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Propuesta de intervención educativa para la atención a pareja infértil. Primera parte

paranormativo, y viendo a esta entidad como causa de crisis familiar por desorganización, (18) se plantea que ello puede repercutir de modo muy diferente en una familia y en otra, en una pareja y en otra, o en un momento u otro. Como plantean Armengol y Fuhrmann, en este artículo, una familia puede ser remecida hasta sus bases por una infertilidad breve, y otra, en cambio, mantenerse inmutable ante la esterilidad. El grado en que las crisis se mantengan o se resuelvan, depende, en gran medida, de la habilidad y capacidad que tenga la familia para actuar en pro de una adaptación a la nueva situación. Es por esto que es frecuente que los miembros de parejas donde hay este tipo de problemas presenten conflictos y hasta se llegue al divorcio.

El hecho de que los hombres tengan más hijos de matrimonios anteriores que las mujeres, pudiera sugerir que los problemas presentados por estas parejas se deben inclinar más hacia la parte femenina. Igualmente, teniendo en cuenta que la mayor parte de las parejas estudiadas no tengan descendencia en común, podría presuponer que la mayor parte de la infertilidad que padecen es primaria. En la literatura revisada se coincide con el hecho de que esta es más frecuente que la secundaria. (19,20)

Un aspecto conceptual lo constituye el criterio de que una pareja con más de un año de relaciones sexuales sin protección y deseando tener un embarazo, se considera infértil. El tiempo que llevaban las parejas intentando tener descendencia fue prolongado. No es insuficiente el conocimiento y la orientación que tienen de las posibilidades de servicios. Se cree que su atención debe formar parte de la Estrategia de Planificación Familiar y Salud Reproductiva que existe en el sistema de salud a nivel primario.

Lo anterior se hace más significativo al conocer que no llegan ni a la mitad las parejas que se siguen por esa causa. Esto podría deberse a diversos factores relacionados con elementos organizativos del sistema de salud.

El sistema de salud cubano cuenta con una organización que permite que cada pareja conozca las posibilidades que tienen, y que se siga su problema de salud, sea cual fuere.

Muchos investigadores y expertos en la materia plantean que del total de parejas que se atienden en los servicios de infertilidad, logran embarazos entre el 20 y el 40% de ellas, según el lugar y las condiciones para el tratamiento. (13) Teniendo en cuenta esto, se puede pensar que un grupo no despreciable de estas parejas no atendidas pudieran resolver su situación. Y un poco más allá de esto, con las proyecciones de tratamiento que hoy se tienen para la aplicación de la reproducción asistida en el país, el índice de éxito podría ser mayor.

Por otra parte, el estudio realizado en Centro Habana desde la Atención Primaria de Salud, también resultó que el 20% de las parejas podían solucionar su problema a nivel primario sin necesidad de utilizar medios sofisticados para su diagnóstico y tratamiento, principalmente aquellas que tienen infertilidad secundaria y menos de 4 años de infertilidad. (12)

La infertilidad raramente se atiende en el nivel primario, a pesar de formar parte del protocolo de atención en el servicio de Planificación Familiar y ser un objetivo de este programa como lo definió la Comisión Nacional de Planificación Familiar y Riesgo Reproductivo de la Dirección Nacional de Salud Materno Infantil y Planificación Familiar del MINSAP en el año 2001.

Generalmente las parejas se atienden en los servicios de los hospitales ginecoobstétricos, en los servicios de endocrinología y/o urología que pueden ser independientes o estar en un hospital general. Es por esto que la mayor parte de los estudios revisados y los investigadores de este tema se concentran en el nivel secundario de atención.

Si existe un grupo de complementarios que se pueden realizar en el nivel primario, si el resto de los pacientes con entidades crónicas son controlados y seguidos desde el nivel primario, ¿por qué la infertilidad no puede ser seguida y atendida a este nivel, y se mantienen las interrelaciones con el nivel secundario cuando la pareja lo requiera?, ¿por qué el especialista interconsultante de Ginecoobstetricia del área de salud o el propio Médico de Familia, no pueden orientar la atención de estos pacientes y mantener un seguimiento del caso? Muchas veces la pareja se siente maltratada porque se dificultan muchos procederes, se alargan los espacios entre las consultas, se imposibilitan algunas soluciones, y por si fuera poco, en ocasiones tienen que gestionar esos procederes por su cuenta. Es necesario incorporar este tema al grupo de acciones que se deben realizar en función de la calidad de vida y la satisfacción de la población. (14)

No debe permitirse que para acceder a un servicio de salud tenga que ser por otra vía que no sea la que el sistema tiene diseñado a través del Médico y Enfermera de Familia, que son la puerta de entrada al sistema de salud. Tampoco la solicitud propia en el servicio del nivel secundario, a pesar de ser un derecho que tiene todo ciudadano, es la vía por la cual se debe entrar al sistema de atención. Todavía falta mucho por hacer a nivel primario para dar una atención de calidad a este sensible problema. Se conoce que actualmente se trabaja por este objetivo, y se comienzan a dar pasos para lograr que en cada municipio exista al menos una consulta.

Es de gran peso que del porcentaje pequeño de parejas con seguimiento, un grupo importante de ellas, están insatisfechas. Esto llevaría a reflexionar profundamente en cuánto más se puede hacer para que estos problemas de salud se atiendan y se resuelvan. (16)

El nivel de satisfacción con este tipo de servicio corrobora el hecho de que el estudio de la infertilidad constituye un reto para la ciencia. Nos corresponde buscar todos los elementos posibles para poner en manos de los decisores, que en el país, cuentan con la voluntad política de resolver el problema. A nuestro juicio carecen de algunos elementos y también de muchos de los recursos para resolver el problema. Hoy existen mejores condiciones económicas para emprender acciones que puedan dar respuesta a esta problemática.

El diagnóstico de la causa que origina la infertilidad se hace muchas veces difícil y no es cuestión de 2 consultas. En este caso existieron parejas que no la conocían. Esto también constituye un factor de angustia y preocupación para los afectados, así como un reto para el sistema de atención al problema. Por experiencias de otros investigadores, como ya habíamos expresado anteriormente, se estima que en el 10 al 20% de las parejas no se logra reconocer la causa de la enfermedad. (7-10) No se puede afirmar que no se conozca la causa de todos los que así lo manifestaron. Se indagó en este caso a través de la pareja. Esto revela otro problema que puede estar sucediendo, y es que la comunicación entre el personal de salud y los pacientes no sea la adecuada, Según Veranes. (17)

Hace mucho tiempo atrás se creía que la infertilidad era un problema solo de la mujer. En la actualidad se conoce que el hombre desempeña un papel importante en este problema de salud. Tal como ocurre en este último caso, la esterilidad ocurre por la suma de varios factores existentes en ambos cónyuges. El