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Intoxicación por setas: ¿cómo actuar? Manejo de Enfermería en urgencias

Intoxicación por setas: ¿cómo actuar? Manejo de Enfermería en urgencias

RESUMEN:

Existe un creciente interés por la recolección e ingesta de setas de temporada con gran desconocimiento de su correcta identificación y riesgos para la salud. Enfermería tiene un papel clave para detectar signos y síntomas que pueden llevar a una urgencia médica por intoxicación o envenenamiento por setas. Un adecuado plan de cuidados y vigilancia es fundamental para poder evitar un desenlace fatal.

Intoxicación por setas: ¿cómo actuar? Manejo de Enfermería en urgencias

AUTORES: Arévalo Domínguez, Elena. Ozcáriz Zabaleta, María. Unanua Cía, Ainhoa. Diplomadas Universitarias en Enfermería. Servicio Navarro de Salud.

PALABRAS CLAVE: Intoxicación, setas, cuidados de Enfermería.

INTRODUCCIÓN:

La recolección y consumo de setas silvestres por sujetos sin conocimientos micológicos, y la ingesta accidental en niños son responsables de un número creciente de intoxicaciones. La mayoría de estos cuadros son leves. La mortalidad se relaciona habitualmente con el desarrollo de necrosis hepática potencialmente mortal tras consumir Amanita phalloides u otras especies que contienen amatoxinas. No existe un tratamiento con evidencia científica y éste se fundamenta en medidas de soporte. (1)

El envenenamiento por setas, fundamentalmente del género Amanita, es una causa infrecuente de insuficiencia hepática en nuestro medio pero constituye una urgencia médica por su elevada morbilidad y mortalidad. Los síntomas típicos iniciales de náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea son inespecíficos y pueden ser confundidos con una gastroenteritis. Si no se trata adecuada y precozmente, en pocos días se puede desarrollar un fallo renal y hepático, lo que hace necesario en ocasiones la realización de un trasplante hepático. (2)

Las intoxicaciones por setas, motivadas por el consumo accidental de especies tóxicas, se producen todos los años durante la temporada de crecimiento de las mismas. Desde los motivos de la ingestión hasta los tratamientos médicos extremos, pasando por la primera orientación diagnóstica, la derivación a urgencias y el ingreso en algunos casos, estas intoxicaciones son susceptibles de tener repercusiones médico-legales. (3)

SINTOMATOLOGÍA:

Todos los años nuestros hospitales reciben un elevado número de envenenamientos por hongos y setas. Sería de especial interés conocer la especie ingerida, pero en la mayoría de los casos es muy complicado, por lo que resulta crucial una exhaustiva anamnesis en busca de sintomatología concreta para determinar los posibles riesgos y conducta a seguir en cada caso. Se describen casos con buena respuesta al tratamiento médico aplicado, pacientes incluidos en alerta de trasplante hepático, y casos que requirieron varias sesiones de hemodiálisis, recuperando finalmente la función renal. (4)

En la práctica de la exploración física de un paciente intoxicado agudo podemos hallarnos ante cuatro presentaciones clínicas posibles, según cuál sea el signo clínico inicial predominante (signo guía). Estas cuatro presentaciones o cuadros clínicos son:

  1. Intoxicado con disminución del nivel de conciencia. Puede cursar desde un estado de somnolencia a una obnubilación o coma.
  2. Intoxicado con alteraciones de la conducta. Agitación, delirio, ansiedad, alucinaciones.
  3. Intoxicado que presenta convulsiones generalizadas.
  4. Intoxicado consciente que a su vez se subdivide en varias formas de presentación según sea la predominancia de una u otras manifestaciones clínicas: neurológica (consciencia normal), cardiovascular, respiratoria, digestiva, cutáneo-muscular, uro-nefrológica.(5)

La ignorancia y la confusión de especies resaltan la necesidad de contribuir a difundir los dos axiomas básicos de prevención:

  1. a) existen setas venenosas, capaces de matar a un ser humano, y
  2. b) no hay ninguna norma general válida ni prueba universal de identificación que permita saber cuáles son las comestibles y cuáles las tóxicas. La única prueba de la comestibilidad de una seta es su perfecta identificación botánica, basada en una reconocida experiencia previa. (6)

Existen diversos cuadros tóxicos. Para facilitar su manejo se clasifican dependiendo del tiempo de latencia en la aparición de los síntomas.

Síndrome de latencia prolongada: (> de 6 h)

El más grave de todos ellos es el síndrome Faloidiano que producen la Amanita haploides y otras especies de Amanitas. Estas setas tienen unas toxinas (amatoxinas) capaces de producir la muerte sólo con la cantidad existente en 1 seta.

Clínica:

_ Síndrome Feloidiano: Amanita phalloides y otras amanitas. La toxicidad hepática es la causante de la muerte, pero ésta no se manifiesta hasta los 3 o 4 días de la ingesta.

– Fase de síntomas gastrointestinales: son los primeros en aparecer y ocurren tras un periodo libre de síntomas o de latencia de 6-24 horas, desde la ingesta. Consiste en vómitos intensos y diarrea coleriforme.

– Fase de mejoría aparente: tras el tratamiento sintomático de la fase anterior, a las 24-48 h de la ingesta, aparece mejoría clínica.

– Fase de afectación visceral: insuficiencia hepática y renal, con ictericia, asterixis, hepatomegalia, encefalopatía, acidosis metabólica, hipoglucemia, elevación de transaminasas, coagulopatía. A partir del séptimo día puede producirse el inicio de la mejoría lentamente o producirse la muerte.

_ Síndrome Orelaniano: Cortenarius orellanus u otros. Periodo de latencia de 1 a 14 días, produciéndose dolor abdominal, vómitos, diarrea, mialgias y mioclonias y más tardíamente insuficiencia renal.