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La mente del embrión, feto y recién nacido

Según diecisiete experimentos realizados sólo con la variable del tiempo los bebés de tres meses que habían estado sólo quince minutos con la madre después del parto sonreían más y lloraban menos que los que habían sido llevados enseguida a la unidad de neonatología.

Un temprano contacto entre la madre y el recién nacido genera una mayor capacidad para el lenguaje y una inteligencia superior.

En las horas siguientes al nacimiento, el bebé estará en un gran estado de alerta y receptividad. Es en ese momento cuando su memoria y su capacidad de aprendizaje están más realzadas.

Los estudios han demostrado que los bebés que reciben más contacto físico tienden a ganar peso más rápidamente, a crecer más y a desarrollar antes la coordinación motora y el control muscular.

No todos los bebés son iguales por ello cada uno muestra ya signos de su personalidad en el vientre materno.

Los recién nacidos pasan gran parte del día durmiendo y la mitad de ese tiempo lo dedican a soñar. Esto es muy importante para ellos ya que los sueños son un ejercicio creativo para la mente, al soñar el cerebro se ejercita.

Está claro que el recién nacido puede sonreír, y sonríe.

El recién nacido establece con sus padres una sincronía perfecta, un vínculo afectivo y de cariño que hace tan especial la relación entre ellos. En un entorno favorable de proximidad y aprecio, la personalidad del recién nacido florecerá.

Si el entorno del nacimiento es tranquilo, el bebé vendrá al mundo lanzando un pequeño grito ahogado, pataleando y agitando vigorosamente los brazos y quedándose tranquilo, alerta, callado y con los ojos bien abiertos durante una hora o más.

Los recién nacidos hablan con todo el cuerpo, expresando a través de éste satisfacción y dolor.

Para diferentes investigadores, en la concepción, durante la gestación y el parto se crean importantes patrones mentales que permanecerán a lo largo de la vida.

Sabiendo que los recién nacidos son seres inteligentes y sensibles deberíamos de considerar de nuevo su vulnerabilidad emocional y mental.

Aquello que la madre siente y dice a su bebé es importantísimo. Si ella carece de apoyo emocional se traducirá en una actitud disminuida de amor o deseo de cuidar a su bebe.

Los recién nacidos no son lo que solían ser. Cada descubrimiento acerca de ellos nos despierta más respeto y admiración.

Una gran cantidad de estudios demuestran que, incluso el feto intrauterino se ha organizado inteligentemente mucho antes incluso de que el cerebro haya tenido oportunidad de desarrollarse, y que muchas de las capacidades del recién nacido son innatas, como el aprendizaje, la memoria, los sueños, la personalidad y la capacidad de comunicación.

Crecer desde la amorosa conexión de corazones que une a los padres con las madres va a ser el punto de partida del nuevo vínculo amoroso que van a tener ellos con los bebés que co-crean.

Cuando aparecieron por primera vez los estudios sobre la vinculación afectiva resaltaron la importancia del «período crítico» inmediato después del parto, cuando tendrían lugar una cadena de milagros, anteriormente dejados íntegramente en manos de la Madre Naturaleza.

La química del cuerpo asociada con el trabajo de parto y el expulsivo lleva a madres y bebés a un íntimo acercamiento donde el mero contacto de los labios del bebé con el pezón estimulan una cascada de hormonas del amor que bendicen tanto a la madre como al bebé. Estas hormonas favorecen la expulsión de la placenta, ayudan a contraer y recuperar el útero, reducen el sangrado postparto y facilitan la subida inicial del valioso calostro y posteriormente, de la leche materna.

Mientras tanto, el neonato estaría en un excepcional estado de «alerta tranquila» que favorece el rápido aprendizaje y la toma de contacto personal durante una hora más o menos después del parto -antes de caer en largos períodos de sueño. Durante este corto período de posibilidades, si no son molestados, el bebé y la madre entran en una especie de embelesamiento, mirándose mutuamente y experimentando una serie de emociones y sensaciones físicas placenteras ampliadas en el nuevo entorno fuera del útero. Muchos hechos de este tipo resaltan la compleja orquestación vital del nacimiento y les dan a los lazos afectivos su carácter milagroso y necesario.

Los fallos en la creación de vínculos pueden tener verdaderamente consecuencias dolorosas.

BIBLIOGRAFÍA:

1. La mente del bebé recién nacido. David Chamberlain .ISBN:8460762343.

2. Su sorprendente recién nacido. Klaus Marshall. ISBN: 8489778965.

3. La ciencia de ser padres: Sunderland Margot. ISBN: 8425340680.

4. El amor maternal. La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bebé. Gerhardt Sue. ISBN: 9788493441630.

5. Bésame Mucho. Carlos González. ISBN: 9788499980225.

6 Definición de la matrona adoptada por la Confederación Internacional de Matronas y por la Federación Internacional de Ginecólogos y Obstetras, en 1972 y 1973 respectivamente, después de enmendar la definición formulada por la Organización Mundial de la Salud.

7. CÓDIGO DE ÉTICA INTERNACIONAL PARA MATRONAS

8. Declaración de Barcelona con ocasión del 5º WORLD CONGRESS OF PERINATAL MEDICINE (23-27 Septiembre 2001) “DECLARACIÓN DE DERECHOS DE LA MADRE” Y “DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL RECIÉN NACIDO”

9. DECLARACIÓN DE FORTALEZA. Organización Mundial de la Salud. Tecnología apropiada para el parto (publicada en Lancet 1985; 2: 436-437. Traducción ACPAM).

10 Declaraciones de la OMS-UNICEF.

11. Protocolo de atención al parto normal del Ministerio de Sanidad y Política Social.

12. La maravilla del vínculo afectivo. David Chamberlain