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Caracterización epidemiológica de lesiones premalignas del Cáncer Cervicouterino

promedio en el mundo.

Epidemiología del cáncer cervicouterino.

Mucho se ha avanzado en los últimos años en el conocimiento de los factores epidemiológicos, ligados a la aparición del cáncer del cuello uterino y la mayoría de los investigadores están de acuerdo en considerarlo como una enfermedad de transmisión sexual, pues atribuyen, una relación directa entre la mayor o menor incidencia de este tipo de cáncer y la conducta sexual de los diferentes grupos humanos (39-41)

En la conducta sexual hay elementos que pueden considerarse principales, como: inicio precoz de las relaciones sexuales, múltiples compañeros sexuales, compañero sexual promiscuo, alta incidencia de enfermedades de transmisión sexual y la multiparidad. (42,43)

El comienzo sexual del coito antes de los 20 años y de manera marcada las que comienzan antes de los 18 años de edad, hace que aumente la probabilidad de padecer un cáncer cervicouterino, cuando se comparan estas mujeres con las que comienzan después de los 20 años. (44)

En 1962, Rotkia y King estudiaron los factores que podían ser responsables del desarrollo del carcinoma cervical y encontraron que la edad del primer coito era la variable de mayor correlación clínica. En ese estudio, se informó que entre las pacientes que comenzaron a realizar el coito entre los 15 y 17 años había una cantidad doble de casos de cáncer cervical (39) Asimismo, cuanto más compañeros sexuales tengan una mujer, más probabilidades tendrá de padecer cáncer del cuello; si el compañero sexual, por su parte, es promiscuo, la probabilidad es aún mayor. (40,41)

Las enfermedades de transmisión sexual, especialmente las causadas por los llamados oncovirus, en las que la infección por el papiloma viral humano (HPV) se considera la causa principal, aumentan la probabilidad de padecer cáncer de cuello (24, 28, 33, 34). Actualmente se cree que ciertos tipos del papiloma humano son el factor etiológico central en la aparición del cáncer del cuello del útero y de sus lesiones precursoras, dado que en el mundo entero este tipo de cáncer es el más común en la mujer, con excepción del cáncer de mama. Este descubrimiento implica que se ha identificado uno de los carcinógenos más importantes que afectan a la mujer hasta la fecha. (45)

Se conocen varios serotipos diferentes de papiloma viral humano. Su importancia radica en su fuerte asociación con todos los tipos de cáncer del tracto genital inferior, en hombres y mujeres, y en que ciertos tipos pueden ser un factor causal necesario, aunque insuficiente, para el desarrollo de este tipo de cáncer. Hasta el momento según estudios realizados en diferentes sitios, los tipos 16 y 18 parecen los más potencialmente peligrosos. (47-53)

El número de embarazos llegados a término también favorecen la aparición del cáncer, debido a que la mujer durante el embarazo tiene cierto grado de inmunodepresión; por tanto, mientras más veces una mujer haya estado inmunodeprimida durante períodos de 9 meses, más probabilidades tendrán de desarrollar cáncer en general.

Otros factores considerados en la actualidad son: hábito de fumar y factores socio-demográficos.

Hábito de fumar: se considera un desencadenante ya que la acumulación de la nicotina y de su producto de degradación, la cotinina, en las células de vigilancia inmunológica de las glándulas productoras de moco, interfieren en el funcionamiento normal de esas células.

Factores socio-demográficos: mucho se ha hablado sobre la influencia de la raza, de los elementos económicos, de sitios geográficos, etc. pero la verdadera base común parece ser el comportamiento sexual de los diferentes grupos humanos.

Papiloma Virus Humano

El papiloma virus humano actualmente ocupa el principal lugar como agente etiológico en la génesis del cáncer cervical, siendo prevenible y curable en el 100% de los casos con diagnóstico temprano y tratamiento oportuno. Nos enfrentamos a una realidad objetiva, el fenómeno por infección genital del papiloma virus humano, con una inestimable situación mundial colocando a esta enfermedad de transmisión sexual en la de mayor incidencia, sobre todo en las poblaciones sexualmente activas cada vez más jóvenes. (46)

Como datos relevantes se señala que la infección por papiloma virus humano en Estados Unidos determina 2.5 millones de consultas médicas al año, existe riesgo de infección por el papiloma viral humano en la primera relación sexual en un 60%; la incidencia actual en mujeres sexualmente activas es del 30 al 90%; una vez infectada una de las parejas el tiempo usual de incubación, es entre 4 y 32 semanas, siendo entre las 22 y 24 semanas el periodo de mayor contagio, dependiendo por supuesto del tipo y virulencia del virus y de las condiciones de defensa del huésped afectado; en más del 80% de los casos la infección por papiloma virus humano puede estar presente una neoplasia intraepitelial cervical; pacientes con cáncer invasivo del cérvix tienen en más del 95% implícita la infección por papiloma; el varón infectado por serotipos de alta oncogenicidad como los números: 16-18-31-35-39-45 en la uretra masculina lo etiquetará como varón de riesgo, en un sentido epidemiológico, ya que la uretra puede servir como reservorio para el papiloma. (47)

Hasta el momento, han sido detectados alrededor de 200 tipos de estos virus (papiloma viral humano (HPV)) y, según su poder oncogénico, ellos son clasificados como de alto y bajo riesgo de desarrollar cáncer. Los tipos de alto riesgo más conocido son: VPH 16, 18, 45, 31, 52, 33, 58, 35, 59, 51, 56, 39, 68, 73 y 82. En la actualidad se reconocen a los VPH 16 y 18 como agentes etiológicos del cáncer cérvico uterino y muy asociados a lesiones premalignas y malignas a nivel de genitales así como, en otras localizaciones tales como: boca, laringe, faringe, colon y ojo, fundamentalmente. Los virus del papiloma humano (VPH) de bajo riesgo más frecuentemente asociado a lesiones benignas y premalignas de bajo grado son el tipo 6 y el 11 (47-53)

Hoy se conocen 130 subtipos de papiloma virus humano, hasta la actualidad solo 30 de ellos infectan los genitales de ambos sexos. Las localizaciones más frecuentes son: vulva, vagina, cérvix, periné y ano.

La infección por papiloma viral humano (HPV), se clasifica en:

4Latente: sólo se evidencia por técnicas de hibridación del DNA, en individuos con tejido clínico e histológicamente normal.

4Subclínica: es la forma más frecuente de infección por virus del papiloma humano (VPH), en el cuello uterino. Sólo es posible su diagnóstico con el uso del colposcopio, previa aplicación de ácido acético al 5-6%.

4Clínica: se manifiesta por lesiones exofíticas visibles, son raras en el cérvix, bien conocidas por ginecólogos, urólogos, dermatólogos, son neoformaciones papilares, múltiples, en forma de crestas, cubiertas por epitelio queratósico. Se relacionan en más del 85% con los subtipos de papiloma 6 y 11.

El contagio se produce por medio de microlaceraciones producidas durante el coito, el virus llega inicialmente a las células del estrato basal, los viriones