Inicio > Medicina Familiar y Atención Primaria > Consideraciones sobre el maltrato infantil. Un fenómeno prevenible

Consideraciones sobre el maltrato infantil. Un fenómeno prevenible

Consideraciones sobre el maltrato infantil. Un fenómeno prevenible

Resumen

El maltrato infantil afecta a un inimaginable número de niños globalmente, aunque muchas veces ocurre en los espacios más íntimos de la sociedad lo cual dificulta su diagnóstico. Este fenómeno tiene numerosos conceptos e interpretaciones según las culturas y el desarrollo social.

Sus consecuencias se pueden ver reflejadas en el desarrollo físico y psicosocial de los niños afectados, pues la recurrencia es lo más frecuente que ocurre y las secuelas y la muerte por esta causa no son extrañas.

Consideraciones sobre el maltrato infantil. Un fenómeno prevenible

MSc. Lissette Messana Folgueira. Profesora asistente. Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López

MSc. Yaite Hernández Amaro. Profesora asistente. Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López

MSc. Yamile Hernández Aguilera. Profesora auxiliar Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López

MSc. Alibeth Lerena Bejerano. Profesora asistente. Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López

La prevención es sin duda la arista más importante para resolver este problema y es responsabilidad de toda la sociedad. Con esta revisión bibliográfica se hacen consideraciones en relación con el maltrato infantil; una de las tantas formas de expresión de la violencia, lo cual es de importancia en la actualidad para el conocimiento y la práctica de la Enfermería diariamente.

Palabras clave: Violencia, agresividad, maltrato infantil, prevención

Introducción

La violencia es uno de los fenómenos más extendidos de nuestra época y su impacto se advierte no solo en situaciones de abierto conflicto, sino, en la resolución de problemas, a veces muy simples de la vida cotidiana. En esa medida, se puede afirmar, con certeza que muchas personas, en alguna etapa de sus vidas, han sido víctimas de violencia. No obstante, la violencia asume características diferentes, y sus causas tampoco son las mismas, y en la gran mayoría de los casos no se reconoce. Generalmente se manifiesta de tres formas: Abuso psicológico, abuso físico y abuso sexual. La violencia intrafamiliar puede dirigirse en contra de cualquiera que tenga menos poder que el abusador incluyendo niños, adolescentes, hombres o madres y ancianos (1).

La Organización Mundial de la Salud, en el informe mundial sobre violencia y salud define a la violencia como el «uso deliberado o amenaza de uso deliberado de la fuerza física contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que entraña un alto riesgo de ocasionar un traumatismo, la muerte, un daño moral, una malformación o una carencia» en la víctima, y aborda sus consecuencias desde una perspectiva amplia. (2)

Por el número de víctimas y las secuelas que produce, la violencia ha adquirido un carácter endémico y se ha convertido en un serio problema de salud en varios países. Además de heridas y muerte, la violencia puede traer consigo un sinnúmero de problemas sanitarios, profundas alteraciones en la salud mental, enfermedades sexualmente transmisibles, embarazos no deseados, trastornos de comportamiento, entre otros. (3)

Hace más de un siglo se tomó conciencia de la existencia del maltrato infantil, sin embargo, hace apenas unas décadas que comienza a ser motivo de interés y de estudio.

En 1868 Tardieu en Francia y Johnson en Inglaterra publicaron los primeros casos de niños maltratados. En Estados Unidos, Caffey, en 1945, y Kempe, en 1961, contribuyeron a la difusión del concepto primero de niño golpeado y luego el más amplio de Síndrome del niño maltratado. (4)

La violencia dentro de la familia ha estado presente desde hace muchos siglos y ha sido legitimada y utilizada en nombre del orden y el respeto a la autoridad. Este no es un problema nuevo, por el contrario, lo que es nuevo es la denuncia pública, que en los últimos años diferentes grupos vienen haciendo de la magnitud y la gravedad de este problema.(5)

Cada año entre 3 a 10 millones de niños al nivel mundial son testigos de violencias domésticas. El 30-59 de las madres que maltratan, fueron en su niñez víctimas de la violencia domestica. Adicionalmente, los niños cuyas madres son víctimas de violencia domestica, tienen de 6 a 15 veces mayor posibilidad de sufrir maltrato, que los niños de madres que viven sin violencia. (6)

El maltrato y el abuso contra niños y niñas es uno de los problemas más graves que debemos atender. Aún cuando no se tienen cifras exactas sobre la incidencia de este problema, es sabido que el aumento de la violencia y desorganización familiar, la desmoralización y en muchos casos el incremento del consumo de alcohol, han favorecido la presencia del Maltrato Infantil. (7)

Porque los niños son pequeños, algunos olvidan que son personas y no valoran en su verdadera dimensión el dolor psíquico que les causa el maltrato, se olvidan que los niños también tienen un sentimiento de sí mismo y que su yo se encuentra aún en formación.

Un ambiente familiar agresivo causa graves trastornos en las primeras edades. La utilización de la violencia no es un método educativo valido, influye de modo negativo en la formación de niños y niñas. (8)

El maltrato directo o indirecto altera el equilibrio psicológico del niño, daña su autoestima y restringe en muchos casos su potencialidad de acción provechosa para sí y los demás. (9)

Sus secuelas conductuales y emocionales son tanto o más dramáticas que su impacto socioeconómico, si se tiene en cuenta que cerca de la mitad de los niños expuestos a la violencia pueden presentar síntomas compatibles con trastornos del estrés postraumático y transmitir generacionalmente la violencia, además de la elevada frecuencia en los trastornos del sueño, las dificultades del aprendizaje, los problemas de memoria y concentración, la conducta agresiva e ideación suicida asociados a ella.

Los padres y madres somos los principales modelos para los hijos; si los niños crecen conviviendo con la violencia aprenderán a verla como algo normal y el día de mañana pueden levantar su mano para maltratar a otra persona o bien pueden aceptar sin chistar que otros los agredan. (10)

Ninguna persona está exenta de la violencia, aunque pueden existir grupos sociales más propensos a ser víctimas de ella, tales como aquellos que física o mentalmente están en desventaja: mujeres, niños, ancianos, enfermos mentales y minorías sociales, por lo que es importante abarcar uno de los tantos factores que pueden predisponer y/o conllevar a la violencia y que por afectar a unos de los sectores de la población más sensible, los niños, merece su abordaje y conocimiento por todos los profesionales, el denominado maltrato infantil. (11)

Desarrollo

Por la gran cantidad de definiciones del Síndrome Maltrato Infantil que dificultan notablemente establecer