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La figura del mediador intercultural en la relación terapéutica

de vida, las ideas de persona, lo que resulta “importante” en términos vitales, las ideas sobre la causa, pronóstico y curación de la enfermedad, las expectativas con respecto al tratamiento o las terapias que consideramos más adecuadas son fenómenos que inciden en los patrones epidemiológicos y en las posibilidades/dificultades de establecer una alianza terapéutica ((Ministerio de sanidad, política social e igualdad, 2011).

2. LA FIGURA DEL MEDIADOR INTERCULTURAL

Es evidente que los profesionales sanitarios no pueden abarcar un conocimiento en profundidad de todas las culturas de su entorno. Es por ello, que la diversidad cultural y la creciente inmigración suponen un reto y desafío al sistema sanitario actual, especialmente a la atención sanitaria, donde se pone de manifiesto la importancia de la cultura en las relaciones terapéuticas. No consiste pues en que los profesionales sanitarios posean un amplio conocimiento de todas las culturas, sino que posean una actitud de escucha hacia el paciente y de contextualización de las enfermedades y aflicciones que presentan. Ser competente interculturalmente significa despojarse de los prejuicios propios, para interpretar y entender la visión desde el punto de vista de la persona que tenemos enfrente durante la relación terapéutica.

Algunas investigaciones apuntan que los principales problemas en la atención sanitaria a la población inmigrante son de carácter comunicativo, especialmente terminológicos, lingüísticos y culturales, agravados por la ausencia de intérpretes y mediadores interculturales y de folletos informativos multilingüe (Guerrero, 2012).

Debido a esta incapacidad para abarcar un conocimiento en profundidad de todas las culturas, se propone la figura del mediador intercultural. Esta figura ha ido desarrollándose como un instrumento para atender a poblaciones culturalmente diversas (García-Castaño y Barragán-Ruiz-Matas, 2004).

Pero ¿qué se entiende por mediación intercultural? (…) entendemos la Mediación Intercultural como un recurso profesionalizado que pretende contribuir a una mejor comunicación, relación e integración entre varias personas o grupos presentes en un territorio, y pertenecientes a una o varias culturas (Anderson, 2002).Supone la intervención imparcial de una tercera parte en el desarrollo de una negociación entre otras dos, que puede intervenir en las discusiones, hacer sugerencias o propuestas e incluso formular recomendaciones con vistas a un acuerdo. En este sentido, es importante resaltar que el mediador intercultural no tiene el poder de decisión, sino que son las partes las que toman las decisiones. Es simplemente un asistente al servicio de las partes, que son las únicas que pueden resolverlo (Guerrero, 2012).

Se concibe al mediador como un «facilitador» en el sentido de que su papel fundamental consiste en posibilitar procesos de los que son protagonistas las propias personas e instituciones en los que se trata de favorecer la comunicación y comprensión mutua de las partes (Giménez, 1997; Giménez-Romero, 2010).

La mediación intercultural, en contraste con la interpretación médica, enfatiza la trascendencia de la comunicación intercultural. El papel del mediador intercultural está tradicionalmente relacionado con el puente entre culturas, en el cual la comunicación entre los participantes de culturas diferentes mejora en la medida que la interferencia de las diferencias culturales y lingüísticas se reduce (Ministerio de sanidad, política social e igualdad, 2011).

3. CONOCIMIENTOS DEL MEDIADOR INTERCULTURAL

El mediador intercultural debe poseer una titulación universitaria, preferentemente en el área de las ciencias sociales y/o cualquier rama de las ciencias. Debe reunir además una serie de conocimientos de carácter multidisciplinar que le permita poseer un conocimiento holístico y sistémico de la realidad sobre la que actúa (Guerrero, 2012; Giménez-Romero, 2010; ).

4. COMPETENCIAS DEL MEDIADOR INTERCULTURAL

Las competencias de la figura del mediador intercultural en el ámbito sociosanitario consisten en la mejora en la accesibilidad de la población inmigrante a los servicios sociales y de salud; fomenta la comunicación, el acercamiento, la comprensión mutua y el encuentro de la comunidad sanitaria con el objeto de prevenir la aparición de posibles conflictos; ofrece información, actúa de intérprete o de traductor de recursos, materiales, etc. que permitan tomar decisiones y aplicar soluciones propias. Por otro lado, sirve de acompañamiento y asesoramiento a las personas de forma individual o grupal; apoya a los demás profesionales sanitarios (trabajadores sociales, médicos, psicólogos, enfermeras, etc y posee además otras competencias como la prevención, sensibilización, etc (Guerrero, 2012).

5. FUNCIONES Y TAREAS

Para abordar las diferentes funciones y sus correspondientes tareas que debe desarrollar la figura del mediador intercultural, hacemos referencia a la tabla referenciada de Guerrero, C (2012).

Tabla I. Funciones y Tareas del mediador intercultural

TABLA – Funciones y Tareas del mediador intercultural

6. EXPERIENCIA EN BÉLGICA DEL MEDIADOR INTERCULTURAL

Verrept nos muestra que el papel fundamental de las mediadoras/es interculturales consiste en mejorar la calidad de la atención mediante una mejora en la comunicación entre profesionales sanitarios y los inmigrantes. En Bélgica los mediadores interculturales actúan ayudando a los pacientes durante su paso por el hospital e incluso pueden actuar como defensores de ellos.

Una de las dificultades que observaron durante el estudio es que los profesionales sanitarios no acudían a los mediadores cuando la barrera era lingüística y cultural por lo que las mediadoras estaban presentes sólo en la mitad de las intervenciones de los profesionales sanitarios (Verrept, 2004; Varverde-Jiménez, 2013).

DISCUSIÓN

La figura del mediador intercultural se reconoce como indispensable para garantizar a la población extranjera el acceso adecuado al sistema sanitario, solventando por un lado las dificultades del idioma y por otro, actuando como puente cultural y comunicativo y