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Hiperentorno para el fortalecimiento del trabajo educativo de la facultad de tecnología de la salud

formación de los educandos; pero el profesor guía tiene la importante misión de coordinar el sistema de influencias unificadas sobre el grupo particular de alumnos.» En Cuba, esta preocupación comenzó desde el mismo momento del triunfo revolucionario. En septiembre de 1959 se aprobó la Ley No. 559, que establecía una serie de normas para los Centros de Educación Media y Profesional. Se crearon los Consejos Estudiantiles de Curso, integrados por estudiantes y profesores, quienes tenían la responsabilidad de velar por la unidad del grupo y las actividades que se debían realizar, en relación con la educación política-ideológica. Se determinó que la función de estos consejos estaría asesorada por un profesor guía; surgió así el profesor guía de la escuela cubana.

El máximo orientador del trabajo educativo es este profesor guía. Como resultado de las transformaciones implementadas en la sociedad cubana en los ámbitos científico y educativo, su rol es más abarcador en la actualidad, por lo que esto implica profundos cambios en la concepción de este actor del proceso.

En consecuencia, se define al profesor guía «como un profesional comprometido y con una alta conciencia de la significación social y personal de la tarea que realiza, con una preparación psicopedagógica, apto para guiar al estudiante a la autorrealización, brindándole atención especial de manera personalizada. Proyecta la más amplia y rica caracterización individual y colectiva del grupo, interviniendo sistemáticamente y dando seguimiento al proceso de crecimiento personal del estudiante, a través del trabajo educativo creativo y sustentado en los ideales avanzados de su tiempo. Ejerce un liderazgo inteligente, que deja libertad para la independencia cognoscitiva y el desarrollo del protagonismo estudiantil. Irradia ejemplo de modestia, sencillez e integridad personal que distingue el modo en que inserta a sus alumnos armónicamente en el colectivo estudiantil y en las actividades curriculares, extensionistas y sociopolíticas para contribuir a su formación integral.»

En el contexto actual, este profesor es el que transita con el alumno durante los años del ciclo básico de la carrera, pues esta última se llevar a cabo, en su totalidad, en el mismo escenario principal, donde ambos desarrollan sus funciones. Por lo tanto, se establece una relación profunda, estable y de respeto mutuo, cuyos resultados serán, sin dudas, superiores, en cuanto a la formación de una personalidad armónica.

El trabajo educativo es un trabajo colectivo. Su éxito no depende de educadores aislados, sino del esfuerzo conjunto de todos los que integran el colectivo pedagógico. En esta labor de formar al hombre capaz de cumplir con su encargo social, el profesor guía es un eslabón básico y fundamental que, además de cumplir con las funciones inherentes a todo educador, debe coordinar, orientar y controlar la atención docente-educativa del grupo que se le asigne.

Cuba asume los desafíos económicos, enormes retos ideológicos al enfrentar la política genocida del gobierno estadounidense que, con su injusto bloqueo económico y su creciente actividad de subversión ideológica orientada con énfasis al sector académico, estimula el robo de cerebros, con la pretensión de la ruptura de los claustros universitarios y los colectivos estudiantiles de la Revolución. Por estas razones, en universidades cubanas se pone especial énfasis en el trabajo educativo. El Ministerio de Educación tiene como principal prioridad el trabajo político-ideológico, cuyo propósito central es educar a las nuevas generaciones en valores, desarrollar la conciencia política, formar sentimientos y convicciones patrióticas y revolucionarias.

La sociedad requiere de la universidad cubana egresados con un desempeño profesional integral, lo que significa dotarlos de una sólida preparación científica y técnica, una amplia formación humanística, un pensamiento filosófico, valores sociales y un alto compromiso social. A la vez, esto exige un personal docente con un alto grado de profesionalidad.

El modelo del profesional de la salud que hoy se implementa en la Educación Médica Superior busca la preparación de un sujeto autónomo, capaz de construir su propio conocimiento y con una sólida formación humanista. Dentro del proceso formativo son de vital importancia las relaciones de subordinación existentes entre los profesores, trasmisores de las bases para el desarrollo cognitivo de los estudiantes, protagonistas de su proceso de enseñanza-aprendizaje. Al lograr una mayor competencia científico-profesional, se convierten en futuros actores del cambio a favor de la sociedad.

La labor del profesor guía debe tener como base la concepción de un proyecto educativo científicamente fundamentado en las leyes y regularidades del proceso pedagógico. Este se define «como la vía para la concreción de todas las influencias educativas de la comunidad universitaria en aras de la formación del profesional que necesita la sociedad, con énfasis en la educación en valores durante su etapa de estudiante de la Educación Superior. Es una guía para la actividad formativa que ejerce el colectivo pedagógico de año, dirigida a estudiantes y demás factores que intervienen en el proceso docente educativo, además tiene carácter personológico, variable, flexible, dinámico y se va enriqueciendo de acuerdo con las transformaciones ocurridas en el estudiante y el surgimiento de nuevas necesidades. Modela cómo debe ser el grupo al cabo de un curso escolar e integra todas sus aspiraciones, intereses, fines, necesidades, y las actividades para lograrlas.

En las universidades el trabajo educativo y extensionista trascienden en los estudiantes y docentes y en especial en los profesores guías, las cuales tienen múltiples tareas y exigencias en el cumplimiento de las actividades curriculares y extensionistas en cada una de las brigadas que apadrinan, lo que satisfacen al marco de la institución de los futuros profesionales de la salud que hoy exige nuestra Revolución. Los docentes de nuestros tiempos necesitan estar capacitado teórico y prácticamente para el trabajo con los estudiantes, por ser esta una actividad educativa básica y un reto social que le impone la época actual.

Hoy en día el papel de los docentes no es tanto enseñar conocimientos que tendrán una vigencia limitada, sino formar un profesional integral con valores humanísticas de manera autónoma en esta cultura del cambio. Promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades que lo formen y lo preparen en cualquier circunstancia.

El profesor guía constituye un factor esencial en el desarrollo ideológico, político y moral de los alumnos, conjuntamente con la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y la Federación Estudiantil (OPJM, FEM y FEU) en todas las enseñanzas.

El profesor guía o tutor. Educador por excelencia, designado a