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Homeopatía durante el embarazo y el parto

–                      Actaea racemosa: se usa cuando los dolores de parto son fuertes e irregulares con espasmo del cuello uterino que impide la dilatación. La mejoría se produce al flexionar los muslos sobre la pelvis. El dolor se suele irradiar hacia las caderas. Se suele indicar de modo preventivo quince días antes de la fecha probable de parto, para tomar por la mañana y por la tarde en cuanto empiecen los dolores.

–                      Caulophyllum: caulophyllum thalictroides, proviene de América del Norte. Estimula el útero y alivia el dolor. Se usa en el “falso trabajo de parto” cuando las contracciones son ineficaces para dilatar el cuello del útero y la paciente está débil y con sed. Y en los dolores de parto cuando son muy violentos, irregulares, ineficaces, calambroides, que no producen sensación de empuje hacia abajo debido a la rigidez del cuello uterino. Se alterna con actaea racemosa.

–                      Gelsenium: gelsenium sempervirens, es una planta arbusto originaria de Tejas (Méjico) y Guatemala. Se administra también el falso trabajo de parto, cuando la embarazada tiene miedo, escalofríos nerviosos, debilidad muscular, ansiedad, síndrome vasomotor y simpático con migrañas y paresias. Cuando los dolores de parto son cortantes, muy molestos e ineficaces. Cuando hay ausencia total de dolores de parto con el orificio del cuello ampliamente dilatado y completa atonía. Dolores de parto espasmódicos, débiles, con gran malestar que suben por la espalda. También se puede aplicar si aparecen convulsiones durante el parto y puerperio.

–                      Ignatia: cuando presentan espasmos de dolores puntiformes y erráticos.

–                      Kalicar bonicum: se trata del carbonato de potasio, una sal mineral. Se usa cuando la embarazada sufre un fuerte dolor en la espalda que se irradia hacia los glúteos. La paciente necesita presión sobre la espalda. Sufre eructos frecuentes.

–                      Arnica montana: es una planta compuesta, de color amarillo. Se usa contra el dolor de las contracciones y para la indisposición y el malestar.

–                      Cimiguga racemosa: es una planta de la familia de las ranunculáceas, de color blanco. Se da para depresiones y para contracciones que hasta el momento no han dado resultado. Facilita el trabajo de parto cuando hay dolores reumáticos (sobre todo en las caderas y la mama izquierda) al final del embarazo o durante las contracciones. Se recomienda en caso de contracciones acompañadas de calambres, escalofríos nerviosos o excitación intensa, con dilatación irregular del cuello uterino.

–                      Aconitum: también llamado capucha de monje, es una planta familia de las ranunculáceas con flores violetas. Se emplea en las contracciones fuertes y dolorosas, también para la sequedad de las membranas mucosas. También se prescribe después del parto para los estados de miedo.

–                      Belladona: atropa belladona, es un arbusto perenne de la familia de las solanáceas. Se utiliza para fuertes contracciones, sudoración excesiva y para los cambios de ánimo. También para la retención de la placenta con hemorragias, en los entuertos, en caso de aborto y en los dolores de parto falso o que cesan.

–                      Manzanilla: chamaemelum nobile, la conocida camomila común es una planta perenne, una asterácea, de color blanco. Se prescribe cuando la embarazada padece fuertes cambios de humor y se comporta de forma agresiva e irritable. Normalmente se da cerca del momento del parto.

–                      Café: la coffea, es una planta blanca de la familia de las rubiáceas. De la cocción de un café muy concentrado se hacen las compresas de café que en el parto se presionan contra la vagina. Se colocan en la pausa de las contracciones para abrir el orificio uterino o para evitar el desgarro vaginal, cuando los dolores son irregulares e insoportables. También en los dolores muy severos por amenaza de aborto o durante el parto o después del parto si hay dolores excesivos.

–                      Pulsatilla pratensis: (anémona de los prados), es una flor de color violeta que se encuentra entre los remedios homeopáticos más habituales para las mujeres. La pulsatilla actúa como preparador del parto ya que ablanda el orificio uterino. También puede ayudar a estabilizar el humor y la posición corporal.

–                      Chamomilla: en caso de dolores de parto excesivos, espasmódicos o falsos, rigidez del cuello uterino durante el parto, contracción del útero en reloj de arena, el feto sube en vez de bajar. También en los entuertos del postparto.

–                      Cinnamomun: para las hemorragias en el embarazo o postparto.

–                      Equisetum: para la disuria, especialmente durante el embarazo y después del parto, con extrema y frecuente urgencia para orinar, con dolores severos enseguida de terminar de orinar, orina por gotas. Dolores cortantes y ardientes en la uretra al orinar y después.

–                      Millefolium: para las hemorragias después de un aborto o el parto. Se puede usar de forma preventiva en pacientes con tendencia hemorrágica.

–                      Calcárea fluorica: dado durante el embarazo, favorece un parto fácil.

–                      Viburnum prunifolium: en los partos con dolores débiles, irregulares e ineficaces o en rupturas del periné durante el parto.

–                      Borax: dolores de parto que van hacia arriba, con frecuentes eructos. Falsos dolores, retroceso de la cabeza fetal. Dolor en el seno opuesto al que amamanta.

  • TRATAMIENTO PREVENTIVO DEL POSTPARTO INMEDIATO

La homeopatía, puede acompañar a la madre durante el postparto para diferentes causas como, por ejemplo, para superar la depresión postparto o cuando no se restablece bien del embarazo o el parto, entre otras cosas.

Después de la expulsión del feto, es útil prescribir tres medicamentos que se usan en caso de:

–                      dolor en la región del perineo, ano y vulva

–                      trastornos vasculares: hemorroides, riesgo de hemorragia uterina, riesgo de flebitis, petequias en el rostro que aparecen en las madres que han tenido que realizar grandes esfuerzos para expulsar el feto.

–                      Astenia

–                      Síndrome febril reaccional, a veces, infeccioso.

Éstos 3 medicamentos son:

–                      Arnica montana: (descrito ya anteriormente). En éste caso se usa para la curación de heridas (en las zonas de la placenta, el perineo y la vagina), para el dolor y la reacción edematosa consecutivos al traumatismo de las regiones del perineo, ano y vulva, para los riesgos de hemorragia del postparto, hemorroides de aparición súbita, riesgo de tromboflebitis y para los síndromes febriles adinámicos dolorosos.