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Modo de vida y estrés

resultantes, y afectar el sistema inmunitario y neuroendocrino (3).Por lo que nos proponemos con esta revisión describir como nuestra orientación valorada y de acuerdo con las demandas imperativas de nuestra realidad nos crea estrés y cómo flexibilizarla.

Diseño Metodológico:

Se realizó una revisión bibliográfica en el segundo trimestre del año 2012 en el Instituto de Oncología y Radiobiología INOR, que incluyó diversa bibliografía digital e impresa, así como sitios Web, con el objetivo de ejemplificar el stress y su relación con el modo y estilo de vida, relacionado al cáncer. Se empleó como métodos teóricos representativos del estudio:

Histórico-Lógico: Al abordar la temática desde sus orígenes y desarrollo posterior, del stress en su relación con el modo y estilo de vida con el cáncer.

Análisis-Síntesis: Al profundizar en el análisis de la temática y arribar a conclusiones a partir de supuestos generales.

Inducción-Deducción: Permitió al autor realizar análisis comparativo y proponer criterios personales relacionados al tema como aporte científico.

Desarrollo.

El modo de vida, es una categoría sociológica que se conceptualiza como la expresión de las formas de actividad cotidiana de los grupos sociales que caracterizan las peculiaridades de sus contactos y comportamientos en las esferas del trabajo, de los quehaceres diarios y de la vida sociopolítica. Se trata de las formas típicas, estables y repetitivas de la actividad vital, para un régimen social históricamente concreto y que a la vez refleja su especificidad.

Se incluyen en estas categorías elementos como el trabajo, el uso del tiempo libre, las actividades domésticas, las relaciones familiares, la actividad social, la participación cultural, las normas de conductas, costumbres, hábitos, tradiciones. Distintas condiciones de vida determinan modos de vida diferentes. Sin embargo esta relación no es absoluta, ni unidireccional. Condiciones económicas similares creadas en diferentes países no conllevan directamente a un mismo modo de vida. El modo de vida a su vez modifica las condiciones de vida. (4)

El modo de vida y la salud también han recibido el impacto de los problemas globales y aunque el concepto de problemas globales es de reciente creación, no lo es parte de los problemas incluidos en este.

El grado de interdependencia económica y científico-técnica, junto al desarrollo de las comunicaciones entre las diferentes culturas, ha contribuido a la universalización de los problemas más graves de la humanidad. El desarrollo dirigido por la ambición económica y de poder condujo al desarrollo en relación al progreso, por tanto se perdió la noción de peligro y de límite del desarrollo. El reconocimiento de esta realidad como amenaza de la existencia humana, expresada por el llamado Círculo de Roma, permite a la vez percibir la posibilidad de enfrentarla basándose en esa misma interdependencia de la existencia, del conocimiento, la solidaridad y de la voluntad política universal para su solución, guiados por la firme convicción de que un mundo mejor es posible. Pero al poder financiero, político y de las transnacionales que imponen el modo de vida en el mundo, no le interesan estas soluciones.

Las naciones empobrecidas están obligadas a aceptar inversiones ajenas a sus necesidades reales de desarrollo, con el propósito de mejorar el empleo, a admitir empresas contaminantes y permitir una propaganda comercial de productos ajenos a sus necesidades y costumbres, ofertados a una población no escolarizada o no capacitada para seleccionarlos; por ejemplo, ser consumidores de una programación de TV por cable extraña a su identidad y momento histórico-cultural; o ser inducidos por una falsa idea de modernidad y status social a una añoranza de consumo intrascendente, cursi, kitch y en ocasiones hasta nociva para la salud. Estos fenómenos han influido en el modo de vida y la salud de muchas naciones con independencia de los deseos y necesidades de sus pueblos y gobiernos. Por tanto, como formamos parte de un mundo globalizado, tales experiencias deben ser tomadas en cuenta en nuestras políticas de salud en relación con la transformación del modo de vida y la calidad de vida para alcanzar una cultura de la salud basada en los principios de nuestro proyecto social. (5)

En el nivel individual la actividad sistemática del hombre se modela de forma diferente, se nutre del modo de vida familiar y social, pero es condicionado o mediatizado por la personalidad del individuo y por esa razón debe diferenciarse del modo de vida y usarse sólo para el sujeto como unidad de la especie. Por tanto al referirse a esa actividad sistemática individual he propuesto llamarla estilo de vida. Esto permite delimitar términos que eliminen el uso indiscriminado de expresiones como Life Style y Way of Life, que se encuentran con frecuencia en la literatura especializada como sinónimos.

Cuando se intenta modificar las condiciones de vida, hay que tener en cuenta la forma en que la persona asimila esos cambios y en qué medida se plasman en su sentido, sus motivaciones, actitudes y conducta.

Dichos cambios no se convierten en comportamientos automáticos y habituales porque lo deseen los especialistas en salud y lo divulguen los medios de comunicación. Esto nos plantea que una cosa es dar información y otra es comunicar, educar y cambiar conductas.

La personalidad se identifica o subestima en determinadas actividades del modo de vida familiar o social, por lo que las hará suya o no, seleccionando (no siempre conscientemente), estructurando y dirigiendo las actividades del estilo de vida de ese individuo concreto. Por tal razón, si para él no constituye una necesidad el cuidado de sus dientes, sencillamente no hará uso de las ofertas del servicio estomatológico que se le brindan gratuitamente. Y así sucederá con el resto de las actividades preferidas por cada persona que integran su estilo de vida.

El estilo de vida como unidad de lo social y lo individual, es concebido como la realización, en el plano de la actividad práctica del individuo, de su estilo de regulación psíquica, o lo que es lo mismo: la actividad de la personalidad de cada sujeto realizada en la práctica social sistemática, cotidiana en la solución de sus necesidades y motivaciones.

Entre las actividades de sus necesidades básicas que conforman el estilo de vida se encuentran la actividad laboral, educacional, nutricional, sexual, religiosa, física, recreativa, etcétera. El estilo de vida y la actividad cotidiana que lo integrará, pueden condicionar la salud y la enfermedad del hombre, ya sea por el trabajo que realiza o la forma en que lo realiza, por las características de su nutrición o por su vida sexual, entre otras actividades.

Las formas de actividad concreta que integran el modo de vida de la población, merecen ser estudiadas, ya sean positivas o negativas, las cuales nos pueden facilitar conocimientos que contribuyan a elaborar estrategias y programas para el desarrollo del bienestar social, del trabajo higiénico-epidemiológico y la promoción de salud. Lo mismo sucede con las actividades