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Ingreso domiciliario: modalidad asistencial imprescindible

(8).

Los antecedentes históricos del ingreso en el hogar en Cuba datan del año 1825 por los médicos que laboraban en el primer modelo de la Atención Primaria en el país, denominado Facultativo de Semana (9,10). En el año 1984 se comenzó con el modelo de atención del Médico de Familia, que constituye un perfeccionamiento en el enfoque social de la medicina, base del sistema de salud desde su implantación. El ingreso en el hogar se incorporó al trabajo del Médico de Familia en febrero de 1985 y aunque no se le dio el uso adecuado durante mucho tiempo, se determinó para el fortalecimiento de la atención primaria de salud, como uno de los puntos donde debe lograrse el mayor impacto (11). Se han planteado dificultades en la aplicación de este proceder en relación con su utilización, por el desconocimiento de las normas para su aplicación, el desconocimiento de la importancia que tiene, y las ventajas que le aporta para la comunidad, al equipo básico de salud y al sistema de salud (3,12).

CRITERIOS PARA LA REALIZACIÓN DEL INGRESO DOMICILIARIO

La determinación del ingreso en el hogar está supeditada al criterio médico, el cual, en su decisión, tiene que considerar los aspectos siguientes: serán situaciones o problemas de salud que no pongan en peligro la vida del paciente, voluntad del paciente y de la familia de aceptar el ingreso, condiciones socioeconómicas e higiénico-ambientales favorables para desarrollar el mismo; el paciente no requerirá de cuidados médicos y de Enfermería continuos, así como la factibilidad de que se cumpla el tratamiento médico y se puedan realizar los exámenes paraclínicos necesarios. Se tendrá en cuenta por parte del médico que el paciente tiene que tener un seguimiento periódico con una frecuencia mínima de una vez por día (4,5,13).

Debe estar garantizada una infraestructura adecuada que permita mantener el desarrollo sostenido de esta forma de atención ambulatoria, lo que garantizará los recursos, continuidad, rapidez, eficiencia y en definitiva la calidad de la atención médica. Es importante contar con una adecuada comunicación entre los diferentes niveles de atención de salud. El trabajo debe realizarse en equipo para garantizar la integralidad de la atención al enfermo y su familia. Deben garantizarse las interconsultas y el acceso a medios complementarios de estudio y tratamiento, lo que asegurará la calidad de la atención médica, la seguridad del paciente con el método y la superación científica del médico y enfermera de la familia desde el punto de vista docente.

INDICACIONES

Según Vera (14) en nuestro medio, se ingresan en el hogar a los pacientes por las enfermedades y causas siguientes:

  • Respiratorias: catarro común, neumopatía inflamatoria, faringoamigdalitis, asma bronquial, bronquitis agudas (frecuentes en las edades extremas de la vida, por inmadurez o deterioro del sistema inmunológico).
  • Cardiovasculares: hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, más frecuentes en los pacientes geriátricos.
  • Digestivas: enfermedad diarreica aguda, hepatitis.
  • Asociadas al embarazo: amenaza de aborto, profilaxis de la prematuridad, sepsis urinaria y embarazo, asma y embarazo.
  • Genitourinaria: sepsis urinaria.
  • Oftalmológicas: conjuntivitis.
  • Neoplasias: incluye el estadio terminal.
  • Otras: piodermitis, síndrome febril agudo, varicela, sacrolumbalgias, artrosis, SIDA.

En un estudio realizado por Cruz (15) se precisaron las causas de ingreso domiciliario por orden decreciente:

  • Infecciones respiratorias agudas
  • Afecciones relacionados con el embarazo
  • Neumopatía inflamatoria
  • Infección urinaria
  • Enfermedad diarreica aguda
  • Hipertensión arterial descompensada
  • Enfermedades infectocontagiosas
  • Crisis aguda de asma bronquial
  • Sacrolumbalgia
  • Enfermedad inflamatoria pélvica aguda
  • Diabetes mellitus descompensada
  • Síndrome febril agudo
  • Estados postoperatorios
  • Egresos hospitalarios
  • Cólico nefrítico
  • Neoplasias terminales
  • Traumatismos
  • Cefalea migrañosa

VENTAJAS

El ingreso domiciliario constituye una alternativa asistencial a la hospitalización convencional, que contribuye a la prestación de servicios al paciente de forma más eficaz y con incuestionables ventajas que han sido reconocidas y planteadas por varios autores (4,11,16-20).

  • Altera sólo en grado mínimo el modo de vida del paciente y también la de sus familiares.
  • El paciente recibe una atención más individual al convertirse en el centro de la atención del equipo básico de salud, por lo que se refuerza la relación médico-paciente-familia.
  • Se logra una atención más integral del enfermo al no separarlo de su entorno familiar y comunitario por lo que es más fácil verlo como una entidad biopsicosocial.
  • La ansiedad del paciente se atenúa al no mezclarse con otros pacientes que en muchas ocasiones se encuentran más enfermos y desvalidos, así como por el efecto beneficioso de estar entre sus familiares.
  • Los costos de la atención se reducen tanto para la familia como para el estado.
  • Hay menor riesgo de infección hospitalaria.
  • El médico de la familia conserva el control sobre el paciente para brindarle una atención más eficiente de manera directa.
  • Permite la utilización de la terapia familiar como verdadera arma complementaria y en ocasiones de primera línea en el abordaje clínico-terapéutico de cualquier paciente.
  • Utilización más racional de las camas y recursos hospitalarios.
  • Promueve la participación de la familia, la comunidad y la sociedad en la atención y/o recuperación del enfermo, convirtiéndose en un elemento importante en la prevención y promoción de salud.
  • Contribuye a afianzar el liderazgo del médico de la familia en la comunidad.
  • Estimula el desarrollo profesional y el accionar independiente de la enfermera de la familia, ya