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Consideraciones sobre el maltrato infantil. Un fenómeno prevenible

comparaciones entre diversos estados o países, la OMS en su reunión de consulta sobre la prevención del maltrato infantil redactó la siguiente definición en el año 1999.

«El maltrato de menores abarca todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia, explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.»

Una primera clasificación del Síndrome Maltrato Infantil (SMI) es la que se basa en la intencionalidad del daño clasificándolo en:

  • Maltrato intencional
  • Maltrato no intencional (negligencia-«accidente»)
  • Maltrato indeterminado. (cuando no es posible determinar intencionalidad)

El Síndrome Maltrato Infantil (SMI) también puede ser clasificado en 6 categorías:

  1. Abuso físico.
  2. Abuso sexual
  3. Abuso psicológico
  4. Negligencias
  5. Abuso prenatal
  6. Síndrome de Munchausen por poder.

De estas 6 categorías, la negligencia es la más frecuente y posiblemente la de mayor morbilidad y mortalidad. Es importante destacar que la negligencia se diferencia de los accidentes porque estos no tienen en cuenta la responsabilidad de los padres o tutores, mientras que en la mayoría de las negligencias está presente un fallo por parte de los padres o tutor, en ofrecerle al niño: amor, abrigo, amparo, supervisión, educación, atención médica y soporte nutricional y psicológico. (12)

En 1985, el Parlamento Europeo definió los malos tratos infligidos a la infancia como «toda violencia, no ocasional, contra la integridad física y/o psíquica del niño, o la privación de cuidados, por parte de sus padres o cuidadores que conlleve perjuicios hacia el niño al herirlo, dificultar su desarrollo o inducirlo a la muerte.

Existen varios tipos de maltrato infantil

Maltrato físico

Cualquier acción no accidental por parte de los padres o cuidadores, que provoque daño físico o enfermedad al niño, o que lo coloque en grave riesgo de padecerlo.

Abandono físico o negligencia

Situación en que las necesidades físicas básicas de alimentación, vestido, protección y vigilancia, en situaciones potencialmente peligrosas o en relación con los cuidados médicos del menor, no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro adulto del grupo que convive con él.

Maltrato emocional

Hostilidad verbal crónica, en forma de insulto, burla, desprecio, crítica o amenaza de abandono y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantil, por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.

Abandono emocional

Es la falta persistente de respuesta, de señales, expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño, así como la falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de la figura estable en las relaciones del niño durante los primeros 6 años.

Maltrato prenatal

Falta de cuidado, por acción u omisión, del cuerpo de la futura madre y/o autosuministro de sustancias o drogas, de forma consciente, que pueden perjudicar al feto del cual es portadora.

Síndrome de Munchausen por poderes

Los padres o tutores someten al niño a continuos ingresos y exámenes médicos alegando síntomas físicos patológicos ficticios o generados de manera activa por el adulto.

También es citado por varios autores el maltrato institucional, el maltrato laboral y el maltrato de los medios de comunicación. (13)

Es importante conocer la existencia del maltrato infantil y enfrentarlo puesto que gran parte de los adultos violentos han sido víctimas de maltrato durante la infancia, ellos han aprendido de otros (generalmente de los padres) el uso de la violencia para poder lograr determinados objetivos, y todas las formas de maltrato infantil pueden llevar aparejado alteraciones en el desarrollo básico de la anatomía y fisiología cerebral. Si estos niños no reciben tratamiento adecuado, el daño ocasionado, puede perdurar de por vida. (14)

Principales síntomas y signos que pueden presentar los menores víctimas de la violencia

  • Muy poca autoestima.
  • Incapacidad para depender de, confiar en, o querer a, otros.
  • Conducta agresiva, problemas de disciplina.
  • Pasividad y retraimiento, miedo de establecer relaciones nuevas o de empezar actividades nuevas.
  • Problemas escolares.
  • Hiperactividad, ansiedad.
  • Insomnio, pesadillas.
  • Abuso de drogas o de alcohol.
  • Regresiones.
  • Tendencia a interrupciones en su estabilidad vivencial, su sentido de comunidad y estructura familiar.
  • Piel y tejidos blandos: inflamación y huellas de traumas (coloración violácea) en cara, brazos o piernas, nalgas o tronco. Cicatrices en pies, manos, espalda o nalgas que evidencian el objeto con el que fueron hechas: quemaduras con cigarrillos, plancha, líquidos, heridas profundas o desgarros en la boca.
  • Esqueleto: fracturas en menores de un año, fracturas frecuentes, mal tratadas y mal cicatrizadas, fracturas en nariz, boca o dientes. Dislocación del hombro o del codo.
  • Contusiones del hombro o del codo. Esguinces de primero, segundo y tercer grado, golpes o machacamientos.
  • Sistema nervioso central: golpes en la cabeza que generan desde hematomas del cuero cabelludo, heridas pequeñas sin pérdida de la conciencia y sin convulsiones, hasta pérdida de conciencia, hemorragias, hematomas internos, convulsiones y estado de coma.
  • Sistema respiratorio: casi ahogamiento, bronco-aspiraciones.
  • Órganos de los sentidos: en ojos: heridas o hematomas de párpados, lesiones en córnea, desprendimiento de retina. En oído: heridas externas y del conducto auditivo externo; hemorragia en el oído medio o interno, ruptura del tímpano. Nariz: hemorragia, desviación del tabique.
  • Cavidad abdominal: golpes, hematomas, contusiones a nivel externo. Golpes internos que se reflejan en ruptura de vísceras, o peritonitis.
  • Otros: signos de traumatismo en otras localizaciones, cuya explicación no sea clara.

Los hechos violentos en el medio familiar guardan estrecha relación con el consumo de alcohol y drogas (15,16).

Investigaciones que se han ocupado el estudio de la familia plantean con regularidad los problemas de comunicación entre sus miembros. Sin duda, la comunicación ocupa un lugar central en la efectividad y calidad funcional del sistema familiar (17)

Con respecto al maltrato infantil las familias reconocen de forma mayoritaria que abusar sexualmente de un niño, golpearlo o castigarlo severamente, el no propiciarle cariño y/o comprensión, así como el crearles sentimientos de culpa