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Análisis de un mito en la consulta de Enfermería. Dietas disociadas

Análisis de un mito en la consulta de Enfermería. Dietas disociadas

Resumen

A menudo, los profesionales de Enfermería nos encontramos ante ideas previas o preconcebidas de nuestros pacientes que precisan un reajuste o desmitificación. En relación con la alimentación son comunes los “errores” de conceptos o falsas creencias.

La preocupación excesiva por adelgazar ha generado en los últimos años una auténtica explosión de remedios, algunos útiles, otros muchos prescindibles y, en una proporción significativa, claramente perjudiciales, teniendo nuestros pacientes una gran cantidad de información y bombardeo pseudo-científico difícil de asimilar.

Análisis de un mito en la consulta de Enfermería. Dietas disociadas

Miguel Ángel Rodríguez Monge. DUE Enfermería Experto en Educación para la Salud. Distrito de Atención Primaria de Sevilla. Servicio Andaluz de Salud.

Mª Carmen Pérez Lobato. DUE Enfermería Distrito de Atención Primaria de Sevilla. Servicio Andaluz de Salud. Experto en Farmacología. Universidad de Valencia.

Entidad Adscrita: Servicio Andaluz de Salud.

Palabras clave: dietas disociadas, educación nutricional, intervenciones de Enfermería.

Keywords: dissociated diets, nutrition education, nursing interventions.

Hace ya muchos años que se extendió la idea que forma la base de las dietas disociadas, y que básicamente dice que para adelgazar no se deben mezclar ciertos alimentos a la hora de comer. Esto constituye un falso mito, y no puede ser más incierto: las dietas disociadas no tienen razón de ser y no sirven para seguir una alimentación saludable y equilibrada.

La enfermera de Atención Primaria tiene como objetivo en la consulta de Enfermería, mejorar el nivel de conocimientos de la población, referente a la elección adecuada de alimentos, las características de una dieta equilibrada y los riesgos del consumo habitual de alimentos considerados poco saludables.

Evitando o paliando las posibles creencias erróneas que puedan afectar a su salud. En este campo cobra especial importancia no solo la educación del paciente, sino también el adiestramiento de los cuidadores de pacientes frágiles o dependientes.

En este documento analizamos la base científica de las dietas disociadas; así como asesoramos deben los profesionales de Enfermería incidir en sus aspectos nocivos o de alerta para la salud de nuestros pacientes; siempre desde una base crítica, científica y divulgativa de las intervenciones de Enfermería a desarrollar.

ORIGEN

Hace ya muchos años que se extendió la idea que forma la base de las dietas disociadas, y que básicamente dice que para adelgazar no se deben mezclar ciertos alimentos a la hora de comer. Esto constituye un falso mito, y no puede ser más incierto: las dietas disociadas no tienen razón de ser y no sirven para seguir una alimentación saludable y equilibrada.

El concepto inicial de dieta disociada surge por el Dr. Williams en los años treinta. Según él, no se pueden mezclar alimentos ácidos con alimentos básicos, ya que en este caso las enzimas de los jugos gástricos se “bloquean” y no pueden llevar a cabo su función.

Este problema con la digestión sería lo que hace que mucha gente engorde, siempre según Williams, y su dieta tuvo un éxito mundial y consiguió millones de seguidores. Hoy día sabemos que la base de la que parte la idea es falsa: las enzimas de los jugos gástricos pueden actuar sin ningún problema, independientemente de los alimentos que se ingieran o las combinaciones que hagamos con ellos.

Si se analiza a fondo la teoría de la dieta disociada basada en no combinar proteínas y grasas con hidratos de carbono, su seguimiento sólo se puede calificar como utópico ya que de todos es conocido que no existen alimentos “puros” o que contengan un único nutriente. Los alimentos son el resultado de una combinación de diversos nutrientes en distintas proporciones, lo que pone en evidencia el fundamento científico del que parten estas dietas disociadas. He aquí dos ejemplos:

  • la leche, que en las dietas disociadas se clasifica como alimento proteico (y lo es), también contiene cierta cantidad de azúcares (lactosa) y de grasa si es leche entera o semidesnatada.
  • las legumbres son también otro ejemplo de alimento con una concentración alta de hidratos de carbono y un nada despreciable aporte de proteínas.

Nuestro sistema digestivo -en ausencia de patologías – está perfectamente diseñado para digerir y absorber en cada uno de sus niveles los diferentes nutrientes que componen los alimentos, tomados de manera aislada o conjunta.

La gran aceptación de las dietas disociadas, se basa en un primer momento a la novedad de un nuevo “conocimiento científico” que da respuesta, fácil y sin esfuerzos a una “necesidad de la población”: la preocupación por mantener o conseguir un peso adecuado. El boca a boca, la publicidad que se realiza en revistas con poco rigor científico y su fomento por parte de algunos “profesionales” hacen que muchos hombres y mujeres opten por probar esta dieta milagro.

Justificación

Los Cuidados de las enfermeras en Nutrición son asistir, informar, formar, educar, asesorar y adiestrar, desde el aspecto biopsicosocial del paciente y con un desarrollo estructurado en diferentes etapas. Tras el diagnóstico nutricional y educativo la enfermera, pauta el adiestramiento del paciente, ofreciendo atención integral y evaluación continua de resultados. Todo ello con actitud científica, abierta, constante, personalizada y con empatía.

Muchas de las autoproclamadas «dietas disociadas» -aquéllas que se centran en no mezclar determinados alimentos- entran dentro de la «pura fantasía», tal y como alertan desde la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Los expertos advierten de los riesgos de cualquier dieta disociada que permita comer sin medida un alimento o que incluya restricciones innecesarias de alimentos saludables, dos de sus grandes elementos diferenciadores.

El fundamento común en el que se basan estas dietas es que los alimentos no contribuyen al bienestar y al aumento de peso por sí mismos ni por las calorías que aportan, sino a causa de su consumo según determinadas combinaciones. Aluden a que se puede comer «casi» de todos los alimentos, pero no mezclados en una misma comida. Otra de las particularidades comunes en estas dietas disociadas es que no limitan las cantidades de alimentos. Su explicación se basa en que el organismo no aprovecha las calorías que aportan los nutrientes -hidratos de carbono, proteínas y grasas- si se toman por separado, y no juntos en una misma comida.

Quienes las defienden crean sus