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A propósito de un caso. Medicina natural buena pero no inocua

A propósito de un caso. Medicina natural buena pero no inocua

Breve resumen: Presentamos caso de paciente que tras reiteradas visitas a servicio de urgencias hace reflexionar al personal sanitario que está sucediendo con ella, pues no sólo no responde a los tratamientos prescritos sino que empeora y todo se soluciona cuando se descubre por casualidad otros tratamientos que toma al margen de lo prescrito y no ha comentado.

A propósito de un caso. Medicina natural buena pero no inocua

Autores:

Pilar Márquez de Torres. Diplomada  Universitaria Enfermería. Área Gestión Sanitaria Norte de Córdoba. Licenciada Empresariales. Experta Universitaria en Gestión de Recursos Humanos en Enfermería. Experta Universitaria en Probabilidad y Estadística en medicina. Auditora Sistemas de Calidad

Antonio González Caballero. Diplomado Universitario Enfermería. Área Gestión Sanitaria Norte de  Córdoba. Profesor electrocardiografía Escuela Ciencias de la Salud  –  Especialista Universitario en Acupuntura.

Palabras clave: bloqueo de piernas, empeoramiento, cola de caballo

Mujer  de 44 años de edad,  que acude al servicio de urgencias por calambres y bloqueo en piernas, con antecedentes de hipertensión arterial, dislipemia y lumbalgia crónica en tratamiento con:

  • Enalapril 20 mg,
  • Furosemida 20 mg ( 1-0-1 )
  • Atorvastatina 10 mg
  • Metamizol condicional para el dolor.

            Al tener bloqueadas las piernas y a la exploración tener dolor lumbar se sospecha de lesión en columna haciéndole un TAC apareciendo protrusiones discales en varias vértebras, en L4-L5 tiene protrusión circunferencial y desgarro que oprime moderadamente las dos raíces emergentes, por lo que se le manda tratamiento para dicho fin con Inzitan intramuscular, Yurelax por la noche e Ibuprofeno cada 8 horas.  Al 5ª día acude de nuevo por el servicio de urgencias sin notar nada de mejoría y con la misma sintomatología por lo que se le informa a la paciente de que están comprometidas varias raíces nerviosas y hay que darle tiempo para aliviar el dolor, se le añade metamizol 2 capsulas si dolor y se sustituye ibuprofeno por tramadol de 50 mg cada 8 horas, quedando la paciente conforme.

Tras 48 horas, la paciente vuelve al servicio de urgencias, comentando han empeorado los calambres y que no puede descansar por las noches, por lo que se le realiza una analítica, viendo que está hipopotasémica con 2,8 meq/l, se modifica el tratamiento con diurético (furosemida), responsable de la pérdida de K, retirando furosemida y utilizando Aldactone A cada 12 horas para ahorrar potasio. Tras 3 días la paciente, acude de nuevo al servicio de urgencias por sintomatología exacerbada de calambres y hormigueo.

Se plantea en el servicio de urgencias sobre qué es lo que está ocurriendo con esta señora que ha acudido hasta ellos en muchas ocasiones en pocas semanas; al indicarle que se procede a su ingreso  para determinar qué le está sucediendo porque no está evolucionando favorablemente, refiere que debe anular la cita con el dietista, preguntándole si está tomando algo que ellos le hayan recomendado y nos informa que toma 3 sobres de cola de caballo, por lo que se evita el ingreso hospitalario y se le recomienda a la paciente que no tome cola de caballo más. A los dos días se le repite analítica, se normaliza el potasio y desaparecen los síntomas con la resolución del cuadro.

CONCLUSIONES

A pesar de que es frecuente en la práctica clínica un buen interrogatorio, los pacientes suelen dar por entendido que cuando preguntamos que está tomando nos referimos sólo a la medicación oral, obvian que nos sea relevante cualquier tipo de tratamiento aunque sea natural. Debemos tener en cuenta que la cola de caballo, frecuentemente utilizada para eliminar líquidos, es un buen diurético pero tipo furosemida, es decir no ahorrador de potasio, por lo que la sinergia de furosemida y cola de caballo baja considerablemente el potasio, y presentando una sintomatología confusa, en la que hemos tenido que realizar un TAC por sospechar de la espalda cuando realmente lo que tenía era una carencia electrolítica.