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Maestría en Enfermería. Proceso de Enfermería. Hernia de disco

Algunos comunes que no necesitan receta médica incluyen la aspirina, el ibuprofeno (Motriz, Advil) y naproxeno (Naprosyn, Aleve). Los relajantes musculares, como la cyclobenzaprina (Flexeril) y el metocarbamol (Robaxin), se suelen recetar para aliviar el malestar asociado con los espasmos musculares. No obstante, estos medicamentos pueden causar confusión en la gente de edad avanzada.

Dependiendo del nivel de dolor, se pueden usar varios medicamentos analgésicos (que alivian el dolor) durante el periodo inicial del tratamiento.

  • Terapia Física: El objetivo de la terapia física es mejorar la fortaleza, flexibilidad, y resistencia. Los ejercicios que maneja un terapeuta también pueden aliviar la presión en los nervios, reduciendo los síntomas de dolor y debilidad. Este programa de ejercicios suele incluir ejercicios de estiramiento para mejorar la flexibilidad de los músculos tensos, y ejercicios aeróbicos – como caminar o usar la bicicleta estática – para desarrollar la resistencia y mejorar la circulación. Otros ejercicios pueden ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, abdomen y piernas. El método McKenzie de terapia física puede ser particularmente efectivo para tratar las hernias discales.
  • Inyecciones espinales: Una inyección de un medicamento parecido a la cortisona en la parte inferior de la espalda ayuda a reducir la inflamación de las raíces nerviosas, ayudando a mejorar la movilidad. Estas inyecciones se llaman epidurales o bloqueadores de nervios.
  • Cirugía: Algunos pacientes que no respondan a los tratamientos más tradicionales, o cuyos síntomas vayan empeorando, o que se vayan debilitando progresivamente, pueden necesitar una operación quirúrgica. Rara vez, una hernia discal grande puede dañar los nervios de vejiga o los intestinos, lo que requiere una operación quirúrgica de emergencia. Las opciones quirúrgicas incluyen la laminectomía, la fusión espinal, y la microdiscectomía.

Cabe mencionar que en los pacientes que desarrollan este padecimiento el dolor de espalda o pierna crónico, la pérdida de control o de sensación en las piernas o en los pies, son algunas de las complicaciones de un disco herniado sin tratamiento.

ECL pese a contar ya con un diagnóstico y que se le ha considerado candidata a recibir tratamiento quirúrgico para resolver su problema, ha rechazado la cirugía hasta la actualidad por temor a quedar con secuelas importantes. Cuenta también con antecedentes de diabetes mellitus tipo II e hipertensión arterial, sin embargo tampoco lleva un control médico adecuado de estos padecimientos; lo cual denota una falta de autocuidado.

Teoría de déficit de autocuidado

Esta teoría es el núcleo del modelo de Orem, establece que las personas están sujetas a las limitaciones relacionadas o derivadas de su salud, que los incapacitan para el autocuidado continuo, o hacen que el autocuidado sea ineficaz o incompleto.

Existe un déficit de autocuidado cuando la demanda de acción es mayor que la capacidad de la persona para actuar, o sea, cuando la persona no tiene la capacidad y/o no desea emprender las acciones requeridas para cubrir las demandas de autocuidado. La existencia de un déficit de autocuidado es la condición que denota la necesidad de cuidados de Enfermería.

Las enfermeras(os) establecen qué requisitos son los demandados por el paciente,

seleccionan las formas adecuadas de cubrirlos y determinan el curso apropiado de la acción, evalúan las habilidades y capacidades del paciente para cubrir sus requisitos, y el potencial del paciente para desarrollar las habilidades requeridas para la acción.

En el concepto básico desarrollado por Orem autocuidado se define como el conjunto de acciones intencionadas que realiza la persona para controlar los factores internos o externos, que pueden comprometer su vida y desarrollo posterior. El autocuidado por tanto, es una conducta que realiza o debería realizar la persona para sí misma.

Uno de los supuestos que de aquí se desprenden es que todos tenemos la capacidad para cuidarnos y este autocuidado lo aprendemos a lo largo de nuestra vida; principalmente mediante las comunicaciones que ocurren en las relaciones interpersonales. Por esta razón no es extraño reconocer en todos los individuos prácticas de autocuidado aprendidas en el seno de la familia, la escuela y las amistades.

Para lograr el propósito de mantener nuestro bienestar, salud y desarrollo, todos los seres humanos tenemos requisitos que son básicos y comunes a todos, es así como las personas desarrollan prácticas de autocuidado que se transforman en hábitos, que contribuyen a la salud y el bienestar. Todas estas actividades son medidas por la voluntad, son actos deliberados y racionales que realizamos muchas veces sin darnos cuenta siquiera, se han transformado en parte de nuestra rutina de vida. Los niños cuando aprenden estas prácticas se están transformando en personas que se proporcionan sus propios cuidados, en este caso ellos son sus propios agentes de autocuidado según esta autora existen tres grandes grupos de requisitos:

  • – Los Requisitos Universales
  • – Los Requisitos del Desarrollo
  • – y de Alteraciones o Desviaciones de Salud
  1. Requisitos universales: