calidad de los procesos pedagógicos en el sistema de educación de las Ciencias Médicas y fomenta el uso de las nuevas tecnologías en el proceso docente educativo.

Palabras clave: hiperentorno educativo, estudiantes de medicina, proceso de enseñanza aprendizaje.

Introducción

La Pedagogía permite dirigir científicamente el proceso docente educativo con el objetivo de elevar sus niveles de calidad y excelencia en correspondencia con el encargo social. Esta ciencia insiste en la relación entre lo instructivo y lo educativo como uno de los principios fundamentales para garantizar la integración expresada en la unidad del conocimiento, el desarrollo de capacidades y la formación de la personalidad (1).

Así, se concibe la práctica pedagógica como el conjunto de actividades que permiten planificar, desarrollar y evaluar procesos intencionados de enseñanza mediante los cuales se favorece el aprendizaje de contenidos (conocimientos, habilidades, actitudes y valores) por parte de personas que tienen necesidades de formación (2).

La práctica pedagógica incluye todos aquellos procesos en los cuales se desarrolla la enseñanza con el propósito de favorecer el aprendizaje. Enseñar y aprender, por tanto, son dos términos unidos por una sola finalidad: producir construcción y apropiación de conocimiento y competencia, por parte de las personas que deciden implicarse en este quehacer.

El conocimiento y la competencia con que debe egresar el estudiante que cursa la educación superior están perfectamente descritos en el currículo de la especialidad que estudia, con sus perfeccionamientos sucesivos; ahora bien, con respecto al docente, la situación es diferente porque la educación está en correspondencia con las exigencias que impone el desarrollo alcanzado en lo económico, político, social, cultural y tecnológico, y ello impacta la manera en que el profesor debe prepararse para estar a tono con dicha realidad sin perder de vista su misión de potenciar el análisis y la reflexión intelectual así como la formación de un pensamiento creador innovador que posibilite la independencia cognitiva del estudiante.

En el acto inaugural de la XII Convención y Expo Internacional Informática 2007, el Comandante de la Revolución Cubana Ramiro Valdés Menéndez expresó: “En América Latina comienzan a materializarse los sueños de independencia e integración de nuestros próceres. En oposición a siglos de explotación extranjera, al fracaso del neoliberalismo y a los anexionistas tratados de Libre Comercio (ALCA), nacen, bajo la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), nuevos proyectos integradores de colaboración con marcada dimensión social y una perspectiva humanista, solidaria e internacionalista. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) estarán también en el centro de esta voluntad integracionista del área” (3).

Dicho evento estuvo presidido por el lema: “Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y su contribución a un mundo mejor” (3) y justamente, si la formación de ese mundo mejor tiene su dimensionamiento fundamental en el aula, es evidente que la integración de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) con la educación, sobre todo con la educación superior, es un compromiso para dar cumplimiento a esa aspiración, y en esa temática, el liderazgo corresponde a los profesores.

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) constituyen un recurso valioso e innovador para la educación, pues brindan herramientas poderosas que, conducidas por modelos pedagógicos pertinentes en sus entornos de aprendizaje, pueden lograr la formación de los profesionales del futuro con las competencias que demanda el desarrollo del país. La diversificación de escenarios, contextos y tendencias en la educación superior impone nuevos roles a los protagonistas del proceso formativo, los que implican retos para el profesional en formación, los docentes y las instituciones académicas (4).

En el campo de la educación, ya no se debate sobre la necesidad del uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), sino sobre las ventajas que ofrece su explotación por ser medios o herramientas que contribuyen a enriquecer el proceso de enseñanza–aprendizaje, por su incidencia en la cognición y en los procesos del pensamiento de los alumnos, y por el modo en que influyen en la reestructuración del currículo educativo (5).

En efecto, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) ofrecen a los docentes la posibilidad de replantearse las actividades tradicionales de enseñanza, para ampliarlas y