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Validación de un instrumento para evaluar pacientes con parálisis facial periférica

Validación de un instrumento para evaluar pacientes con parálisis facial periférica.

Resumen.

Se validó un instrumento clínico para evaluar pacientes con parálisis facial periférica, por medio de un comité de expertos, el método Delphi, un análisis de fiabilidad alpha de Cronbach y un análisis de sensibilidad. Se utilizó un software estadístico para realizar un muestreo de validación cruzada. Mediante otro tipo de software se validaron los resultados anteriores para evitar el sesgo. El comité de expertos validó el instrumento con el método Delphi. El análisis de fiabilidad fue 0,86. Hubo repetibilidad de los resultados con ambos métodos estadísticos. Se demostró la sensibilidad del instrumento.

Validación de un instrumento para evaluar pacientes con parálisis facial periférica.

Dr. Lázaro Antonio Ochoa Urdangarain. Ph.D

Dra. Selkys María Ochoa Varela. MCs

Dra. Elvia Isabel Paz Latorre. MCs

Palabras clave. Parálisis facial periférica, comité de expertos, método Delphi, análisis de fiabilidad, análisis de sensibilidad, software.

INTRODUCCIÓN

La parálisis facial periférica es un síndrome clínico neurológico consecuente a una lesión del nervio facial que ocasiona una asimetría facial. Su etiología es variada, pudiendo ser la primera manifestación de una enfermedad (1)

Su análisis constituye un desafío para el profesional de la salud, ya que la mayoría de ellas, son lesiones incompletas y difíciles de evaluar. Actualmente, no existe un instrumento cubano validado para tales fines; algunos profesionales de la salud utilizan métodos foráneos para evaluar a dichos pacientes. El presente trabajo reseña cómo se realizó la validación de una escala cubana útil para tales fines. (2).

DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN

Se realizó un estudio analítico en el servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Amalia Simoni Argilagos de Camagüey ciudad. La muestra del estudio fue constituida por 347 pacientes con el diagnóstico confirmado de parálisis facial periférica. El objetivo del estudio fue validar un instrumento, cualitativa y cuantitativamente útil para evaluar este tipo de paciente.

El instrumento contiene las posibles variables predictivas, teniendo en cuenta un conjunto de factores socio demográfico y clínico, descrito en la bibliografía en relación a la parálisis facial periférica y los resultados en la recuperación motora de la misma. Como la recolección de los datos dependía de las respuestas dadas por el paciente a algunas preguntas y en otras de los conocimientos del observador, se analizaron todos los acápites para evitar errores de medición, y fue necesario evaluar dicho instrumento, por un comité de expertos, por el Método Delphi, por el coeficiente de correlación Alpha de Cronbach y por un análisis de sensibilidad.

2.1. LA SELECCIÓN DEL COMITÉ DE EXPERTOS (2).

Se seleccionaron para constituir el Comité de Expertos, médicos especialistas con diez años o más de experiencias asistenciales o docentes o ambas. Se explicó a cada uno de los candidatos a experto, el método que se utilizaría para conocer su conformidad de colaborar. Todos los expertos obtuvieron un coeficiente de competencia K, calculado a partir de la fórmula K = ½ (Kc + Ka), donde Kc es el coeficiente de conocimiento y Ka el de argumentación. El coeficiente de conocimiento (Kc) del tema de cada uno de los expertos se determinó por medio de la fórmula: Kc = 0.1 x (valor expresado por el experto entre 1 y 10) En relación con el Coeficiente de Argumentación (Ka), se analizó con cada uno de los expertos el dominio del tema de la parálisis facial periférica. Para ello, se realizó una evaluación sobre cada uno de los siguientes asuntos:

1) Conocimiento del tema en estudio (tipos de parálisis facial).

2) Experiencia sobre métodos de evaluación facial.

3) Conocimientos sobre el tema tratado por autores extranjeros.

4) Conocimientos sobre el tema tratado por autores nacionales.

5) Su conocimiento sobre métodos de evaluación facial a nivel nacional.

6) Su experiencia profesional sobre el tema.

Por ejemplo, el primer asunto a tratar se relacionó con el conocimiento que tenía el posible experto sobre los tipos de parálisis facial. Si era bajo, se otorgaba el valor de 0,1 pero si era alto el valor era de 0,3 y así sucesivamente, con cada asunto, hasta obtener un valor final que representó su coeficiente de argumentación (Ka).

  ALTO MEDIO BAJO
1 0,3 0,2 0,1
2 0,5 0,4 0,2
3 0,05 0,05 0,05
4 0,05 0,05 0,05
5 0,05 0,05 0,05
6 0,05 0,05 0,05
  1,00 0,80 0,50

Los resultados finales fueron:

De 0,8 a 1 coeficiente de argumentación alto.

De 0,5 a 0,799 coeficiente de argumentación medio

De 0,25 a 0,49 coeficiente de argumentación bajo

Por último, se determinó el coeficiente de competencia por la fórmula señalada.

Para considerar al seleccionado como experto su coeficiente K debe estar entre los valores de 0,25 y 1.

2.2. La selección del número de expertos En la literatura revisada no se encuentran reglas para determinar el número óptimo de expertos a incluir en esta consulta. Según Landeta (3) y Pill (4) el experto es: «aquel individuo cuya situación y recursos personales le posibilitan contribuir positivamente a la consecución del fin que ha motivado la iniciación del trabajo Delphi, y que puede a su vez aportar una perspectiva relevante a la investigación».

En relación al número de expertos, Ortega Mohedano (5) señala que la construcción de un grupo de 25 a 35 personas es suficientemente fiable. Por su parte, Camacho Assef (6) seleccionó 30 expertos por considerar esa cifra suficiente para un 1% de error, en su investigación. En nuestro estudio, se seleccionaron 50 expertos de un total de 100 profesionales. Esta cifra garantizó un mínimo de error sin provocar una sustancial dispersión.

La evaluación del instrumento por los expertos mediante el método